Los vecinos de Atarfe denuncian apagones diarios y falta de suministro en plena ola de calor
La alcaldesa, presente en el acto de protesta, asegura que en el municipio confluyen deficiencias en la infraestructura, nuevos clientes de un área vulnerable pendiente de legalizar y operaciones contra los enganches
Los apagones afectan a núcleos, diseminados y barrios completos como Caparacena, Sierra Elvira o el barrio de Santa Amalia
Vecinos de Atarfe se han concentrado este martes ante la sede de Endesa para denunciar la falta de suministro y los cortes de luz diarios que sufren, especialmente desde una operación antidroga, y subrayar el impacto de esos apagones en plena ola de calor. Liderados por la alcaldesa, Yolanda Fernández (PSOE), y el abogado de los afectados, Francisco José Labras, un grupo de vecinos se ha concentrado para exigir soluciones urgentes a los cortes de luz que sufren a diario.
Fernández ha apuntado que en el municipio confluyen deficiencias en la infraestructura, nuevos clientes de un área vulnerable pendiente de legalizar y operaciones contra los enganches ilegales. Precisamente una intervención de la Guardia Civil contra la producción de droga con defraudación de fluido conllevó hace un mes que se desmantelasen algunas redes eléctricas, lo que ha debilitado el fluido que llega a la zona.
El Ayuntamiento ha solicitado a Endesa que facilite conexiones a las viviendas en proceso de legalización urbanística cuyos dueños quieren firmar un contrato para agilizar los trámites y ha solicitado también la mediación del Defensor del Pueblo.
Los apagones afectan a núcleos, diseminados y barrios completos como Caparacena, Sierra Elvira o el barrio de Santa Amalia y se han convertido en especialmente graves por las temperaturas de más de 40 grados de los últimos días.
El letrado de los afectados ha recalcado que la falta de electricidad afecta a clientes que pagan sus facturas pero que sufren cortes de luz que averían sus electrodomésticos y generan pérdidas.
Como ejemplo del impacto de los apagones, Yolanda Castillo ha explicado que ha tenido que comprar un generador y una batería para garantizar que su padre, con cerca de 90 años, pueda hacer uso del oxígeno que necesita cuando cae el suministro.
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