El nuevo CATE de Motril, cerca del final
Inmigración
Está prácticamente terminada la habilitación de los nuevos módulos para acoger inmigrantes
Motril/El actual Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE) que hay en el Puerto de Motril tiene los días contados, al estar prácticamente terminada la habilitación de los nuevos módulos que se van a utilizar para este fin y que van a tener mejores prestaciones y mayor capacidad de acogida.
Un centro que una vez concluida la primera fase, que se inició en julio, consistente en el allanado del suelo, así como el cerramiento de la parcela que tiene unos dos mil metros cuadrados, que fueron cedidos por la Autoridad Portuaria de Motril en base a un convenio de colaboración entre este organismo y la Secretaría de Estado de Seguridad –dependiente del Ministerio del Interior. Así como la colocación de los distintos módulos prefabricados con diferentes espacios en los que se encuentra dividido , estaría tan sólo pendiente de la realización de las distintas canalizaciones para los suministros de agua, luz, así como de saneamiento que hasta el momento no se han podido hacer debido al movimiento de personal que hay en estas fechas en las cercanías de la zona por la llegada y salida de pasajeros.
Un CATE de características similares al que se ha realizado en Málaga, que a parte de los módulos de acogida para inmigrantes dispondrá de una zona administrativa para realizar los trámites legales, así como unos espacios diferenciados para los dormitorios de los hombres, mujeres y niños, también con unos aseos diferenciados.
También tendrá una importante mejora para la estancia de los agentes que se encuentran en el lugar. Y cumplirá todas las condiciones de habitabilidad precisas tanto para las personas que lleguen como para los funcionarios que presten servicio en él además de tener un espacio en el interior para la Cruz Roja.
El nuevo centro, del que no se sabe si tendrá un carácter definitivo o si estará en funcionamiento tan sólo mientras se realizan las obras que el Ministerio del Interior tiene previsto realizar para mejorar y ampliar el actual, se encuentra en una zona de acceso restringido y situada en el interior del Puerto de Motril, en la parte final del muelle de Levante, muy cerca del centro de acogida actual y junto a las dependencias de atención de la Cruz Roja y donde habitualmente desembarcan las guardamares de Salvamento Marítimo, por la gran altura que tienen.
De esta forma vendría a cumplirse el plazo dado a conocer a finales del año pasado durante una visita al Puerto de Motril por parte de la fiscal Superior de Andalucía, Ana Tárrago, que anunció la construcción del nuevo centro y que sustituirá a los dos actuales –la antigua instalación que se sigue utilizando y los módulos prefabricados habilitados para tal fin–, con una capacidad para más de 200 personas.
Este centro será por lo tanto el tercero que se utilice para la acogida de personas llegadas en patera, tras la realización de forma provisional, el verano pasado, también en el interior del Puerto de Motril de un campamento de tiendas de campaña que fue montado por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y posteriormente habilitado con módulos prefabricados.
Este CATE podría haber estado ya terminado el año pasado ya que inicialmente se aprobó la construcción por parte del gobierno central en unos terrenos ubicados en el exterior del Puerto junto a CLH, pero tras la polémica ocasionada por los vecinos del Varadero, el Consistorio motrileño denegó la autorización para la construcción al encontrarse en una parcela que era de su propiedad.Y de igual forma advirtió de que no iba a permitir la construcción de ningún centro de inmigrantes en el municipio.
Un nuevo lugar de acogida que se hacía necesario tras las reclamaciones realizadas desde los sindicatos policiales, así como las demandas planteadas por el Defensor del Pueblo, y diferentes colectivos sociales pidiendo la reforma o cierre del actual centro al no cumplir las medidas de seguridad y salubridad necesarias.
La construcción de un CIE ya levantó polémica en Motril cuando el Gobierno anunció una inversión superior a los tres millones para la transformación del antiguo acuartelamiento del EVA 9 en un centro de internamiento de inmigrantes, lo que motivó que tanto asociaciones de vecinos como colectivos sociales se manifestaran en numerosas ocasiones y que el consistorio paralizara la realización de las obras. Asimismo, durante varios meses patrullas vecinales estuvieron en la zona vigilando que se mantuviera la no ejecución.
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