Miradas de damasco y chapines de charol
La Previa | Sábado Santo Granada 2025
Las Angustias de María se fundirán en una ciudad que será sepulcro a las plantas de la cruz de taracea
Itinerarios, horarios y recorridos del Sábado Santo en Granada 2025

Granada/Repiques de dolor y gloria. Tañen campanarios y espadañas, vislumbrando el comienzo de un final. Carracas desvanecidas entre suspiros y lamentos, que vuelven a ser vida. Granada es sepulcro, un año más, a los pies de la cruz de taracea. Entre sudarios y encajes, fraternidad en estado puro. Alhambra y Generalife ensalzan la conjunción de un amor sin límites. Magistral gubia de Torcuato Ruiz del Peral, que diera vida para la ciudad la excelsa plenitud. Nuestra Señora de las Angustias de Santa María de la Alhambra Coronada, y Granada.
La soberana efigie de la Santísima Virgen se alza sobre la cincelada joya de Indalecio Ventura. Cátedra plateada de prodigio artístico y pasión que hizo del fervor belleza. La presea, ceñida entre luces y sombras, es descanso de querubines. Un paraíso terrenal de inexorable belleza, que tiende cada Sábado Santo puentes al cielo. Así Santa María descenderá desde los Palacios Nazaríes a la ciudad que clama por su advocación. Septiembre y primavera unidas en unas manos que sostienen la eterna esperanza de la Resurrección.
La pétrea llave esculpida sobre un legendario relieve dará sentido a todo. Confluencia de culturas y pasiones fusionadas entre sí, que hicieron de la ciudad un vergel de vida. Passio Granatensis será interpretada por la Banda de Música Virgen del Castillo de Lebrija, eternizando lo efímero. Vestigios de un patrimonio que se materializa ante los ojos de todos los granadinos que acuden a su encuentro. Un cortejo exultante de miradas de damascos y chapines de charol, que recitarán versos en el agua susurrante. Aquel rumor que emana desde la Iglesia de la Sabika y cede el testigo del fervor a la ciudad.
Una jornada de emociones vividas y anhelos futuros. Entre melancolía e ilusión, los granadinos trazarán sus últimas pisadas sobre los clásicos empedrados. En ellos, Genil y Darro están unidos en oración. Hasta la Vega descenderá el baluarte de la identidad nazarí, convirtiendo a Granada en un arco. Y en Plaza Nueva se obrará el milagro. Entre la lluvia de pétalos descenderán haces de luz a un rostro, que encarna el duelo.
Será en la Carrera donde las piedades fundan su rezo. Un lamento desconsolado, que cautiva y consuela. Mar incesante de hermanos, fieles y devotos granadinos que acuden cada día a una Basílica, que se hace plena cada madrugada. Fragancias florales que renuevan una tradición, reflejada en el arte granadino. Cerámicas, óleos, acuarelas y bordados que plasman una silueta de una efigie que invita a la oración.
Silencio en la Vela, volvió Santa María. Ahora el eco es de Granada, que resuena a campanitas de barro. La Resurrección inunda cada rincón del sepulcro. El júbilo y el gozo llega a una ciudad que sueña con que todo vuelva a empezar. Una llave que volverá al pórtico de la Iglesia de San Andrés Apóstol, soñando con una nueva primavera. En ese momento, volverá Granada a vivir una nueva Semana Santa.
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