“Mi vida llevada a lo cofrade, en el pregón”
María del Carmen Sánchez | Pregonera de la Semana Santa de Granada 2025
Las palabras del María del Carmen Sánchez, tejidas con hilos de devoción y fervor, elevarán una oración de Gran Poder y Esperanza a las bóvedas del Teatro Municipal Isabel la Católica
La tapas del Pregón, el prólogo de la Semana Santa de Granada 2025

Las tablas del Teatro Municipal Isabel la Católica aguardan la llegada del primer domingo de Cuaresma. Una jornada en la que Granada despierta, y sueña con aroma a incienso y azahar. Granadina y comunicadora, María del Carmen Sánchez toma el relevo de José Espinel. Será el eco de siglos de tradición y pasión, de una ciudad que volverá a vestirse de nazarena. Sus palabras, tejidas con hilos de devoción y fervor, elevarán una oración de Gran Poder y Esperanza a las bóvedas del teatro, anunciando la inminente llegada de una nueva Semana Mayor.
A tan sólo unas horas del pregón, María del Carmen Sánchez recibe a los granadinos. Su historia cofrade, es la de muchos.
Pregunta. ¿Cómo se enteró de la designación? ¿y cómo la afrontó?
Respuesta. Un compañero de trabajo me llamó, y me preguntó si no tenía nada que contarle. Yo no sabía nada. Empezamos a hablar, y en ningún momento mencionó las palabras ‘pregón’ o ‘pregonera’, pero ambos sabíamos de lo que estábamos hablando. Yo le decía: “No me estás diciendo lo que me estás diciendo…”, y él respondía “Mamen, sólo te digo que tu nombre está en lo alto de la lista, te digo lo que me dicen”. Terminamos la conversación y yo le dejé claro que si al final era cierto, él había sido el primero en decírmelo. Mi marido y yo pasamos unos días complicados, porque sabíamos lo que sabíamos, pero realmente no lo sabíamos con certeza.
En una cobertura del Ayuntamiento, unos días más tarde, algunas personas del entorno de la alcaldesa me empezaron a felicitar. Yo no podía decir nada, porque no sabía nada. Y justamente en ese momento, contactó conmigo Armando Ortiz. Quedé con él en cuanto pudimos, y me ofreció ser pregonera. Mi sí fue rotundo, pero tuve que esperar cuatro días más hasta la ratificación arzobispal. Ese viernes recibí la llamada telefónica de Armando, en la que me dijo: “Mamen, eres la pregonera de Granada”. Tuve que estar casi dos semanas callada, sin decir nada. Fue muy rocambolesco, y muy bonito a la vez.
He estado comentando con el presidente que, para los años próximos, habría que cuidar más el momento en el que se entera el pregonero. Aún así, en el instante que me lo dijeron, es cuando realmente me di cuenta. Han sido etapas de muchos nervios, mucha emoción, mucho pellizco y mucha alegría.
P. ¿Qué supone ser pregonera de la Semana Santa de Granada?
R. Jamás me lo plantée. Con un amigo, alguna vez he bromeado sobre el tema, pero nunca pensé que contarían conmigo. Pero una vez que te lo dicen, lo asimilas y lo aceptas, es muy bonito. Hay muchas cosas que yo me planteaba antes de ser pregonera, ¿por qué lo hacen así? ¿cómo puede ser el pregón de la Semana Santa el primer domingo?, pues ahora lo comparto. Una vez que lo vives, entiendes los tiempos del pregón.
José Espinel me decía: "el día que lo leas en Federación te despojas de los agobios”, y es verdad. Desde que lo leí, lo afronto con más tranquilidad. Y me gusta que sea el primer domingo, porque así me puedo dedicar a acompañar a las hermandades, a vivir la cuaresma intensamente. Todo el proceso desde fuera se ve de una manera, y una vez que lo vives lo entiendes.
P. Ilusión, entusiasmo, nervios, responsabilidad. ¿Qué se siente al ser la voz de las cofradías granadinas?
R. El primer sentimiento fue miedo, incluso vergüenza. ¿Cómo pueden pensar en mí?, ¿sabré declamarlo?. Estoy acostumbrada a hablar en público, pero esto es totalmente diferente. Y mucha responsabilidad, porque quieres expresar muchas cosas.
