Las dos megaplantas solares de Granada que suman más de 900 campos de futbol de extensión dan los primeros pasos para expropiar sus terrenos

Granada/El 'boom' de las energías renovables en la provincia de Granada sigue imparable. A los proyectos de aerogeneradores y plantas solares que se reparten ya por todas las comarcas granadinas, se les suma ahora los dos grandes proyectos de plantas solares fotovoltaicas conocidos como 'Caparacena 220' y 'Caparacena 400', que se llevan desarrollando desde finales de 2022, y que instalarán placas en un total de 660 hectáreas de terreno entre las localidades de Moclin, Iznalloz y Píñar. Para hacerlo más visual, el equivalente es de una superficie total de 920 campos de fútbol. Ambos proyectos han iniciado ya el proceso para su declaración de utilidad pública, publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 2 de septiembre, que es el primer paso previo necesario antes de iniciar las expropiaciones de las parcelas que se verán afectadas.

El Gobierno de España, a través del Ministerio de Política Territorial y de la Subdelegación del Gobierno en Granada, ha informado del sometimiento a información pública de la solicitud de declaración de utilidad pública de las plantas solares fotovoltaica 'Caparacena 220' y Caparacena 400', ambas propiedad de las sociedades Dehesa PV Farm 03 y Dehesa PV Farm 04, filiales de Endesa. El nombre da lugar a engaños, y es que su denominación se debe a el lugar por el que se evacuará la energía generada, la subestación de Caparacena. Sin embargo, la 220 se ubica en Moclin y la 400 entre los términos municipales de Iznalloz y Píñar. Ambas tendrán una subestación de energía para recolectar la electricidad generada y una línea de evacuación para dirigirla hasta su destino final.

La de Iznalloz y Píñar será la segunda más grande de la provincia (tras la de Ventas de Huelma, que ya está en funcionamiento), tendrá 222,09 megawatios de potencia instalada y contará con una superficie de 480 hectáreas de placas solares, el equivalente a unos 670 campos de fútbol aproximadamente. Se ubicará próxima al Cortijo de Faucena, cerca del margen norte de Sierra Arana, pero no afectará a este espacio protegido. Además, se construirá una subestación eléctrica desde que saldrá una línea de evacuación de la energía generada que será de 28 kilómetros de largo, hasta enlazar con la subestación de la planta de Moclin.

La planta solar de Moclín es más pequeña, concretamente de 180 hectáreas, el equivalente a unos 250 campos de fútbol aproximadamente, y tendrá una potencia instalada de 93,2 megawatios. Se ubica en el límite entre los municipios de Pinos Puente, Atarfe y Colomera, en una zona de caminos rurales delimitada entre las carreteras GR-3413 al norte, GR-3408 al oeste y la GR-3412 al sur, conocida como las campiñas altas del norte de Granada. Su subestación de energía recogerá la generada por sus propias placas solares y la que le llegue desde Iznalloz, para después lanzarla por una nueva línea de evacuación, de seis kilómetros, hasta Caparacena, donde ya si se conectará a la subestación y podrá ser repartida por toda la red de media y alta tensión del país.

Ambas plantas solares ya cuentan con su correspondiente declaración de impacto ambiental favorable y tienen la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica para iniciar su construcción. Ahora comienza un periodo en el que se somete a información pública la declaración de utilidad pública. Los propietarios de los terrenos afectados, así como otros interesados, pueden recurrir esta declaración. Si las alegaciones finalmente son desestimadas, se iniciará la expropiación, o bien forzosa o bien de acuerdo con la empresa fijando un precio de compensación para la instalación de los módulos solares, la subestaciones y las líneas de evacuación. En total, ambos procesos afectan a 487 parcelas (403 para 'Caparacena 400', y 84 para 'Caparacena 220') de propietarios individuales, empresas, fundaciones o de propiedad pública ya sea de ayuntamientos, la Diputación, la Junta o el propio Gobierno.

La inversión económica para construir ambas plantas, las subestaciones eléctricas y las líneas de evacuación podría superar los 270 millones de euros. Se instalarán un total de 670.360 módulos fotovoltaicos entre ambas superficies (244.440 módulos fotovoltaicos en Moclin y 425.920 entre Iznalloz y Píñar). Además de los tres municipios ya mencionados, las líneas de tensión recorrerán los municipios de Deifontes, Albolote, Atarfe y Colomera, y serán las que más expropiaciones necesiten, puesto que en total cubren 34 kiloómetros de distancias (los 28 de la línea que une ambos parques fotovoltaicos y los seis hasta llegar a Caparacena).

Los ecologistas se oponen

En los últimos dos años en los que ambos proyectos han ido desarrollándose, la plataforma Ecologistas en Acción ha venido denunciando tanto su construcción como las afecciones que pueden tener al medio ambiente de estas zonas. Han presentado diferentes recursos de alzada que no han prosperado, y han asegurado que seguirán tratando de frenar ambas megaplantas solares.

En sus alegaciones, Ecologistas en Acción Granada "reitera la falta de idoneidad de la ubicación de las plantas fotovoltaicas autorizadas por su afección a los paisajes, la ocupación extensiva del suelo y el territorio, el modo de vida de las personas, la destrucción o alteración significativa de determinados ecosistemas y de su flora y fauna, entre otras cuestiones".

Sobre todo han puesto el foco en 'Caparacena 400', la megaplanta de Iznalloz y Píñar, por su cercanía a Sierra Arana y por las afecciones que tanto planta, subestación y línea de evacuación podrían tener sobre la fauna, teniendo en cuenta que esta zona protegida es el hábitat de una especie en peligro como el lince ibérico, además de "dos parejas reproductoras de águilas imperiales".

"El proyecto evaluado conlleva un impacto significativo muy relevante, de carácter acumulativo y sinérgico con otros que se desarrollan y desarrollarán en la comarca sobre el suelo, la fauna y el paisaje, y eventualmente sobre las aguas en el caso de utilizar herbicidas para el control de la vegetación espontánea", ha indicado también Ecologistas en Acción en sus alegaciones.

Además, según denuncian, este proyecto fotovoltaico "altera un modo de vida productivo sostenible" produciendo para el recurrente "desarraigo de la población rural con la correspondiente pérdida de población", dinámica que "es bastante significativa a pesar de su proximidad a la capital" granadina.