El chiringuito de Playa Granada abrirá sus puertas el próximo 25 de mayo
Este establecimiento 'chill-out' está llamado a convertirse en el buque insignia de la nueva imagen turística de Motril
Un buen número de curiosos merodea desde hace algunas semanas por Playa Granada. La excusa es doble: disfrutar de un paseo cerca del mar y comprobar cómo van las obras del chiringuito Oleaje, que se anuncia como un revulsivo para el desarrollo turístico y de imagen de la zona. Loreto Spa, arquitecta y una de los cinco socios del proyecto, está muy satisfecha de que haya tanto público que se acerque habitualmente para ver evolucionar este local, que ya ultima los detalles para su apertura en apenas 20 días. La expectación es máxima en esta recta final. "Ha llegado a nuestros oídos que los empresarios turísticos vecinos están muy atentos para actualizarse", añade Spa, a quien le parece algo "muy positivo, para que haya muchos y muy buenos en la zona y que entre todos hagamos de Playa Granada una zona turística".
Este espacio, de 1.300 metros cuadrados, todavía se encuentra vallado, pero a partir del día 25 estará abierto para todo el que quiera visitarlo. Antes, el 24, tendrá lugar la inauguración oficial. Por la mañana, por parte de responsables institucionales y autoridades y, por la noche, los socios han organizado una fiesta a la que se podrá asistir con invitación.
Desde fuera se antoja un edificio enigmático y se adivinan dos volúmenes. Sin embargo, cuando se sobrepasan las tapias blancas, lo primero que se hace es descubrir el mar. "Se trata de un local amplio y versatilizado en un horario compatibilizado", adelanta Spa. En el espacio, que sus propietarios han abierto para Granada Hoy, todavía se están ultimando detalles. Cuando finalice, las palmeras se desatarán, una cascada de agua comenzará a funcionar, las barras se llenarán de bebidas y la cocina ofrecerá pescado fresco que se traerá directamente de la lonja de Motril, y, según anuncian los dueños, "todo a un precio equiparado al de cualquier otro chiringuito de la ciudad".
Sin embargo, la oferta global será distinta, ya que se trata de un club chill out, en el que se podrá degustar un mojito con medio cuerpo sumergido en una piscina o se reservarán zonas VIP en los palcos a medida del grupo que lo contrate, o incluso se podrá celebrar alguna fiesta en un impresionante mirador, en el que no sólo se ve el mar a pocos metros, sino también Calahonda, La Herradura y Sierra Nevada.
Una vez que el negocio esté rodado, esperan poner en funcionamiento otro segundo mirador sobre el restaurante y poder llevar comida al tráfico marítimo, como si se tratara de un servicio a domicilio. Los que no tendrán que esperar serán los clientes de las hamacas (que llevan una pequeña mesa incorporada) que ya tienen concedidas frente al chiringuito, ya que su alquiler conllevará que un camarero les traiga una almuerzo rápido o un refresco.
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