“Aquí estoy con una sola intención, que mi Semana Santa sea también la vuestra”

La Crónica | Pregón Oficial Semana Santa de Granada 2025

María del Carmen Sánchez dio lectura al Pregón Oficial de la Semana Santa de Granada en el Teatro Municipal Isabel la Católica

Entrevista a la pregonera | "Mi vida llevada a lo cofrade, en el pregón"

Pregón Oficial de la Seman Santa de Granada 2025
Pregón Oficial de la Semana Santa de Granada 2025 / José Velasco - Photographerssports

Granada, primer domingo de cuaresma. Teatro Municipal Isabel la Católica. A los sones de Soleá dame la Mano, la ciudad aguardaba la lectura del Pregón Oficial de la Semana Santa de Granada 2025. Una sinfonía que fusiona el fervor andaluz y la advocación de la Virgen de la Esperanza, a la que la pregonera profesa una gran devoción desde la infancia. La presentación corrió a cargo de Miguel Ángel Alcalá, su marido, que recordó la biografía de una comunicadora entregada y pasional. “Su corazón es verde Esperanza, sin olvidar nunca el morado de la túnica de Jesús del Gran Poder, que ocupa un lugar privilegiado”, confesó Alcalá, concluyendo con un emotivo abrazo a la pregonera. Le cedía el testigo privilegiado a su esposa, un atril que acogería a la voz de la Semana Santa 2025.

El pregón era de Granada. La lírica y la prosa se fundieron en la voz de María del Carmen Sánchez. “Vengo de Santa Ana, aunque me gustaría que estuviérais frente a mí. Estáis en mí, y os querré siempre”, comenzó a declamar la pregonera, tiñéndose sus palabras de nostalgia ante la ausencia de sus padres. En su voz vibraba el alma de una ciudad que no olvida sus raíces, un “lienzo donde se muestra la historia del amor más grande jamás contada”, el lugar en el que los sueños antiguos no se desvanecen. Allá donde el alma se revela en un suspiro y el horizonte ofrece colores imposibles, que ni los artistas más audaces pudieron imaginar. “La belleza en Granada es un eterno abrazo entre cielo y tierra, entre el pasado y el presente”, profesó la pregonera con fervor, mientras evocaba un “laberinto de emociones que cobra vida en el eco de la tradición”.

María del Carmen condensó la esencia de una Semana Santa que “no se explica desde la razón, porque habita en el corazón”. Solicitó a los presentes que la acompañaran como lo han hecho siempre. En las calles, los templos y los bares. Esos lugares donde la vida cofrade se transforma en vida de hermanos. “Me presento ante vosotros con una sola intención, que mi Semana Santa sea la vuestra”, expresó, tendiendo un puente entre el atril y el repleto patio de butacas.

“Las medallas entrelazadas tejen una red de fe”, dijo con emoción, recordando cómo cada granadino, al portar su medalla, se convierte en parte de un camino común. En el brillo de ellas se refleja la misión compartida de acompañar a Jesús en su Pasión, Muerte y Resurrección. “Somos diferentes acordes, pero el mismo canto”, afirmó, asegurando que esas insignias son lazos de una familia espiritual. “Debemos evangelizar con ellas, llevarlas como un testimonio vivo de fe y compromiso”. Así lo expresó mientras su prosa se fundía con el eco de una herencia común, el corazón que late tras cada una de ellas, que es uno solo.

Pregón Oficial de la Seman Santa de Granada 2025
Pregón Oficial de la Seman Santa de Granada 2025 / José Velasco - Photographerssports

Las calles de Granada acogen a la pregonera con el aroma del incienso, mientras ella anhela volver a su infancia. Recordó cómo los niños, "pequeños destellos de vida", marcan el ritmo de la primera jornada reflejando la pureza de una tradición centenaria. Las procesiones son "ríos de fe" que fluyen bajo un cielo sonriente, donde "todo es lo mismo, pero todo se estrena". En este escenario, los más pequeños guían a los veteranos cofrades hacia la vida, y la Hermandad de la Alhambra abre las puertas de San Andrés para que todos se unan como un solo ser. “Dios nos ha llamado a narrar el amor, convirtiéndonos en protagonistas de una historia eterna”, declamó la pregonera.

