Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Estabilidad financiera y geopolítica
Noche complicada en distintos puntos de la Costa Tropical por las fuertes lluvias que han sorprendido principalmente a buena partes de los vecinos de Motril, Salobreña y Almuñécar tras pasar una jornada casi apacible y con pequeños aguaceros sin importancia. Cuando el litoral enfilaba la media tarde, un frente de nubes negras se posaba sobre Almuñécar y La Herradura dejando las imágenes de los ríos Seco y Jate rebosantes de agua que bajaba con fuerza arrastrando todo a su paso. Con el paso de las horas, lo que parecía que se iba a quedar en precipitaciones aisladas se ha transformado en fuertes precipitaciones que han anegado calles y ha obligado al corte de caminos y ramblas.
Si buena parte de la jornada del miércoles transcurrió sin incidentes reseñables en gran parte del litoral granadino, con lluvias centradas principalmente en los municipios del Valle del Río Verde, a última hora de la tarde las precipitaciones complicaban la cosa en calles de Almuñécar o Motril, dejando calles completamente inundadas, arquetas abiertas y con abundante agua saliendo de ellas, algunos garajes inundados o el agua entrando en establecimientos y supermercados.
La noche ha sido especialmente complicada para los operarios municipales, Policía Local y servicios de emergencias que han tenido que atender un buen número de incidencias durante toda la noche, entre ellas la atención en un incendio registrado en Almuñécar. El alcalde sexitano, Juan José Ruiz Joya, ha explicado que con la cantidad de agua que está cayendo, están teniendo problemas con los imbornales y el saneamiento. Policía Local y Guardia Civil cortan calles del municipio que se han convertido en auténticos ríos por la fuerza del agua en algunos puntos en los que se están desbordando los saneamientos.
Ruiz Joya ha señalado que han caído cerca de 150 litros por metro cuadrado en el municipio en apenas dos horas y los servicios municipales se encuentran pendientes del resto de imbornales del municipio. Además, ha agradecido el trabajo que han realizado durante toda la jornada los efectivos de seguridad para impedir que no haya ningún contratiempo, y ha agradecido a los vecinos la prudencia que han mantenido durante todo el día.
Los operarios municipales apoyados por la Policía local han tenido que retirar algunos vehículos para impedir que los arrastre el agua así como los desprendimientos de piedras de gran tamaño en diferentes puntos
En Motril, no son pocos los vecinos que siguen con asombro desde las ventanas de sus casas las imágenes que deja tras de sí la lluvia, como Laura Pérez que desde su piso en el cruce de la calle Cementerio con la calle Ancha ve como varias arquetas han empezado a expulsar agua creando grandes embalses que van calle abajo. En otros puntos de la capital de la Costa Tropical como la rotonda de la Policía Nacional, popularmente conocida como La Paellera, se han visto restos de desechos que quedaban fuera de los contenedores de basura y que han sido arrastrados por la calle, flotando en los ríos que se han creado, o coches circulando con mucha precaución con el agua cubriendo casi un palmo de las ruedas.
Desde la Policía Local de Motril han indicado que los trabajos a última hora se han centrado especialmente en la zona de la rambla de las Brujas, que ha sido cortada al tráfico por la crecida de agua, así como distintas zonas de Varadero, en la playa.
Una imagen que dista mucho de la registrada en el resto del día con patrullas constantes de la Policía Local por las distintas calles de los municipios del litoral granadino, operarios y maquinaria trabajando a destajo desde primera hora de la mañana para abrir paso a las desembocaduras de ríos y ramblas, y en general, poca gente durante el día en calles y supermercados. Toda precaución era poca para todo lo que se preveía que podía caer en cuestión de horas en la Costa Tropical, y que finalmente ha caído por la noche. La situación vivida hace unas semanas en la comunidad valenciana permanece muy presente y tras anunciarse oficialmente el aviso naranja por fuertes lluvias, muchos vecinos se echaron las manos a la cabeza.
Durante la jornada los operarios municipales de los distintos ayuntamientos se han afanado por despejar desembocaduras de las ramblas y balates, para facilitar la llegada del agua al mar. Al cierre de esta edición, los responsables municipales de la Costa seguían de cerca la situación y el progreso de las distintas incidencias producidas especialmente por problemas en los alcantarillados.
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