Medio centenar de niños con autismo disfrutan de una escuela de verano en los Centros Sociales de Diputación de Granada

Granada/Los Centros Sociales de la Diputación de Granada acogen este año la escuela de verano de la Asociación Mírame, la asociación de apoyo a familias y personas con trastornos del espectro autista de Granada, que en este mes de julio reúne a 50 niños de toda la provincia con edades comprendidas desde los 3 a los 16 años para realizar actividades deportivas y educativas, y que esta época estival sea más amena para ellos y sus familiares.

El presidente de la Diputación de Granada, Francisco Rodríguez, acompañado del diputado de Centros Sociales, Mayores y Juventud, Roberto González, ha realizado una visita a estos campamentos de verano, que pueden hacer uso de la cafetería y la sala de audiovisuales de la Residencia de Mayores La Milagrosa, las zonas verdes frente a la misma, la cafetería del Edificio La Casita (ubicada frente a Casa Cuna), y de las áreas de esparcimiento adyacentes y la piscina terapéutica del Centro Psicopedagógico Reina Sofía.

El objetivo principal de esta escuela de verano es ofrecer un espacio de participación lúdica adecuado a las necesidades específicas de las personas con trastorno del espectro autista (TEA), al mismo tiempo que facilita la conciliación de la vida familiar y laboral de sus padres. Esta iniciativa es plenamente compatible con la política social de la Diputación de Granada, que se centra en fomentar la convivencia de personas con dependencia física, psíquica o social.

Además, la realización de la iniciativa, por primera vez en los Centros Sociales de la Diputación, no supondrá ningún coste para la Asociación Mírame, con lo que la institución provincial reafirma así su compromiso con el apoyo y la solidaridad hacia esta causa.

“Nuestros Centros Sociales son espacios abiertos que promueven el desarrollo personal y ofrecen atención sociosanitaria interprofesional. Aquí conviven temporal o permanentemente personas mayores con algún grado de dependencia y personas con discapacidad que, por diversas circunstancias biopsicosociales, no pueden permanecer en su domicilio. La escuela de verano que visitamos hoy es una oportunidad magnífica para fomentar las relaciones intergeneracionales entre los mayores y los jóvenes, e incluso niños, que participan en ella, así como para el intercambio de experiencias profesionales entre nuestro personal técnico, educativo y de cuidado, y las familias y profesionales de la Asociación Mírame”, ha destacado el presidente de la institución provincial.

Además, Rodríguez ha subrayado el compromiso de la Diputación con la inclusión y el apoyo a las familias y personas con TEA, expresando que “nuestra institución está firmemente comprometida con el colectivo. Queremos estar cerca de estas familias, ofreciendo recursos que favorezcan su conciliación y espacios para que sus hijos puedan disfrutar de actividades que enriquezcan sus vidas y les proporcionen bienestar. Estamos orgullosos de colaborar con la Asociación Mírame en esta maravillosa iniciativa”.

Por su parte, la presidenta de la Asociación Mirame, Concepción Siles, ha indicado que “hemos buscado un espacio alternativo y estamos muy agradecidos con la Diputación porque de no ser por su colaboración no podríamos haber desarrollado esta escuela de verano. Este plan es fundamental para la conciliación de las familias y el propio disfrute de los chicos”.