El Señor de Motril, la Pasión y el Silencio emocionan el Jueves Santo
Uno de los principales estrenos del día fue el debut de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario y Santa Ana


Una tarde espléndida, con cielo raso y libre de nubes, como está acompañando en toda la Semana de Pasión, invitó a centenares de fieles a acercarse al Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza para, a plena luz del día, contemplar la salida del Cristo de Pasión y María Santísima de la Amargura.
A las siete de la tarde, la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre de Jesús de Pasión y María Santísima de la Amargura abandonó el templo, horario que ya se instauró hace unos años, desde que la Cofradía celebró su XXV aniversario. Uno de los principales estrenos que presentaron en la estación de penitencia de esta edición fue el acompañamiento musical con el debut de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario y Santa Ana de Motril, que estaban muy ilusionados en éste, su primer año.
Tras recorrer las calles del centro de la ciudad, con entrada por tribuna oficial a las 22:15, regresó a su templo unos minutos antes de la medianoche.
A las ocho y media de la tarde, desde su casa de hermandad en el camino de Las Cañas salió a la calle, rodeada de una gran multitud, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísimo de la Esperanza. La hermana mayor, Mari Carmen Ferrer, destacó entre las novedades el esfuerzo del taller de bordado por conseguir que la Virgen luciera una saya nueva: "no les ha importado echar horas, fines de semana, madrugadas, pinchazos en los dedos... por alcanzar un resultado más que digno". Y añadió que el exorno floral de la Virgen se había confeccionado ad hoc, para conjugar las rosas con el color rojo cardenalicio de esta prenda. Además, en su mano portaba de estreno azucenas, donadas por unos hermanos.
Las bandas de música repitieron respecto al año anterior: la Agrupación Nuestra Señora del Mar de Huércal de Almería fue con la imagen del Cristo en la composición musical, como viene haciéndolo en los últimos años, mientras que la Banda de Música de Loja acompañó a la Virgen.
Al filo de la medianoche, le tocó el turno a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, más conocida como la 'procesión del silencio', que salió desde la iglesia Mayor de la Encarnación, acompañada por 126 nazarenos con túnica y antifaz color negro, cíngulo de esparto, portando cera.
Muchos de ellos, como ya tienen acostumbrado al público, llevaban los pies descalzos arrastrando las cadenas que quebraban el silencio de la noche con este sobrecogedor sonido. Se pudieron admirar las distintas insignias de la cofradía, sin acompañamiento musical, sólo con la única nota de un tambor tras el Cristo, que emocionó un año más a vecinos y visitantes. Tras pasar por tribuna a las dos de la madrugada, se recogió en su templo al filo de las 3 de la madrugada.
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