iznalloz, belleza entre olivos

La granada del siglo XXI

La Cueva del Agua, una de las mejor conservadas de Andalucía, es uno de sus símbolos más reconocidos

iznalloz, belleza entre olivos
iznalloz, belleza entre olivos

Los acatuccianos conservan de su pasado romano el gentilicio aunque el nombre de su pueblo poco o nada tenga que ver con ello. Iznalloz tomó su nombre del árabe Hisn Allauz, que significa Castillo del Almendro, pero sus residentes siguieron llamándose igual que cuando el terreno era conocido como la ciudad Acatucci. Rodeado por la Sierra de Arana sin duda este pueblo, de la comarca de los Montes Orientales, que se sitúa a unos 35 kilómetros de la capital granadina, ofrece a los visitantes una gran cantidad de atractivos, que desde el municipio han sabido potenciar y dar a conocer en los últimos años. Y es que si hay lugares en los que sus vecinos tienen que optimizar al máximo los pocos recursos de los que disponen, en este caso, los recursos son muchos y sólo hay que tratar de darlos a conocer.

Las calles resultan bonitas, las casas blancas y los vecinos agradables y hospitalarios, mientras presumen de su cueva o de su museo, de lo que han crecido y de cómo a pesar de todo conservan, casi intactas sus tradiciones. Más de siete mil acatuccianos pueblan estas viviendas, y al término hay que unirle dos anejos, que tienen carácter de entidades locales autónomas (ELAS), Dehesas Viejas, que dejó de ser independiente hace menos de cuarenta años, y Domingo Pérez. Para los que viven en cualquiera de los puntos de la localidad, el campo, la agricultura y especialmente el olivar continúan hoy siendo el principal motor económico.

El aceite de la zona es además uno de los más apreciados de la provincia y goza del reconocimiento de la Denominación de Origen de los Montes Orientales, lo que le da un carácter diferenciador y de calidad, que hace que sea conocido en todos los mercados nacionales. Para los que lo han trabajado siempre y llevan generación tras generación recolectando esta aceituna la denominación no es más que el reconocimiento a lo que ellos siempre habían conocido.

El sector servicios es otro de los puntos fuertes de Iznalloz. La localidad, capital de la comarca de los Montes Orientales, alberga la mayoría de las oficinas públicas de la zona, lo que hace que la actividad durante la semana sea bastante acusada, por lo que proliferan restaurantes y bares, que aprovechan las idas y venidas de los vecinos de otros pueblos.

Asimismo la industria comienza a despuntar y es una apuesta del Consistorio. En este sentido señalan que están buscando inversores para desarrollar el polígono industrial de la localidad, que se encuentra además en una situación privilegiada, entre la A-44 y la futura vía que unirá Iznalloz y Darro.

El turismo y los atractivos naturales tanto para la práctica de deportes como para viajes escolares o visitas culturales, ha sido otros de los puntos que comienza a contribuir, cada vez de forma más efectiva, al crecimiento de Iznalloz. El puente romano o el museo micológico ofrecen a los turistas alternativas interesantes y muy distintas para dar respuesta casi a cualquier tipo de interés. El senderismo, la escalada o el rappel son algunos de los deportes que se pueden practicar en los peñones, tajos y cerros que lo rodean. El complejo recreativo de El Sotillo que acoge muchos de estos atractivos es hoy en día un lugar de visita habitual para los escolares de la provincia y para cualquier amante de la naturaleza, que quiera disfrutar de la tranquilidad y de un lugar adaptado a las necesidades de los visitantes.

Junto a toda esa diversidad se encuentra la Cueva del Agua, quizás el lugar más conocido y visitado de Iznalloz. Se trata de una de las grutas mejor conservadas de toda la comunidad andaluza y que han hecho el municipio conocido fuera de la provincia de Granada. Y seguramente es también uno de los primeros lugares que los acatuccianos invitan a conocer cuando se pone un pie en la localidad, aunque las visitas están restringidas al cumplimiento de una serie de parámetros para evitar que se dañe el ecosistema.

No obstante siempre ha existido la intención de un proyecto que potencie turísticamente la zona, pero de una forma sostenible que respete la singularidad del lugar y no afecte a su conservación. Según el Ayuntamiento el plan turístico para la Cueva podría estar listo en dos años. Entre olivos, montaña y belleza surge un municipio que no deja indiferente al que lo visita y que resulta cómodo, tranquilo e incomparable para el que vive en él.

stats