P. Y al final supongo que el pregonero se enfrenta a describir en palabras lo que siente.
R. Haces públicos muchos pensamientos. Algunos relacionados con la Semana Santa, cosas que ni siquiera te has planteado y en el momento que escribes el pregón tomas conciencia. Hay muchas reflexiones que comparto con mi ambiente cercano, y me planteo ¿realmente voy a decir esto delante de todos?. Emoción sin duda, pero también responsabilidad y temor.
P. A partir de este domingo, pasarás a formar parte de la historia de la Semana Santa de Granada, ¿es consciente de lo que supone? ¿o tomará conciencia tras la lectura del pregón?
R. Hay momentos en los que sí soy consciente. Es muy importante la figura del pregonero, pero más todavía la Semana Santa en nuestra ciudad.
P. Incluso hay quien escuchará el pregón años más tarde…
R. Claro. Hay momentos en los que piensas “esto es más fuerte de lo que creo”. Hemos pasado de no darle mucha importancia en algunas ocasiones, a que pongan a tu disposición el teatro principal de la ciudad. Son ochocientas localidades, más todas las personas que lo siguen desde la distancia. Mi visión ha cambiado sobre todo de ser una espectadora, a ser quien lo hace. El año que viene viviré de otra manera el pregón, porque es una responsabilidad muy grande.
P. Además, la tercera mujer pregonera de la Semana Santa.
R. Sí, la tercera. La primera mujer pregonera de la Semana Santa de Granada fue Encarna Ximénez. Al final de su pregón salen tres niños tocando las tradicionales campanas de barro del Facundillo, en recuerdo del Domingo de Resurrección. Una de ellas es mi hija, entonces realmente la primera persona que participó en el pregón fue ella. Y además, el pregón de Manuel Amador lo presentó mi hermano. Soy la tercera de mi familia, y la tercera mujer en pregonar la Semana Santa. Me gusta recordar que tres de nosotros hemos participado en el pregón, y sobre todo que mi hija haya formado parte también de él.
P. ¿Cuál es su primer recuerdo cofrade?
R. Quizás el primer recuerdo no es de cuando salí. Soy de la Hermandad de la Esperanza, porque mi padre era empleado de banca. En aquel momento, la cofradía tenía los ‘hermanos de banca’, por el hecho de ser empleado eras de alguna forma hermano. El Martes Santo por la mañana, la directiva de la hermandad iba por las entidades bancarias pidiendo donativos para sufragar el exorno floral. Mi padre llegaba a casa diciendo: "Ya he pagado las flores de la Virgen”, quizás ese es mi primer recuerdo.
También recuerdo vivirla con mi abuela y mis primos, ver todas las procesiones. Desde el minuto uno hasta el final, en primera fila. Esa imagen la recuerdo, y en cierto modo la reflejo en el pregón.
Ya más adelante, recuerdo la salida de mi hermandad. Cada Martes Santo, en las distintas situaciones de mi vida. Cuando vivía con mis padres, cuando me independicé, cuando me casé, cuando nace mi hija y cuando nace mi hijo. Siempre, el recuerdo más recurrente de todas las etapas de mi vida es la Estación de Penitencia. Y siempre igual, un día de nervios. El ritual, lo que se come en casa. Todo igual.
P. ¿Recuerda algunas vivencias cofrades de su infancia? ¿ha variado su forma de vivirlas?
R. Mi cambio personal es que cuando era pequeña no lo vivía desde dentro, lo vivía como espectadora, y ahora sí. Y además, como mis hijos lo han vivido desde el primer minuto como hermanos, el cambio si lo veo. Me pasa igual que a mi marido, tenemos el mismo recuerdo. Nos gustaba la Semana Santa, y ahora lo vivimos, lo compartimos con la familia y somos, en cierto modo, protagonistas.
P. ¿Y cómo has vivido la Semana Santa a través de los ojos de tus hijos?
R. Muchas veces, con los amigos, decimos: “Hemos creado monstruos”. Hemos procurado no ser reincidentes en el tema, pero ellos se han acostumbrado a vivirla en casa. Desde pequeños, se acostumbraron a que un domingo íbamos a Santa Ana, se reencontraban con familiares y amigos y al salir nos tomábamos algo en el Bar León. Han vivido la Semana Santa, desde el principio, como un momento de unión, fiesta, alegría y encuentro. Y el propio Martes Santo han vivido nuestros nervios. Simplemente lo han visto, y se han llenado de ese espíritu, y lo siguen viviendo.
