“Hemos perdido una parte importante de nuestro patrimonio natural, ¿quién nos va a querer visitar ahora?”
Incendio Los Guájares
Los ayuntamientos de la zona han iniciado una evaluación de daños para hacer una petición conjunta de declaración de zona catastrófica
Granada/Impotencia, rabia y mucho dolor entre los vecinos de Los Guájares, Pinos del Valle, Albuñuelas y El Valle que se han acercado hasta una de las zonas calientes del incendio que ha mantenido en vilo durante casi una semana a toda la provincia. Cerca de un centenar de efectivos del Plan Infoca continúan sobre el terreno trabajando en las labores de extinción, con el objetivo de enfriar los puntos calientes dentro del perímetro afectado, todo ello bajo la atenta mirada de los primeros vecinos que se atreven a subir para ver como ha quedado la zona.
En las primeras horas del día, dos grandes carteles prohibían el paso a la carretera que une Los Guájares con Pinos del Valle por la montaña. Sin embargo, muchos vecinos han subido hasta la Venta de la Cebada para ver con sus propios ojos un paisaje calcinado y desolador. Emilio, vecino de Pinos del Valle, no puede ocultar su tristeza tras comprobar la gran extensión quemada. "He venido a ver la catástrofe. Es impresionante, se te cae el alma al suelo. Cuando ves esto piensas que es imposible. De la noche a la mañana nos hemos quedado sin nada. Se ha trabajado mucho en la zona para arreglar el coto de caza, instalar bebederos y comederos para los animales, los agricultores han sembrado y no queda nada".
Sin parar de mirar al horizonte, ya que, desde lo alto, la visión del desastre muestra gran parte de su magnitud, cuenta que está todo quemado se mire por donde se mire. "Estos barrancos antes eran casi intransitables de la cantidad de vegetación que tenían, había una gran cantidad de pinos de repoblación y no ha quedado nada. Estoy sin palabras".
Poco después, Carmen y Paco, un matrimonio de Los Guájares, han llegado al mismo punto estratégico para comprobar los dos lados de la ladera. "A la zona del Valle y Los Guájares viene mucha gente a lo largo del año para hacer senderismo. Es uno de los grandes atractivos que tenemos y ahora hemos perdido una parte importante de nuestro patrimonio natural, ¿quién nos va a querer visitar ahora?", lamenta Carmen claramente afectada, mientras Paco no puede mediar palabra.
"Se va a tardar años y años en poder recuperar todo esto. Lo mismo sirve para aprender la lección y no llenar todo de pinos", añade esta vecina que asegura que las piñas han facilitado la propagación del fuego. "Las piñas se queman, recalientan y saltan, son unas grandes aliadas para extender el fuego".
Cristina, de El Valle de Lecrín, graba con su móvil la situación unos metros más allá. "Mis padres son mayores y querían ver cómo está la zona, así que estoy grabando para que puedan verlo. Es impresionante, entrando por el acueducto romano de Zazas empiezas a ver algún árbol quemado o zonas tiznadas, pero después de dos o tres curvas en la carretera cuando llegas a la zona 0 te quedas sin palabras. Es curioso como el fuego ha rodeado la Venta de la Cebada o el castillo, se ve perfectamente la dirección que han tomado las llamas en el suelo. Se ha quemado nuestro gran pulmón verde".
Seis días de "infierno" que han arrasado con más de 5.000 hectáreas de una zona de alto valor ecológico de la Costa de interior y El Valle de Lecrín. "Han sido días muy complicados, ver como el incendio ha ido evolucionando de forma desorbitada. En apenas 2 horas ardía nuestra sierra y se colaba en el límite con Albuñuelas y Pinos del Valle. La pérdida de nuestro patrimonio natural es desolador y los vecinos están bastante afectados", explica el alcalde de Los Guájares, Antonio Mancilla.
El responsable municipal añade que, por el momento no tienen conocimiento de que el incendio haya afectado a alguna vivienda, aunque si son muchos los vecinos que han perdido parte de sus fincas. "Un vecino de Guájar Alto tiene 13 hectáreas de aguacate y ha perdido 12, tiene la finca prácticamente calcinada, incluso ha estado a punto de perder la casa porque el fuego entró por una de las ventanas y se quedó a escasos 20 centímetros de la cama, si la calla llega a arder se le quema la casa entera".
"El fuego saltó la carretera como si fuera un gran dragón"
Días que han supuesto una verdadera desesperación para muchos vecinos que observaban a lo lejos, sin poder hacer nada, como el fuego iba devorando todo a su paso. "Desde el primer momento la dirección de la extinción del incendio estableció unas prioridades, la principal era atajar el fuego en la carretera de la Cabra, entre Los Guájares y Albuñuelas. En esa zona hay una gran masa forestal y de no haberse asegurado la zona, podríamos estar hablando de un incendio de 30.000 hectáreas perfectamente. Los profesionales dieron el callo y atajó el incendio, aunque los otros frentes siguieron activos la peligrosidad era menor", explica Mancilla.
Al hilo, lamenta que no se esperaban la evolución que tuvo el incendio los siguientes días. "Desafortunadamente el fuego saltó la carretera de Pinos del Valle, los bomberos forestales trabajaban a contrarreloj y sin descanso porque entendían que podían controlar ese foco. Dos concejales del Ayuntamiento se acercaron a la zona y vieron como de un momento a otro los que estaban allí tuvieron que salir corriendo porque se quemaban. Había llamas de más de tres metros, de buenas a primeras una gran llamarada, como si fuera un dragón, saltó la carretera. Aquello era espeluznante".
Aunque según los primeros cálculos realizados, Los Guájares ha sido el municipio más afectado con una pérdida de masa forestal de cerca de un 25% de su término municipal, los vecinos de la zona prefieren esperar a que todo pase y anuncien que todo ha terminado para empezar a pensar en cómo afrontar el futuro tras este devastador incendio que se ha convertido en el cuarto más grave de la historia de la provincia.
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