Salud autoriza la reapertura del consultorio de Darro, cerrado por goteras debido a un piso okupa

El consultorio médico de Darro ha reabierto hoy sus puertas tras dos semanas cerrado debido a las goteras provocadas por las filtraciones procedentes de la planta superior del edificio, okupado ilegalmente por una familia, lo que dejó a los vecinos sin centro de salud, una situación que obligó a los vecinos de este pueblo, de unos 1.500 habitantes, a desplazarse al consultorio médico de Purullena, situación que se ha solventado ahora con el arreglo de los desperfectos, lo que ha llevado a Salud a autorizar su reapertura, ha explicado a Efe el alcalde, Manuel Blas Gómez.

La derivación al consultorio de Purullena, un municipio ubicado a unos 12 kilómetros de Darro, se produjo hace dos semanas ante la imposibilidad de utilizar una de las salas del centro de salud debido a las goteras procedentes de la planta superior, cuyas tuberías se encuentran en mal estado.

El consultorio se ubica en la planta baja de un edificio de dos plantas propiedad municipal. La de arriba era utilizada hace 30 años como vivienda del médico. Con posterioridad se destinó a centro de adulto, pero hace años dejó de tener uso debido a las malas condiciones en la que se encuentra. El pasado 8 de agosto, una familia con dos hijos menores okupó la vivienda y desde entonces reside allí y mantiene que "no tienen adonde ir".

El Ayuntamiento ha denunciado la situación ante la Justicia y ahora se está a la espera de que los juzgados fijen una fecha para la vista. "Cuando ocuparon el edificio, se habló con la Guardia Civil para ver si ellos podían desalojarlo, pero al haber niños pequeños con esta familia no se pudo, y hemos tenido que judicializar el caso", comentaba hace unos días el regidor a este periódico.

Según ha destacado Gómez, el consultorio médico sólo operaba en la planta baja, por lo que la parte superior fue cerrada por el Consistorio para evitar, precisamente, que se pudiera producir una situación como la que finalmente se ha dado. "Los accesos estaban tapados, sellados, la puerta puesta y una reja también. Y aún así entraron. He visto que hablaron con la televisión asegurando que la planta alta estaba abierta, pero no era así", ha denunciado.

A pesar de producirse la ocupación, los sanitarios pudieron continuar ejerciendo su labor en la planta baja hasta que comenzaron a aparecer los desperfectos desde el techo provocados por los habitantes. Se produjo una gotera de agua, comenzaron a salir humedades en las paredes, y se hizo imposible que los sanitarios trabajaran allí, ya que los desperfectos afectaban tanto a trabajadores como a pacientes. Por ello se decidió alojar temporalmente a los médicos en el consultorio de la vecina localidad de Purullena, con los inconvenientes que esto causa a la ciudadanía.