La natalidad cae en Granada muy por debajo de los niveles de la posguerra
En el primer semestre del 2022, nacieron 3.457 bebés, lo que supone un descenso significativo respecto a 2016
La natalidad del primer semestre del año es menos de la mitad que la de 1941
La caída de la natalidad es uno de los problemas a los que se tendrá que enfrentar la sociedad española en los próximos años y la provincia de Granada no es una excepción. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y consultados por este periódico, el primer semestre del año se cerró con un 18,4% menos de nacimientos (3.457) en la provincia que los registrados para el mismo periodo en 2016 (4.237), los últimos datos fraccionados por meses en la web del INE.
Esta caída viene a constatar ese descenso imparable en el número de alumbramientos, algo que queda también claro si miramos los datos de 1941, los más antiguos publicados por el instituto (y accesibles solo en PDF). De esta forma, la provincia de Granada ha perdido en algo más de 80 años un 61% de bebés, pues en los primeros seis meses de aquel año de la posguerra vinieron al mundo 8.888 niños y niñas en algún pueblo de la provincia.
Así, en el apartado dedicado a “nacidos vivos por meses y provincias” –por aquel entonces se producían muchas muertes de niños al dar a luz–, entre enero y junio de 1941 se contabilizaron en la provincia de Granada más de 5.000 nacimientos menos respecto al primer semestre de este año. En toda España, en ese periodo se registraron 276.839 niños vivos. En los datos más actualizados del INE dicho indicador es de 159.705, una diferencia abismal, pues supone casi la mitad.
Volviendo a las cifras más recientes, las de 2016, cuando la provincia se recuperaba de los estragos de la crisis económica, ha continuado los últimos ejercicios. Si el primer semestre de ese año se saldó en Granada con 4.237 nacimientos, en 2017 este dato fue de 3.877, una cantidad que se reduciría en la primera mitad de 2018 a 3.640. Al año siguiente, el cómputo hasta junio se saldaba con 3.705 alumbramientos, lo que supuso una leve mejoría, aunque fue tan solo un espejismo, pues en 2020 el número de nacimientos cayó bruscamente hasta los 3.457 entre enero y junio.
El INE también permite desagrupar las cifras de nacimientos por grupos de edad de la madre. Así el que alcanza los mayores registros es el comprendido entre los 30 y 34 años y los 35 a 39, que empatan con 913 nacimientos en los primeros seis meses de este año. El siguiente grupo de edad, con 686 nacimientos, es el de 25 a 29 años. A partir de aquí la diferencia es bastante considerable, pues el siguiente grupo de edad es el de 20 a 24 (334), el de 40 a 44 (299), de 15 a 19 años (100), de 45 a 49 (22), de mayores de 50 (3) y, finalmente, las de menores de 15 (2).
Aunque con el correspondiente descenso, el ranking apenas varía con lo marcado hace seis años. En los primeros seis meses de 2016, fueron las mujeres de 30 a 34 años las que más hijos tuvieron (1.430), seguidas por las de 35-39 años (1.141). Le siguen, a notable distancia, las mujeres con edades comprendidas entre 25 a 29 años, 20 a 24, 40 a 44 años, 15 a 19 años y finalmente, las de 45 a 49 años. Según los datos facilitados por el INE para este periodo, no se produjeron alumbramientos entre mujeres con menos de 15 años ni con más de 50.
De cualquier forma, esta bajada tan drástica de la natalidad ya se inició hace 14 años con la irrupción de la crisis financiera a finales de 2007. Aunque frenó su caída a mitad de la década pasada, cuando se produjo cierta recuperación, no ha recuperado los valores de principios del siglo XXI, una época marcada por la bonanza económica. Ni parece que la reversión sea posible a corto plazo. Esta coyuntura dibuja una pirámide poblacional con la base cada vez más pequeña y que tiene numerosos efectos.
Uno de ellos se evidencia en el ámbito educativo. La merma de niños provoca el cierre de aulas en muchos colegios y el reajuste en la oferta de escolarización. Empezando por el primer ciclo de Infantil, el de 0 a 3 años, que ha comenzado ya el curso escolar. Cada vez son más las escuelas que prestan servicio en dicha etapa que se encuentran con serias dificultades para cubrir mínimamente las plazas disponibles.
Según datos de la Coordinadora de Escuelas Infantiles de Andalucía (CEIA), correspondientes al pasado julio, en la provincia de Granada la oferta de escuelas infantiles (privadas, de convenio y públicas) la conforman más de 12.000 puestos. De ellos, hay ocupados 8.500, es decir, quedan 3.500 libres. O lo que es lo mismo, un 30% de la oferta está vacante.
Dicho porcentaje, aunque es bastante elevado y tiene importantes consecuencias para las escuelas, resulta menor al registrado el curso anterior, que alcanzó más del 32%. Debe recordarse que el ejercicio pasado aún estaban vigentes medidas anti Covid y que las cifras de contagios, en las fechas actuales, continuaban bastante altas, lo que provocaba el rechazo de muchas familias a escolarizar a sus hijos en estos centros.
En los colegios también la bajada de la natalidad ha sido fuente de polémicas entre la Administración educativa –en este caso la Junta de Andalucía–, que en los últimos años ha cerrado aulas por la falta de demanda, y los sindicatos y AMPA, que han pedido en reiteradas ocasiones que se aproveche este descenso para reducir la ratio (el número de alumnos por clase).
La disminución de los nacimientos empieza a afectar también a los institutos, donde se matriculan los adolescentes de una época de escasa natalidad.
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