"Soy cristiano siendo cofrade": los pastores al pie de las cofradías

Cuaresma en Granada 2023

Los sacerdotes ocupan una parte fundamental en la vida de las cofradías y su presencia es cada vez más numerosa y participativa

Cuatro presbíteros dan su testimonio de cómo viven la Cuaresma y la Semana Santa a través de las hermandades

"Soy cristiano siendo cofrade": los pastores al pie de las cofradías
"Soy cristiano siendo cofrade": los pastores al pie de las cofradías / PHOTOGRAPHERSSPORTS
D. García Trigueros

26 de febrero 2023 - 06:00

Granada/Pastores con olor a oveja. Este es uno de los mensajes que el Papa Francisco ha venido transmitiendo a los sacerdotes de todo el mundo: una metáfora en la que se exprese la cercanía de los ministros de la Iglesia a los fieles, identificándose con su día a día, con sus circunstancias y sus preocupaciones. Una realidad, de otra parte, que parece identificar a aquellos pastores que se ponen al frente de una cofradía, que viven el mundo de las hermandades y cofradías no como una realidad ajena sino como un carisma más de la propia Iglesia: una forma de vivir la fe y la vida de los sacramentos.

Con el inicio de la Cuaresma, no solo los priostes y los diputados mayores de gobierno toman un singular protagonismo en la preparación de una nueva semana santa. También hacen lo propio los directores espirituales y consiliarios que, a través de su ministerio, acompañan con su palabra y su orientación espiritual la preparación de este tiempo penitencial que llevará a los cofrades, y al resto de los cristianos, hasta la celebración de al Pascua.

¿Cómo vivir la Cuaresma?

Desde la parroquia de San Gil y Santa Ana o desde la Plaza de los Lobos, donde está la sede de la Federación de Cofradías, el sacerdote José Gabriel Martín vive con intensidad el día a día de las hermandades: asumiendo la dirección espiritual de algunas de ellas o trabajando codo con codo con la junta de gobierno del ente federativo, pero también acompañando a las cofradías en cualquier momento y actividad a lo largo del año. Para él esta Cuaresma se presenta con tres retos, los mismos a los que ha invitado el papa Francisco a las cofradías italianas: vivirla desde la evangelicidad, la eclesialidad y misionariedad.

"Se trata de un mensaje que nos permita estar atentos a las llamadas evangélicas de cada domingo, para no dejarnos vencer por las tentaciones del diablo, padre de la mentira; ser curados de las cegueras del pecado, recobrar la mirada limpia de la fe, y resucitar a la vida nueva". Una misión que debe realizarse desde cada una de las hermandades y en conexión con "la hermandad de hermandades que es la Iglesia". Puesto que "estamos llamados todos a vivir con la esperanza nueva y la alegría que supone saber que la Resurrección de Cristo nos abre la vida eterna".

Un mensaje que sostiene también el vicario territorial Francisco Tejerizo, que si en otro tiempo disfrutó vistiendo la túnica nazarena ahora se pone al frente de la Hermandad del Cristo de San Agustín para acompañarla en su día a día y también cada Lunes Santo. Para él la Cuaresma "es una nueva oportunidad de renovar la vida de las comunidades cristianas, y también una oportunidad, en medio de la sociedad, de actualizar la presencia de los cristianos en nuestra vida pública y brindar la novedad de Jesucristo y del evangelio como modelo de vida".

El sacerdote David Salcedo, durante la celebración del triduo de la Virgen de la Consolación
El sacerdote David Salcedo, durante la celebración del triduo de la Virgen de la Consolación / Carolina Fernández

Ministros cristianos y cofrades

Cuando empiezan a sucederse los triduos, quinarios, vías crucis y traslados, los sacerdotes que viven el día a día de las cofradías ven crecer exponencialmente los compromisos de su agenda pastoral. Para sacerdotes como David Salcedo, párroco de Órgiva y hermano de El Rosario, la Cuaresma es un tiempo de gracia y oportunidades para disfrutar del encuentro con los hermanos y de los momentos de hermandad: "es muy importante que aprovechemos la Cuaresma para vivir y acercarnos a los titulares, pero también para seguir creciendo como comunidad y como miembros de la Iglesia. En los montajes de la priostía, en los ensayos o en los repartos de papeletas de sitio. Todo momento es bueno para hacer hermandad". Para el padre Salcedo vivir la vida de hermandad es también un modo de vivir la fe y la Iglesia: "soy cristiano siendo cofrade".

Instantes que vive también el padre Francisco Nistal, consiliario de la Hermandad de la Concepción. "Como sacerdote intento vivir la hermandad de tres formas: en el día a día, estando con ellos en las juntas de gobierno, en los ensayos, con la vocalía de Juventud; estando pendiente de los hermanos, de los que pasan necesidad, de los que tienen un problema o de los que están enfermos; y dando ejemplo, escuchando, acogiendo; sintiéndome como uno más de ellos y entre ellos, compartiendo el camino de la vida junto a Jesús y de manos de su madre".

El padre Francisco Tejerizo durante el rezo del vía crucis de la Hermandad de San Agustín
El padre Francisco Tejerizo durante el rezo del vía crucis de la Hermandad de San Agustín / José Velasco | PHOTOGRAPHERSSPORTS

La misión de 'sacar los santos a la calle'

Cuando el escolapio Enrique Iniesta llamaba a los cofrades a sacar 'los santos a la calle' lo hacía como una expresión en la que, como Iglesia, las hermandades contribuyeran a divulgar y difundir en la vida pública el mensaje del evangelio. Una tarea que realizan cada año las cofradías, y en la que los sacerdotes participan como un acto de servicio y acompañamiento, dándole una dimensión de profundidad espiritual y de conversión.

Para el padre Tejerizo "la estación de penitencia es un momento extraordinario de oración y de encuentro con el Señor de una forma que solo tenemos los cofrades: con la cara tapada, pidiendo aquello que el Señor nos quiera conceder". Y la cual, él mismo hace, como un servicio a la hermandad en su anuncio del evangelio: "me hace sentirme parte de una Iglesia que está en la sociedad, de una comunidad que anuncia el mensaje del Señor, y que acompaña a los hermanos en su oración".

Similar experiencia comparte el padre David Salcedo, quien procura no perder la oportunidad para acompañar, cada Miércoles Santo, a su hermandad. Lo hace en la actualidad formando parte de la presidencia, lo que reconoce como un momento extraordinario: "aunque ahora no visto la túnica, formo parte del cortejo vestido como sacerdote, acompañando a los titulares y a todos los hermanos, haciendo visible a la Iglesia".

Con túnica y capirote de sarga negra, y cíngulo a la cintura, hace estación de penitencia Francisco Nistal: "Aislado del mundo exterior tapado con el capillo, refugiándote en la intimidad, conectado con Jesús en cada caso, en casa cada parada: acompañándolo en su camino hasta el Gólgota hasta su crucifixión. Te lleva a contemplar el vía crucis pero también te lleva a revisar la vida, escuchar y a guardar silencio, que es algo a lo que no estamos acostumbrados últimamente. Es un encuentro muy especial con el Señor, de intimidad con él".

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