La cuna de las estrellas masivas desvela sus misterios a través de la observación en infrarrojo
Astronomía
El proyecto está liderado por el Instituto Andaluz de Astrofísica
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Granada/Un equipo internacional de científicos, liderado por el Instituto Andaluz de Astrofísica (IAA-CSIC), ha llevado a cabo una observación en infrarrojo de alta resolución de la región de formación estelar AFGL 5180, reconocida como la cuna de varias estrellas masivas. Esta investigación ha posibilitado realizar un detallado censo de estrellas en dicha región.
Los resultados del estudio, recientemente publicados en 'Astronomy & Astrophysics', también han revelado la presencia de numerosos flujos de gas expulsados por las estrellas, así como la compleja morfología de la región, según informó el lunes el Instituto de Astrofísica de Andalucía.
El desconocimiento de las primeras etapas de las estrellas masivas se debe a varios factores, entre ellos a su escasez o a su formación dentro de regiones oscurecidas por el polvo.
Según Samuel Crowe, investigador del IAA-CSIC y de la Universidad de Virginia, que encabeza el trabajo, uno de los principales logros es que han podido emparejar datos infrarrojos de muy alta resolución sobre los flujos que emanan de estas protoestrellas con datos submilimétricos de 'Alma' que revelan las propias protoestrellas, "todavía profundamente embebidas en sus envolturas natales"
"Este intrincado conjunto de datos nos brinda una visión detallada de una región de formación estelar masiva, que nos ayudará a comprender cómo surgen y evolucionan estas regiones", explica.
El trabajo ha permitido identificar un total de doce fuentes o posibles protoestrellas, todas ellas aún contenidas en sus envolturas.
Destaca el objeto S4, más masivo y brillante que el resto con una masa de más de once veces la del Sol, del que emana un chorro en estas fases iniciales.
La mayoría de las protoestrellas se concentran en dos cúmulos, y se han hallado evidencias sólidas de la existencia de numerosos chorros.
Los investigadores han combinado datos del Telescopio Espacial Hubble (HST) y el Gran Telescopio Binocular (LBT), dos gigantes infrarrojos de esta era.
Este conjunto de datos ha permitido observar el corazón de la formación estelar masiva a una resolución de solo doscientas veces la distancia entre la Tierra y el Sol.
Han descubierto más de 40 componentes de los chorros en la región, detalla Rubén Fedriani, investigador del IAA-CSIC, que colidera el trabajo.
Según los autores, este trabajo muestra el potencial de la observación en infrarrojo de regiones de formación de estrellas masivas como AFGL 5180, que permitan por fin discriminar entre los dos modelos que buscan explicar cómo nacen las estrellas gigantes: el modelo competitivo, que predice que se forman en cúmulos muy concentrados rodeadas de protoestrellas de menor masa, y el modelo de acreción del núcleo, que plantea que las estrellas muy masivas pueden formarse tanto en aislamiento como en regiones estelares densas.
Fedriani concluye que aunque los resultados de este trabajo son "prometedores", hacen falta más observaciones de regiones similares para poder discriminar entre un modelo u otro.
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