Las obras del AVE entre Granada y Antequera obligarán a cambiar la ubicación de una línea de alta tensión
Un tramo de 6,6 kilómetros de la línea Íllora-Tajo de la Encantada será modificado por las afecciones al proyecto de construcción de la doble vía y de la Variante de Loja
Adif empieza a construir el primer tramo de la Variante de Loja once años después del último
Granada/Las obras que Adif y el Gobierno de España realizan en la Variante de Loja y para la construcción de la doble vía entre Granada y Antequera no sólo están obligando a modificar terrenos. Servicios básicos como la electricidad se van a ver afectados, con modificaciones de las líneas ya existentes para poder adaptar el paso de las obras del futuro ferroviario granadino. Este es el caso de la línea de alta tensión Íllora-Tajo de la Encantada, que va a necesitar modificar un tramo de más de seis kilómetros por el paso de las vías.
Red Electica de España, titular de la línea de alta tensión, ha solicitado a la Junta de Andalucía, según ha podido consultar este periódico, la autorización previa, la autorización de construcción y la declaración de utilidad pública de un tramo de 6,6 kilómetros para cambiar el actual recorrido de los cables, y la ubicación de 13 torres de soporte en los términos municipales de Loja y Salar, en la comarca del Poniente de Granada, para desviar todo el trayecto del cableado y que este no afecte a las obras ferroviarias de la Variante de Loja y de la doble vía entre la capital granadina y Antequera.
Se desviará un tramo de algo más de cinco kilómetros para alejarlo de la zona ferroviaria nueva que ya se está creando en la zona. Por ello, la modificación supone un incremento de un kilómetro de distancia más hasta volver a unirlo con la línea ya existente. El presupuesto de la actuación está fijado en 4,12 millones de euros.
De esta forma, la Junta de Andalucía publicó el pasado 14 de octubre la relación de bienes y derechos que se van a ver afectados por esta modificación solicitada por Red Eléctrica de España. En total, 63 parcelas, entre las que se encuentran terrenos agrícolas y edificaciones agrarias, olivares, vías de dominio público y algunas tierras pertenecientes a las orillas de arroyos y ríos, se ven ahora afectadas por la modificación de la línea ya existente.
Serán 45 las parcelas afectadas en el término municipal de Loja, y 18 en el de Salar. Los titulares van desde propietarios individuales a empresas, ayuntamientos, la Junta o incluso la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Entre los afectados también hay parcelas por las que ya pasa actualmente la línea, a las que se accederá para el desmontaje de la misma.
Ahora comienza un periodo en el que se somete a información pública la declaración de utilidad pública de estos terrenos. Los propietarios de los mismos, así como otros interesados, pueden recurrir esta declaración. Si las alegaciones finalmente son desestimadas, se iniciará la expropiación, o bien forzosa o bien de acuerdo con la empresa fijando un precio de compensación para la instalación de las 13 torres de apoyo y del cableado aéreo.
Las obras ya están en marcha
Mientras esta modificación se produce, las obras de la Variante de Loja ya están en marcha. Desde principios de octubre las máquinas trabajan en el tramo correspondiente al segmento de Riofrío, aún lejos del tramo de alta tensión que se cambiará. Las máquinas trabajan desde la semana pasada en los terrenos que ocupará la infraestructura con las primeras explanaciones de terreno entre Atajea y prácticamente la linde con la estación de servicio Los Abades, desde donde partirá el siguiente tramo, licitado a finales de julio y cuya adjudicación se espera para las primeras semanas del año 2025.
Estas labores, por el momento, no se acercan al tramo de la línea de alta tensión que será modificada, mucho más cercano a la fase que corresponde al tramo Variante de Loja-Valle del Genil, de 7,9 kilómetros (41,5% del total de la variante), con el proyecto todavía en fase de supervisión a consecuencia de la aparición de los restos de la Villa Romana de Salar y un presupuesto base de licitación estimado de obras por 330 millones.
Desde principios de este mes las obras ya son evidentes y se pueden ver a simple vista. En la zona más próxima al casco urbano de Riofrío, en un terreno de olivares entre la autovía A-92 y la carretera A-341, se ha 'limpiado' el ancho y se distingue claramente la traza que ocupará en el futuro la vía. Donde es más visible la actuación es dentro del primer kilómetro de la carretera autonómica A-341, poco después del nodo de conexión con la A-92, que da acceso a la pedanía lojeña de Venta del Rayo.
El tramo de la Variante de Loja-Riofrío consta de apenas 3,2 kilómetros para los que se requiere de una inversión de 49 millones de euros, aunque el presupuesto de licitación ascendía a 57 millones. De los tres tramos que quedan por construirse de la infraestructura, este es el menos complejo de todos ya que no requiere de la construcción de grandes estructuras como túneles o puentes, ya que discurrirá completamente por superficie. La obra más importante será la de la estación de Loja Alta Velocidad, situada casi al final de este tramo. Sin embargo, esta infraestructura es objeto de un contrato diferente, por lo que el cauce administrativo sigue en otros tiempos.
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