“Aquí no luchamos por medallas, luchamos por vidas”
Entrevista
La Fundación cumple tres años liderando una revolución en la atención integral al paciente oncológico, combinando ejercicio físico, nutrición y apoyo psicológico a los que padecen cáncer
En el verano de 2021, una idea sembrada en el corazón de Jesús Candel, un médico diagnosticado con cáncer de pulmón en estadío 4, se convirtió en realidad. Él sabía que el ejercicio físico, junto a un enfoque integral, podía mejorar su calidad de vida y reducir los estragos de los tratamientos oncológicos. Pero Jesús no quiso quedarse con esta herramienta para sí mismo; su visión, junto a su amigo Javier Cánovas era extenderla a todos los pacientes oncológicos. Así nació la Fundación UAPO (Unidad de Apoyo al Paciente Oncológico), con sede en Granada, una iniciativa única en el mundo que hoy atiende gratuitamente en torno a 1.000 pacientes semanales en España, alredededor de 400 de ellos en Granada.
A pesar de que a Jesús le pronosticaron solo dos meses de vida, logró extender su existencia dos años más. Aunque no llegó a ver el despegue completo de su fundación, su legado sigue vivo a través del esfuerzo de Javier Canóvas, quien asumió la dirección general y ha logrado formar un equipo interdisciplinario y altruista. Hoy, Fernando Parra Bedmar, quien inició como paciente en la fundación y ahora es el actual presidente, asume esta misión con pasión y gratitud. Parra habló con este periódico para contarnos acerca del crecimiento de la fundación, sus logros y los proyectos futuros.
Fernando conoce de cerca la batalla contra el cáncer. En 2016, superó un cáncer de colon. Pero en 2021, la enfermedad volvió a su vida con un diagnóstico de cáncer de pulmón. “Cuando salí de la operación, no podía dar cuatro pasos sin marearme”, recuerda. En esos momentos oscuros, encontró en UAPO un refugio. Aunque ingresó como paciente, pronto se convirtió en una pieza clave para el crecimiento de la fundación, aportando su experiencia empresarial y creando conexiones con empresas y colaboradores. “Asumir la presidencia ha sido un honor muy grande, pero a la vez una gran responsabilidad porque Jesús y su padre Pascual dejaron el listón muy alto”.
“Entrar en UAPO marcó un antes y un después en mi vida. Aquí no solo recuperé mi fuerza física; recuperé mi esperanza, mi propósito”, comenta.
La Fundación UAPO ofrece un modelo de oncología integrativa único y gratuito. Cada paciente recibe un plan personalizado diseñado por un equipo interdisciplinario que incluye fisioterapeutas, entrenadores personales, nutricionistas y psicólogos. “El cáncer no solo afecta al cuerpo, también golpea a la mente y al entorno familiar. Por eso aquí cuidamos de todo”, explica Fernando.
El tratamiento comienza con una evaluación física, nutricional y psicológica detallada. Luego, el equipo diseña un programa que combina ejercicio físico, fisioterapia, nutrición adaptada y apoyo psicológico, con evaluaciones regulares para ajustar las estrategias según la evolución del paciente.
La Fundación colabora con instituciones como la Universidad de Granada y la Universidad Autónoma de Madrid para aportar datos sólidos a la comunidad científica. “Hemos visto pacientes que entraron en silla de ruedas y ahora caminan. Vemos familias que recuperan la alegría. Aquí no luchamos por medallas; luchamos por vidas”, señala Fernando con emoción.
En tres años, la Fundación UAPO ha crecido exponencialmente, hoy cuenta con un equipo de más de cuarenta profesionales a lo largo de las cuatro sedes con las que cuentan, Granada, Madrid, Málaga y recientemente, inauguraron una nueva sede en Elche y planean abrir más en distintas ciudades de España. Sin embargo, el camino no está exento de retos. La lista de espera crece, reflejando una realidad alarmante: el cáncer sigue aumentando y, con él, la necesidad de este tipo de apoyo.