El cariño de Carmen a la “hermandad de la colina roja es infinito”. Allí se empezó a fraguar la esencia de una granadina cofrade, que llegaría a ser pregonera. También en un balcón de la calle Santa Paula, donde rezaría desde la infancia a la Virgen de la Soledad. “Contemplaba el resplandor dorado del Monasterio de San Jerónimo, y su manto bordado por una monja, que perdió la vista con la última puntada” recordó Carmen, rememorando una de las historias que marcó sus primeros años de vida.

Las estatuas saben de nosotros. Así evocó la pregonera la mirada silenciosa de Mariana Pineda que, desde su pedestal, observa el paso del tiempo y de las cofradías. "El otro día hablé con ella", confesó, recordando cómo esta heroína de la libertad contempla cada Lunes Santo al "hombre que a los cautivos da libertad, Jesús del Rescate”. Sería testigo de muchas vivencias personales de la pregonera, entre ellas el embarazo de su hijo Miguel Ángel o la infancia de su hija Esperanza. Un gorrión se posa sobre Mariana, y juntos hablan de las historias devocionales de los granadinos. También la escultura pétrea aguarda la llegada del Cristo del Trabajo, una devoción que conecta el esfuerzo diario con la espiritualidad, y la Virgen de la Luz. En su prosa, Carmen recogió la plegaria de los cientos de granadinos que acuden a la Parroquia del Corpus Christi en busca de un empleo que “dignifique” sus vidas. Así lo imploraba Mariana, en una súplica que es símbolo de solidaridad y unión entre hermanos.

En Santo Domingo, Fray Luis de Granada parece conversar con el silencio, ese que "solo el alma puede comprender". A sus espaldas, el templo cobra vida cada Domingo de Ramos, cuando la plaza se queda pequeña para acoger a los fieles. "El camino no es recto, porque el sabio granadino está en medio", ironizaba la pregonera. Un misterio tallado en madera, que impregna sus respiraderos de serenidad y amor. Evocando al Señor de la Humildad, Carmen recordó el valor del compromiso cofrade. "Todo mi agradecimiento a los que no os movéis de las hermandades, por mucho que no sea fácil", aseguró, ensalzando la devoción intergeneracional que ha mantenido firmes los cimientos del fervor granadino. Y en la lectura del pregón, un recuerdo especial al Señor de las Tres Caídas que une a los barrios del Realejo y el Albayzín cada Miércoles Santo. Una “letanía de piropos” que ilumina el camino de la fe hasta la Virgen del Rosario.

Pregón Oficial de la Seaman Santa de Granada 2025
Pregón Oficial de la Seaman Santa de Granada 2025 / José Velasco - Photographerssports

En sus palabras, la pregonera reconoció que San Juan de Dios es el “eterno vocal de caridad de Granada". Recordando su historia de santidad, junto al Beato Fray Leopoldo, aseguró que en sus oraciones no concebían "la muerte como el final, sino un paso para la plenitud", y que su ejemplo inspira actualmente a las cofradías a traducir el amor en "obras concretas que transforman vidas". Fue una tarde de octubre, en el barrio de los Pajaritos, cuando la pregonera entendió que "la Semana Santa es unión, compromiso y entusiasmo", confesó ante los granadinos. A las plantas de la Virgen del Amor y del Trabajo, bajo una incesante lluvia de pétalos, comprendió que "nadie nos puede poner la etiqueta de cofrade, porque nadie es más cofrade que nadie". Y así lo plasmó ante un auditorio, que no cesaba en aplausos.

Viajando en el tiempo a sus días de estudiante, evocó a su vez las frías mañanas en las que el emperador le observaba al entrar en la facultad de Derecho. A tan sólo unos metros, uno de los templos que cobijan el Miércoles Santo granadino. La Hermandad Universitaria es "un puente entre la razón y el espíritu", donde "el alma también estudia, aprende y encuentra", aseguró. En palabras de Carmen, “los hábitos universitarios saben de rehacerse, y de hacer hermandad”.

