El plan de emergencia para un fuerte terremoto en Granada: prioridad a los suministros y un gran campamento en Almanjáyar

La ciudad tiene un documento completo en el que se prevé una actuación de coordinada de bomberos y el Ejército y en el que se detectan las zonas más vulnerables en el Sur y Oeste

El plan de emergencia para un fuerte terremoto en Granada: prioridad a los suministros y un gran campamento en Almanjáyar / Archivo
L. Q.

27 de enero 2021 - 09:22

La Junta declaró anoche el estado de preemergencia en Granada, ¿pero está preparada para un terremoto grave? Desde hace cuatro años, hay un Plan de actuación de riesgo sísmico que tiene nada menos que tres volúmenes de papel (para no depender de medios electrónicos) y cuyo escenario principal es el de un hipotético terremoto de 8 grados, aunque también se prevén los daños a partir de 6 grados. Por ejemplo, incluye la forma de hacer una rápida revisión de las "líneas vitales" (instalaciones de agua potable, saneamiento, gas o electricidad), un triaje de los daños estructurales en edificios para actuar según la gravedad o la instalación de un gran campamento en el ferial de Almanjáyar, que parece la zona más segura.

La hoja de ruta a seguir ante la posibilidad de que se produzca un terremoto de gran magnitud fue diseñada en 2016 por el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y el área de Urbanismo de Granada, en colaboración con el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Granada, la UGR o el Ejército. Todos ellos redactaron el plan de actuación ante riesgo sísmico más completo de Andalucía, para dar una respuesta eficaz y coordinada ante una posible catástrofe.

El documento incluye una ficha de inspección rápida de edificios que dispone de unos campos sencillos y objetivos a la hora de evaluar de forma efectiva si es necesario o no el desalojo de un inmueble con criterios homogéneos. Todo con el objetivo de concretar una estructura que permita coordinar a los distintos servicios de emergencias tanto estatales como autonómicos, locales e incluso internacionales; zonificar el territorio municipal y delimitar áreas de pendiendo de la gravedad de la emergencia. Se establece también la coordinación con el resto de administraciones y está previsto hacer partícipe a la ciudadanía de los riesgos así como trasladarles instrucciones de protección en caso de terremoto.

Este plan se inició en 2012 a raíz de una tesis doctoral que estudiaba por zonas la vulnerabilidad de los edificios y se han estudiado los elementos en riesgo como el número de personas que se tendrán que proteger, los edificios residenciales (21.000) y los edificios singulares. "No basta solo con saber si se caen o no. Hay que predecir si estarán operativos para darles una utilidad", destacaron sus responsables cuando el plan fue presentado en 2016.

El trabajo de la Unidad Militar de Emergencias (UME) o Cruz Roja sería clave, por ejemplo, para la instalación de los campamentos y albergues de damnificados. Además, el documento estima que la capital cuenta con 14.000 plazas hoteleras. Ahora bien, se prevé también el uso de camas vacías de entre las 1.400 de hospitales públicos y las de los privados, que podrían ser utilizadas dependiendo de su grado de ocupación en caso de catástrofe. Os obvio que esta opción no es factible en tiempos como estos, en los que la pandemia tiene desbordados los hospitales.

La coordinación sería clave, bajo un mando de dirección central que se situará en el Parque de Bomberos Norte, dadas las características del suelo que hacen de esta zona un lugar más seguro. Tanto es así, que el plan también contempla la instalación de un posible campamento en el recinto ferial de Almanjáyar, donde hay suministros de agua y luz. Información que está recogida en este amplio documento que permite obtener la hoja de ruta a seguir sin depender de la tecnología que podría verse trastocada si falla la electricidad.

Sur, Oeste y Vega, las zonas que tendrían más daños

Las zonas más vulnerables de la ciudad, según el documento, están situadas en el Sur y el Oeste de Granada que afecta a la zona de Zaidín, Ronda, y la Vega, de especial fragilidad por el tipo de suelo. Según uno de los estudios realizados, en caso de que se produzca un seísmo de 6,5 grados con una intensidad máxima de entre IX y X, en torno a un 5% de las edificaciones podrían verse destruidas, un 40% sufriría unos daños graves o muy graves, el 47% sufriría daños leves o moderados y un 8% resistiría sin daños. Las zonas más antiguas son las que gozan de mejores terrenos (Albaicín, Realejo, Bola de Oro, y la colina de la Alhambra).

En el plan también se ha llevado a cabo un análisis exhaustivo de los Bienes de Interés Cultural (BIC) de la ciudad como la Alhambra que, pese a su antigüedad, ha soportado bien los terremotos de los últimos siglos.

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