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Modoña, morriña, somnolencia, pesadez..., son muchos los nombres que se le dan a ese cansancio repentino que nos invade después de comer. Muchos dirán que la tradicional siesta y su hábito a través de los tiempos tiene la culpa. Lo que no sabes es que esta sensación puede estar provocada por los propios alimentos que ingerimos. La producción de serotonina tras la comida es lo que provoca sueño, pero los alimentos ricos en proteínas o carbohidratos, que tienen triptófano, pueden intensificar esta sensación de somnolencia. Te indicamos cuáles son los que más sueño producen, según investigaciones.
La carne de pavo y la de pollo tienen proteínas magras que incluyen triptófano, un aminoácido que produce seratonima, que incita al sueño La carne de pollo es otro de los alimentos ricos en ese nutriente (20 gramos de proteínas por cada 100 gramos de producto) y, como tal, también de triptófano, sustancia que ayuda a la producción y mantenimiento de las proteínas.
El arroz blanco tiene un índice glucémico alto, por lo cual provoca somnolencia, aunque no lo hace de inmediato, sino 3 o 4 horas después. Además, es fuente también de melatonina, que controla los ciclos de sueño y vigilia.
El salmón tiene un alto contenido de ácidos grasos omega 3 y vitamina D. La combinación de ambos nutrientes puede ayudarte a dormir mejor, ya que parecen tener un papel importante en la regulación de la concentración de serotonina.
La fruta es naturalmente rica en la hormona melatonina. Los plátanos, en concreto, pueden ayudarte a dormir porque son ricos en triptófano, melatonina y magnesio. Un plátano antes de ir a dormir le aporta al organismo una buena dosis de magnesio y potasio, que sirven como relajantes musculares y nerviosos, lo cual es clave para un sueño reparador
El alto contenido en triptófano de estos alimentos el cual provoca la liberación de melatonina (hormona relacionada con el sueño), aumentará la sensación de somnolencia tras su ingesta.
Los huevos, por su gran aporte en proteínas. La leche por su alto contenido en triptófano. Además, tomar un vaso de leche caliente antes de acostarse es un hábito relajante que facilita el descanso.
El chocolate negro es un arma de doble filo. Por un lado tiene cafeína, que estimula, y por otro serotonina, un neurotransmisor que relaja. Además, aportan grandes cantidades de vitaminas del grupo B e hidratos de carbono de absorción lenta (que favorecen la sensación de saciedad y bienestar). Tomar una onza puede potenciar los efectos beneficiosos.
Al consumir un puñado de almendras lograrás descansar mejor y de forma ininterrumpida. Esto se debe a que contiene triptófano y magnesio.Además, las almendras son una buena fuente de grasas y proteínas saludables, aportan abundante calcio y contribuyen a proporcionar sensación de saciedad
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