La pregonera dio a conocer el ‘sentimiento cofrade’ de Albert Einstein que, desde el Parque de las Ciencias, sueña con ver el discurrir de la Hermandad de la Sagrada Lanzada. "Cada Martes Santo, le llegan los sones de cornetas y tambores", narró la pregonera, evocando cómo la puerta de la Parroquia de los Dolores "se abre para que una hermandad de barrio lleve la fe a Granada". Ironizó sobre la incomprensión de Einstein hacia la fe con su propia confusión ante la teoría de la relatividad, agregando que "no hay nada más relativo que la felicidad, y la felicidad de los hermanos de la Sagrada Lanzada se renueva cada año".

Aludiendo a los cambios de horarios e itinerarios de esta nueva Seman Santa, relacionó las investigaciones de Einstein sobre el espacio-tiempo con el tránsito de las hermandades, que van "cronometradas hasta la puerta del Perdón, y después entran en un agujero negro, verde, morado o rojo que las engulle". Y recordó también a la Hermandad de los Salesianos, que cada año son fiel testimonio de igualdad en las cofradías granadinas.

Y exaltó la Santa Iglesia Catedral como centro neurálgico de la pasión cofrade de la ciudad. "Granada guarda su sello en piedras que murmuran su genio al pasar", reflexionó sobre Alonso Cano, contemplando la pétrea efigie del “pintor de lo eterno, el escultor de lo íntimo, el arquitecto de los espacios sagrados". En su peregrinar de pregonera, Carmen llegó hasta el Monasterio de la Encarnación, a los pies de Jesús Cautivo. Allí sintió como si le ofreciera sus manos. Y en un momento de introspección, imploró por la llegada del próximo Domingo de Ramos.

Pregón Oficial de la Semana Santa de Granada 2025
Pregón Oficial de la Semana Santa de Granada 2025 / José Velasco - Photographerssports

Carmen Sánchez anduvo en su prosa hasta la estatua de Isabel la Católica y Colón, un "punto de encuentro donde recibir al Albayzín” y reunirse en la Semana Mayor. Describió el barrio como un "lienzo de colores que se estampa en las paredes". Al llegar a San Miguel Bajo, la cronista pintó con palabras cómo las filas de nazarenos "llenarán la calle de una luz que no es el sol, sino de una fe que ilumina con resplandor cálido y acogedor". Ante la Virgen de la Aurora, la pregonera la vitorea en su oración: "llamarte guapa es solo llamar chispa al sol". Así, cada Jueves Santo, la cofradía "deja arriba un barrio que quiere volver a ser lo que era, un barrio que quiere que sus macetas vuelvan a contar historias”.

A pocos pasos de la Gran Vía, el "moro judío" se alza como símbolo de una Granada diversa y unida bajo una herencia. "Ese judío nos recuerda que Granada somos muchos, unidos bajo la misma identidad", afirmó, destacando cómo “ser cofrade va más allá de la sangre, es un lazo que nace del alma”. Allí, en esa confluencia de barrios y culturas, imaginó a la efigie como uno de los costaleros del Cristo de los Favores. Una devoción centenaria que es "pétrea en el Campo del príncipe y de madera por las calles de la ciudad", cargando en la cruz las súplicas de toda Granada. Un ‘greñúo’ más, con una devoción que se clava por siempre “en la sangre y la memoria".

En San Matías, el crujir de la madera y el murmullo emocionado de la multitud anuncian la salida del Señor de la Paciencia desde la Imperial. Y en las Descalzas, el Nazareno se convierte en refugio para los fieles granadinos que se “aferran al madero”, a la cruz de toda Granada. Y no muy lejos, en el Puente Romano, la pregonera rindió homenaje al padre escolapio Enrique Iniesta, reconociéndolo como "el madrileño andaluz más cofrade que haya pisado esta tierra". Fue él quien despertó a Granada con su célebre cita: "Hermanos, los santos a la calle", que era recordada por la pregonera en la lectura con gran admiración.