Ahora, que son más mayores, me dicen en ocasiones: “Nos hemos dado una vuelta con amigos, y hemos entrado en Santa Ana”, y no era domingo. Se van de ‘capilleo’. Creo que eso lo hemos hecho bien, y ellos han decidido que les gusta. Ahora son los primeros que se enteran de todo, van por delante de nosotros.
P. ¿En qué momento se vinculó su profesión y vocación periodística a la Semana Santa granadina?
R. Desde el principio. Cuando empecé a trabajar todavía no había sido el ‘boom’ de las cofradías, pero había que cubrir noticias sobre ese tema. Y como yo sabía y era muy cofrade, contaban conmigo. A mí me gustaba la comunicación, y también las hermandades. Además, las épocas en las que no he trabajado en la comunicación, la Semana Santa era una nueva oportunidad de coger el micrófono y volver a comunicar, me daba la vida.
P. Canal 21, Canal Sur y TG7. Una vida dedicada a la comunicación. La información diaria de los granadinos y, a partir de ahora, también la voz de la Semana Santa. ¿El pregón tendrá tintes periodísticos?
Sí, y mucho. Va a haber muchas referencias a los medios de comunicación.
P. ¿Más prosa o más verso?
R. Todo prosa, no habrá verso.
P. ¿Tendrá historia?
R. Una parte tendrá un hilo narrativo. El pregón será un compendio de situaciones, de circunstancias de la Semana Santa. No es cronológico, no tiene un personaje que me ayude a contar una historia. Aún así, hay un determinado momento en el que sí cuento una historia.
P. Dicen que un pregón proyecta las vivencias de un pregonero, ¿será así?
R. Mis vivencias quedarán plasmadas en todo. Cuando se oiga, se lea y se vea, se va a ver que soy yo. Muchas partes es mi vida llevada a lo cofrade, en el pregón.
P. ¿Qué desea trasladar a los granadinos con su pregón? ¿y cómo le gustaría que fuera recordado?
R. Me gustaría que en algún momento pensaran “eso me pasa a mí”, o “esa es mi Semana Santa”. Cuando empecé a hacerlo, tenía muy claro que quería hacer el pregón de la Semana Santa, no de las hermandades. De cómo la vivimos. Que vaya declamando, y alguien en la sexta fila diga “es verdad, eso me pasa a mí”. Aunque diga que yo lo hago en color verde, aquel que es de color blanco, rojo o morado, se sienta también identificado.
Eso quizás es el mayor miedo que tengo. Mi intención es que no sea demasiado yo, aunque lo hable en primera persona, pero que la situación que yo narro todo el mundo pueda ser parte de ella.
P. Pregona una Semana Santa histórica e insólita, ¿cómo cree que vivirá Granada la nueva carrera oficial?
R. Me preocupa mucho que el año que viene la gente se vaya de las filas, y nos demos cuenta de que lo podemos haber hecho mal. No tanto por alargar los recorridos, sino porque no aprendamos que un aumento en los itinerarios implica andar más. Afortunadamente Granada tiene cortejos muy amplios, y necesitamos mucho espacio para que las hermandades puedan discurrir, pero esto implica que haya movimiento.
P. Realmente va a pregonar una Semana Santa que no conocemos.
R. Sí, la nueva. Dentro del pregón hago referencia al cambio de carrera oficial. Ahí lo dejo.
P. ¿Cuáles son las principales devociones de Carmen?
R. La Virgen de la Esperanza y Jesús del Gran Poder, por encima de todo. Por vivencias familiares, tengo mucha devoción a Santa María de la Alhambra. Por vínculo con mi barrio, la Hermandad del Trabajo. Y el Señor del Rescate, por supuesto.
En esta etapa de pregonera, estoy conociendo muchas cofradías que me están llamando de alguna forma especial. Me siento muy afortunada de ser pregonera y haber podido ir a momentos cofrades que no conocía y que, el año que viene, haré lo posible por no faltar.
