Localizan al ladrón de 1.500 kilos de aceitunas porque perdió su teléfono móvil en el lugar del delito

Granada/La Guardia Civil de Granada, en el marco de la Operación Olivarera 2024, ha detenido a un individuo de 36 años de edad, con numerosos antecedentes policiales, como presunto autor del hurto de 1.500 kilos de aceituna en una explotación agrícola del municipio de Chauchina. Una detención y posterior investigación que fue posible gracias a un descuido, y es que el ladrón se dejó su teléfono móvil en la escena del crimen.

El hurto de la aceituna se produjo en el paraje El Merre el pasado día 7 de enero. El detenido aprovechó que los jornaleros habían acabado su jornada y que ni el propietario ni las personas contratadas para guardar la aceituna estaban en ese momento en el olivar, para sustraer mil quinientos kilos de aceituna ya recolectada que había en un contenedor situado en el interior de finca.

El propietario de la explotación denunció el hurto en el acuartelamiento de la Guardia Civil de Santa Fe y entregó a los agentes del equipo Roca un teléfono móvil que apareció junto al contenedor del que fue sustraída la aceituna, que no pertenece a ninguno de los trabajadores de la finca.

Los investigadores iniciaron una pesquisa con dicho teléfono móvil, averiguaron que el propietario es un conocido delincuente, y comprobaron después que este individuo había vendido la aceituna sustraída en un conocido punto de compra del municipio de Pinos Puente.

Mientras dure la campaña de recolección de aceituna, la Guardia Civil recomienda iniciar el trabajo en las áreas más próximas a los caminos y carreteras, y evitar dejar la aceituna recolectada en el lugar y guardar también la maquinaria y demás utensilios en el campo, ya que son una tentación para los ladrones.

También recomiendan trasladar lo antes posible la aceituna recolectada a la almazara, a un depósito o al punto de compra, y si no fuera posible, adoptar las medidas de autoprotección más adecuadas.

En caso de producirse el robo de la materia prima o de los artilugios usados para recogerla, informar por el medio más rápido de cualquier robo o hurto, así como de la presencia de personas o vehículos que por su actitud puedan resultar sospechosas, y tener a mano y facilitar a las personas que trabajan para los dueños del campo los teléfonos de contacto de la Guardia Civil.