Las fuertes lluvias dejan a los vecinos del Pinar con fincas arrasadas, caminos destruídos y sin agua potable
Sucesos
Han solicitado ayuda a las administraciones para intentar volver a la normalidad, por el momento el Ayuntamiento suministra a los vecinos afectados agua embotellada
Granada/Nunca llueve a gusto de todos. Los vecinos de Granada miran al cielo a la espera del agua invernal para abastecer a los acuíferos y regar los campos, pero las intensas lluvias caídas en los últimos días han ocasionado importantes daños en Ízbor y Acebuches, municipios de Pinos del Valle. Infraestructuras dañadas, caminos destrozados, coches y furgonetas atrapadas en el barro y fincas de cítricos y subtropicales perdidas por completo. Los últimos meses han sido una auténtica pesadilla para los vecinos del Pinar, primero las llamas del incendio de Los Guájares que destruía todo a su paso, y ahora las grandes riadas ocasionadas por las lluvias que arrasan todo a su paso.
Desde el pasado vienes los vecinos del pueblo miran al cielo con desesperación, la fuerte lluvia ha provocado daños importantes, muchas de sus fincas agrícolas, las infraestructuras de caminos e incluso sus vehículos se han visto afectadas y agravadas por el arrastre ocasionado por la falta de vegetación en la sierra a consecuencia del incendio.
Fincas que han cambiado su fisonomía y que ahora están cubiertas de piedras de gran tamaño, ya casi ni se diferencia dónde empieza una propiedad y acaba otra, ha quedado todo arrasado. Los frutales -naranjos, aguacates o limones entre otros- podrían perderse al tener una capa de tierra de más de un metro que les impide "respirar" en condiciones, otros sin embargo han quedado directamente enterrados y han surgido varios ríos con abundante agua que atraviesa los cultivos.
En la zona, trabajan las máquinas sin descanso para intentar liberar varios de los caminos destrozados. La previsión de lluvia de los próximos días ha puesto en marcha la cuenta atrás del reloj, la prioridad en estos momentos es intentar sacar los coches de los vecinos que se han quedado medio enterrados o que no pueden moverse por la cantidad de barro.
El alcalde de El Pinar, Francisco Titos, explica a Granada Hoy que "el viernes por la tarde las fuertes riadas originadas por la lluvia dieron a parar a varios barrancos que confluyen en el núcleo de Izbor, arrastrando todo a su paso. Parte del polideportivo se inundó, se ha reventado la tubería que suministra de agua potable al pueblo, y ha arrastrado grandes piedras por el barranco hasta las fincas de los vecinos. Se lo ha llevado todo a su paso".
Los vecinos no pueden utilizar el agua potable, desde el Ayuntamiento se les está facilitando a los algo más de 200 habitantes agua embotellada hasta que todo vuelva a la normalidad. "Hemos mandado varias muestras a Sanidad para que las analicen, hasta que no den su visto bueno, aconsejamos que nadie utilice el agua de los grifos, de hecho, ahora mismo el agua sale un poco turbia", señala Titos.
Al hilo, adelanta que ya se han puesto en contacto con la Diputación de Granada para solicitar una cuba de agua potable para poder suministrar a los vecinos. "Si esta agua que ha caído lo hubiese hecho en circunstancias normales, es decir, antes del incendio, no tendrías el problema que tenemos ahora. No es la primera vez que llueve así, sin embargo, la tierra absorbe parte del agua, ahora como está todo quemado, todo lo que ha caído ha bajado arrasando".
Mientras las máquinas trabajan, los vecinos afectados miran con impotencia lo que han perdido. "Esto es una ruina. Todo ha quedado enterrado en barro, y la lástima es que la lluvia del fin de semana fue bonita, estábamos esperándola y no fue muy fuerte, sin embargo, mira todo lo que ha conllevado. El problema ha sido el monte, que al estar quemado se ha venido todo entero abajo", lamenta María del Carmen Peregrina, dueña de una de las fincas afectadas.
"Los aguacates se han echado a perder, están enterrados en barro y el tronco tiene que estar libre porque si no se ahoga", cuenta mientras mira los destrozos y apunta que estos subtropicales llevan plantados toda la vida.
No saben cómo solucionarlo. "El problema no es lo que se ha perdido, es que no sabemos qué hacer, aquí hay ahora mismo unos cuantos metros de tierra y piedras de más, esto no lo podemos mover nosotros solos. Nuestra preocupación hasta hace unos días era la de sacar adelante nuestras plantas, porque es nuestro sustento económico, y ahora no sabemos cómo vamos a seguir adelante", añade Peregrina.
Por otra parte, Carlos Ignacio Martín, habla con el operario de la máquina. Él no se encontraba en la finca cuando todo sucedió, pero sí que tenía aparcada su camioneta, su medio de transporte para trabajar, y el barro impide que pueda sacarla. "El resto me da un poco igual, pero necesito sacar la furgoneta de aquí para trabajar, y más sabiendo que hay previsión de nuevas lluvias".
Los vecinos miran con resignación. "¿Qué le vamos a hacer? No sirve de mucho lamentarse", señala un vecino mientras ve los trabajos que está haciendo la máquina por abrir un camino, "ahora mismo solo hemos estado viendo la forma de sacar a los animales y los coches de aquí, lo demás ya se verá con el tiempo".
Aún les queda un largo trabajo por delante, el Ayuntamiento intenta tocar todas las puertas posibles para pedir ayuda, y mientras asiste a los vecinos de Ízbor y Acebuches ayudando en la retirada del fango, facilitando agua potable y pidiendo ayuda a las distintas administraciones.
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