Las empresas hortofrutícolas de Granada se centran en las exportaciones y retoman casi al completo su actividad
ECONOMIA
La mayoría de las empresas ya han retomado su actividad casi al 100%
La provincia es la principal productora nacional del espárrago verde, que ha reducido su producción a causa de las inclemencias climatológicas
La subida del precio del gas beneficia a los productores de pepino holandés en la Costa
Granada/Las empresas hortofrutícolas de la provincia se sacuden el polvo tras la merma de producción sufrida durante los últimos días a consecuencia del paro indefinido del transporte que ha provocado que cooperativas y almacenes disminuyan considerablemente sus exportaciones, bien por la negativa de algunos transportistas a trasladar el género, por la incertidumbre de saber si llegará a su destino final o por tener algún piquete informativo en las inmediaciones de las instalaciones. Una huelga del transporte que los propios agricultores han intentado solventar reteniendo el mayor tiempo posible el producto en el campo, y que en cierta medida ha dado un respiro a las propias cooperativas.
Una ralentización que, si bien aún no ha conseguido restaurar su ritmo habitual, y que algunos destinos aún se resienten, sí que ha permitido a las distintas empresas de la zona recuperar su productividad en casi un 100% gracias a las exportaciones. Aunque no a todas les ha afectado por igual. Algunos agricultores han perdido parte de la cosecha por aguantar el producto más tiempo del necesario sin recolectar, el mercado quiere un tamaño específico y que no tenga ningún daño exterior. La calima de las últimas semanas tampoco ha facilitado el trabajo. En las cooperativas se aseguran de limpiar el fruto, aunque en algunos casos queda incrustado y se aparta de los lineales. Pero si hay algo que aún afecta directamente al sector son los altos costes de producción.
"Ha habido momentos en los que se ha resentido la salida del producto a causa de la huelga del transporte, y no se puede olvidar que, aunque en algunos casos la situación sigue siendo ruinosa, en líneas generales el precio del campo ahora mismo, no es malo", explica el secretario general de UPA Granada, Nicolás Chica, quien matiza que el problema reside en la rentabilidad. "Los índices de rentabilidad han caído de forma vertiginosa con el incremento que están teniendo los costes de producción, el precio del combustible está al doble del año pasado, las energías han incrementado su coste, las semillas han subido un 20%, y se puede seguir sumando más costes, por lo que claro que sube el precio que recibe el agricultor, pero los costes que tienen de producir esos productos han subido exponencialmente".
En el caso del espárrago verde, la provincia de Granada sigue siendo la principal productora de todo el territorio nacional. Con una estimación de producción de unas 35.000 toneladas este año, de las que cerca del 70% tiene como destino final el mercado europeo, y el 30% restante se queda en el nacional. Chica explica que el espárrago es muy sensible al frío, por lo que, debido a la climatología adversa que se ha tenido en los primeros meses del año, la producción actual es pequeña. "En una situación normal tendríamos un volumen de producción mucho mayor, esto realmente nos ha venido bien para superar la huelga del transporte, al tener menos producto ha sido más fácil darle salida, aunque si es cierto que una parte de la producción que no se ha podido distribuir se ha perdido".
Por su parte, el secretario de COAG, Miguel Monferrer, asegura que "en rasgos generales", las cooperativas y almacenes de la Costa no han tenido grandes incidencias por la huelga del transporte. "Se ha tenido algún día de retraso a la hora de llevar el producto por miedo a que no lo dejasen entrar o se perdiera, pero las cooperativas realmente no han tenido problema a la hora de sacar el producto hacia los mercados, algún retraso del camión, o tener que guardarlo en las cámaras frigoríficas un par de días, pero en líneas generales ha seguido saliendo".
Vuelta a la normalidad
Las empresas retoman poco a poco la normalidad. Alfonso García Gallardo, responsable de administración de Frutas Manzano, una de las principales comercializadoras y distribuidas de frutas de la Costa de Granada, explica que la actividad ha vuelto a las instalaciones, aunque no por completo. Desde los primeros días del inicio de la huelga han contado con varios piquetes informativos en la puerta del complejo logístico o los transportistas disponibles para trasladar el producto no les aseguraban que llegase a destino, por lo que han tenido que reducir drásticamente la jornada de sus trabajadores. Si no entra, ni sale mercancía, el trabajo se reduce.
Aunque es algo que ya han solucionado casi al 100%. "Ya estamos exportando con normalidad. Nosotros trabajamos principalmente los cuatro grandes subtropicales: chirimoya, mango, aguacate y níspero", reseña García Gallardo. La empresa saca al mercado más de 12 millones de kilos de producto, de los que un 45-50% es exclusivamente para exportación.
Ahora mismo se encuentran inmersos en plena campaña del aguacate, y sus instalaciones vuelven a respirar el trasiego de la plantilla revisando, lavando, paletizando o preparando el producto para su exportación. Depende del día están dando salida a una media de 120.000 kilos semanales.
La subida del gas beneficia al pepino
A la huelga del transporte se le suman los altos costes de producción que tienen que asumir los propios agricultores en muchos de los casos, así como las distintas empresas comercializadoras. Subida de productos, de gasoil y de energías. Algo que no a todos les ha sentado mal.
El secretario de COAG, Miguel Monferrer, expone que en la campaña de hortícolas están teniendo buenos resultados gracias al incremento del precio del gas. Productos como el pepino holandés, cultivo importante en la costa y que cuenta con unas 4.000 hectáreas, ha experimentado una subida en el precio. "Si a principio de la campaña, por octubre, se rozaba el euro, un precio que de por sí está muy bien, ahora que queda poco está sobre 1,30 o 1,40 euros".
Monferrer asegura que esto se debe a la subida del precio del gas. "En Holanda y Francia, a donde exportamos principalmente, utilizan la calefacción y el gas para los cultivos, y eso nos ha favorecido porque no se ha plantado prácticamente nada en esa zona por los precios tan elevados".
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