Y no podían ser ajenos al pregón los artesanos que consolidan el arte sacro granadino. En palabras de la pregonera, eran auténticos “guardianes silenciosos de la tradición y la fe que la eternizan con sus creaciones”. Los imagineros, modelando la humanidad y la divinidad con manos expertas y corazones devotos. Los bordadores, cual pintores de seda y oro, "pintando sobre terciopelos y damascos las historias que iluminan los pasos procesionales". Los orfebres, transformando metales preciosos en relicarios de lo sagrado. Los tallistas, que dan vida a "altares en movimiento que acercan la fe a quienes más la necesitan". Los cereros, iluminando nuestra fe y los floristas, aportando ese "toque efímero" que completa el cuadro de devoción. Y también en un "suspiro de incienso y cera", la cronista recordó a los fotógrafos y pintores, que capturan cada año la esencia de la Semana Santa inmortalizando "lo que el corazón siente y los labios no se atreven a decir".

Pregón Oficial de la Semana Santa de Granada 2025
Pregón Oficial de la Semana Santa de Granada 2025 / José Velasco - Photographerssports

Y no quedó atrás la figura del costalero, donde la pregonera ofreció su sentido más crítico. "Tal vez, lo que radica es una íntima envidia por no poder decir: soy costalera", confesó, reconociendo que las mujeres cofrades granadinas van por delante en muchos aspectos. Destacó el papel fundamental de los costaleros y costaleras como "los pies de las devociones", llevando sobre sí "la tradición de un pueblo" con "un andar sobrenatural", incluso místico. La comunicadora subrayó que el trabajo anónimo es "el recordatorio de que en la fe, como en la vida, lo más valioso es aquello que se hace desde el anonimato".

Con gran orgullo, Carmen vistió la mantilla, su "traje de gala", para reivindicar el papel de la mujer en la Semana Santa granadina. “Las mujeres podemos ser lo que nos dé la gana", y llamó a cada una a encarnar "un acto de devoción pura", celebrando "la grandeza de nuestra fe en la sencillez de este acto".

Y tampoco quiso olvidar a los jóvenes, recordando que "no son el futuro, son una realidad presente palpable". Con admiración, destacó que su “fe inquebrantable, esfuerzo incansable y amor” hacen que se mantenga viva la piedad popular. “Ellos son el alma vibrante de nuestras hermandades" donde se forjan amistades y vivencias que enriquecen a toda la comunidad. "Recibid nuestra herencia con la misma gratitud que nosotros la recibimos de nuestros mayores", reiteró la pregonera, confiando en que un día alguno de los jóvenes que la escuchaban con devoción ocupará el atril al que ella se aferraba.

En un momento de recuerdo y homenaje, Carmen evocó las ausencias que marcan esta Semana Santa. "Por ellos, por todos, va este Réquiem", mientras el patio de butacas enmudeció al son de la marcha procesional. Con emoción, agradeció a los medios de comunicación su labor por llevar "a cada rincón de Granada nuestra Semana Santa", reconociendo su incansable trabajo. Y exaltó la música procesional, como uno de los legados cofrades más preciados y significativos. Desde el rachear de los costaleros hasta el chisporroteo de las velas y las marchas procesionales, cada sonido acompaña al "Hijo del Hombre, despojado de todo menos del amor".

“Volveremos el año que viene, a reír, a llorar, a abrazarnos, a vivir. He dicho”, concluyó emocionada ante el abrumador aplauso de los asistentes. Tras la intervención de la alcaldesa de la ciudad de Granada, Marifrán Carazo, y el arzobispo de la Archidiócesis de Granada, Mons. José María Gil Tamayo, concluyó el preludio de la Semana Santa 2025. La interpretación de la marcha Niña de Santa Ana, obra de Rocío Bracero, sellaba uno de los actos más tradicionales de la ciudad. A tan sólo 34 días del Domingo de Ramos. Granada ya aguarda su Semana Santa 2025.

Pregón Oficial de la Seman Santa de Granada 2025
Pregón Oficial de la Seman Santa de Granada 2025 / José Velasco - Photographerssports
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