P. ¿Y cómo se organiza para no faltar a ninguna cita cofrade?
R. Las hermandades me llaman constantemente. Tenemos dos grupos de familia, uno para el día a día y uno nuevo que se llama ‘Pregonando’. Ahí volcamos todas las ideas para el pregón, y después hemos gestionado las invitaciones, los ‘pendientes de apuntar en la agenda’, etc. Hasta eso, lo estamos viviendo los cuatro de la familia.
P. Entonces el pregón, de alguna forma, será el pregón de la familia Alcalá Sánchez.
R. Sí. Me han ayudado mucho. La primera persona que empezó a leerlo fue mi hija, y me ha dado su visto bueno. Es muy crítica, porque le encanta. Se sabe de memoria los pregones de Álvaro Barea, José Espinel, etc. Es muy amiga de los hijos de José Espinel, y un día visitó su casa. Al volver, me dijo: “Ya sé cómo va a ser el salón de nuestra casa el año que viene, porque José tiene el nombramiento oficial de pregonero, las fotos del día, ...”.
P. Al hilo de la futura decoración, todos los cofrades tenemos un rinconcito cofrade en casa, con recuerdos de especial valor. ¿Cómo es el suyo? ¿Qué conserva con más cariño?
R. Sí, tengo el rincón. La caja cofrade la he abierto este año, con regalos que me van haciendo, estampas que me dan habitualmente pero que ahora tienen un valor diferente, etc. Eso lo recuerdo del pregón de Álvaro Barea, que hablaba de la caja cofrade.
En casa, tenemos un rincón con dos fotografías de Jesús del Gran Poder y la Virgen de la Esperanza, junto a recuerdos de actos que he presentado. Y entre otras cosas, hay un trozo de trabajadera del Corpus Christi. Mi marido es costalero de la Custodia, y el capataz Pepe Carvajal tuvo ese detalle con él. La mesa era pequeña, por lo que la hemos tenido que ir ampliando este año.
También tenemos un incensario de barro, una representación de las manos del Rescate y un detalle que le tengo un cariño muy especial. Cuando se sustituye la Imagen de Jesús del Gran Poder, yo estaba en la junta de gobierno. Dentro de la actual talla, se introdujo un pergamino que contenía nuestros nombres. De alguna forma, me emociona mucho pensar que algo de mí está en el Señor. Más tarde, al cumplir 50 años, me regalaron una reproducción de ese pergamino, y lo tengo situado en el rincón.
P. ¿Algún enclave al que no falte ningún año?
R. Uno que nos gusta mucho a la familia es la Hermandad de las Penas en la Plaza de los Girones. A media luz, ese recogimiento. Nos gusta mucho.
P. ¿Quién le va a acompañar desde el patio de butacas?
R. Mi marido, y mis hijos. Mis dos hermanos, sus esposas, mis sobrinos y mi suegra. Mi cuñada, mi cuñado y mi sobrino,... Y voy a echar mucho de menos a mis padres. Me hubiera gustado que hubieran estado. Es verdad que las cosas llegan cuando tienen que llegar, pero me hubiera gustado que me hubieran visto ser pregonera.
P. ¿Siente el cariño de los cofrades granadinos?
R. Todos los días. Una de las cosas más bonitas de ser pregonera es que te paren por la calle, y que te feliciten.
P. Supongo que habrá tenido muy presente a los pregoneros anteriores. ¿Le han dado algún consejo para afrontar el pregón?.
R. El recibimiento fue fantástico. Me añadieron a un grupo de Whatsapp para felicitarme todos, me ofrecieron ayuda, consejos, y todo lo que necesitara. Los pregoneros anteriores tienen un papel muy importante, y pienso brindar también ese apoyo al próximo pregonero.
La pregonera se situará en el atril, y lo declamará. Sus palabras serán puente entre cielo y tierra, fundiéndose a aquellas voces que la precedieron. Desde el genio universal Federico García Lorca hasta hoy, la prosa y la lírica han avivado el incesante fervor de los granadinos. Un legado centenario, que vuelve a florecer cada primer domingo de Cuaresma. María del Carmen, eres la voz de la Semana Santa de Granada.
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