“Aquí en Granada estamos a nuestra máxima capacidad. Sabemos que no podemos atender a todos los que lo necesitan, pero hacemos lo posible por dar esperanza a quienes más la necesitan”, dice Fernando.
La fundación también trabaja en acuerdos con otras organizaciones y hospitales para ampliar su alcance. Un ejemplo reciente es su colaboración con asociaciones de apoyo al cáncer infantil y juvenil, integrando a pacientes más jóvenes en sus programas.
Lo que distingue a UAPO no es solo su enfoque interdisciplinario, sino el espíritu que se vive dentro de sus instalaciones. “Aquí la gente se siente en casa. Los pacientes encuentran un lugar donde hablar abiertamente de sus miedos, rodeados de personas que enfrentan el mismo reto. Y cada día que se sienten mejor, es un triunfo para todos”, describe Fernando.
Ese espíritu se extiende también al personal de la fundación, quienes no solo son profesionales de primer nivel, sino que comparten una sensibilidad especial para tratar con pacientes oncológicos. “Aquí no basta con ser bueno en tu área, tienes que tener humanidad, empatía. Porque trabajamos con vidas y con la esperanza de quienes muchas veces llegan sin ella”.
La Fundación UAPO es mucho más que una institución especializada en oncología integrativa; es un faro de esperanza. Desde Granada, esta organización pionera en oncología integrativa está transformando vidas, recordando a todos que incluso frente a una enfermedad que puede ser mortal como el cáncer, siempre hay razones para luchar.
“El cáncer no entiende de edades ni clases sociales. Pero si nos encuentra preparados, con todas las armas posibles, la batalla puede ser diferente”.
La Fundación UAPO se ha convertido en un baluarte imprescindible en la lucha contra el cáncer, no solo por el apoyo directo que brinda a los pacientes, sino por la forma en que fomenta la concienciación, la solidaridad y la dignidad frente a esta enfermedad. “En un mundo donde el diagnóstico de cáncer afecta a un número alarmante de personas, con 256,600 nuevos casos cada año solo en España, y una proyección de la OMS que indica que uno de cada dos niños enfrentará esta enfermedad en su vida adulta, el trabajo de organizaciones como esta se vuelve crucial. De hecho de los 1.000 pacientes que atendemos en todas nuestras sedes, tratamos casos desde niños de tres años hasta nuestro paciente más veterano que tiene 82 años, son 26 tipos de cáncer los que abarcamos con nuestra especialidad”, resalta Parra.
El cáncer no espera y ataca con fuerza en cuanto se presenta una oportunidad. Esto lo sabe bien la Fundación UAPO, que ha hecho de su misión no solo atender a los pacientes oncológicos, sino también educar y sensibilizar a la sociedad. Su presidente enfatiza constantemente que el diagnóstico de cáncer es un golpe devastador, pero que no tiene por qué ser el fin. “En lugar de sucumbir al miedo, la fundación propone un enfoque integral que incluye ejercicio físico, una buena nutrición y un fuerte apoyo emocional como pilares fundamentales para combatir la enfermedad”.
Uno de los mayores retos que enfrenta la fundación es la financiación. Su modelo es completamente privado, sustentado por las aportaciones de personas individuales que donan lo que pueden dentro de sus posibilidades. “Aunque estas contribuciones puedan parecer mínimas, juntas forman una montaña de apoyo que permite a la fundación seguir operando y expandiendo su alcance”, concluye el presidente. Además, han integrado el apoyo de empresas a través de iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), un aspecto que ha sido clave en ciudades como Granada, donde muchas empresas y particulares han demostrado un compromiso altruista con la causa.
En su tercer aniversario, la Fundación UAPO no solo celebra su éxito, sino que renueva su compromiso con una causa que no conoce fronteras: devolverle a cada paciente oncológico la fuerza y el deseo de vivir.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Philip Morris Spain