Cómo vivir una Semana Santa low cost
Consejos para evitar costes elevados en los desplazamientos, la comida y la indumentaria
UNA Semana Santa nueva y una crisis más que conocida. La fiesta que hoy se inaugura es una celebración callejera, de patearse la ciudad en los barrios y en el centro, reconfortando el alma y el gaznate, cuestión esta última que se ve amenazada por la penosa situación económica que atraviesan muchas familias, agravada, además, por los caprichos de la tópica Luna del Parasceve, que ha hecho coincidir la celebración con un final de mes, para bien de los místicos entusiasmados con la afloración del azahar y para mal de tantos bolsillos.
Sin embargo, y pese a que es inevitable el gasto durante esta semana, no es menos cierto que si se llevan a cabo una serie de consejos que a continuación ofrecemos se puede reducir bastante este desembolso sin perder un ápice de disfrute -si la lluvia no lo impide- los próximos días.
GDESPLAZAMIENTO. Está claro que tanto para ir a los barrios como al centro, a no ser que se quiera dar una buena caminata, hay que hacer uso del transporte. La recomendación en este caso es utilizar los servicios públicos, que resultan más baratos y le ahorrará irritaciones para encontrar aparcamiento gratuito. Si utiliza alguna de las líneas de Tussam, tenga en cuenta que desde el pasado jueves las paradas en la Plaza del Duque se han trasladado a la Alameda (en el caso de la 13 y 14) y a Ponce de León (para la 27 y 32). Esta última desde hoy y hasta el Sábado Santo, a partir de las 14:00, pasa a la Puerta Osario (el Viernes Santo todo el día).
Si es de Semana Santa de horas tardías, sepa que últimas líneas en salir son las 16, 28 y 29, que lo harán entre las 2:00 y 2:30. Las nocturnas (con destino a los distintos barrios de la ciudad) sólo saldrán del Prado a la 1:00 y a las 2:00. En caso de que se quede a ver las últimas entradas, intente regresar en grupo o con otra persona en taxi, le saldrá mucho más barato.
Recuerde que también puede hacer uso del Metro para desplazarse a barrios como el Porvenir, San Bernardo o el Cerro del Águila, que se encuentran a escasos metros de las paradas de la Línea 1, o a municipios como Mairena del Aljarafe y San Juan.
En caso de que no le quede otra alternativa que coger su coche, un consejo muy práctico es intentar aparcar por la mañana bien temprano cerca de la última cofradía que piense ver esa jornada. De no encontrar un hueco libre, opte siempre por un parking privado donde ofrezcan descuentos por dejarlo un día completo -es más barato que por horas- o consulte si dispone de bonos para la Semana Santa.
De todas formas, el mejor medio de transporte low cost para estos días es la bicicleta, siempre que la disposición física acompañe (por supuesto, olvídense de ella las que vistan mantilla el Jueves Santo).
GCOMIDA.Lo mejor es salir de casa con el estómago saciado, pero cuando son muchas horas las que se piensa estar fuera resulta difícil no probar algo. Un consejo muy práctico es que si se tiene previsto acudir a la Semana Santa en familia, se aprovisionen de un surtido de bocadillos, especialmente para los niños (intenten no ingerirlos cuando pasen los Sagrados Titulares). Si se hace de forma individual, el modo más económico de quitarse el gusanillo del hambre son los montaditos (no consumirlos en exceso) y alguna que otra tapa (suelen escasear estos días). Pregunte antes por el precio, cerciórese de que el establecimiento goza de la debida licencia y compruebe que cumple con unas mínimas normas de higiene. Lo barato y lo saludable no han de ser incompatibles ni aunque estemos en crisis. Esta recomendación también es aplicable para los que acuden en grupo (la manera más desaconsejable de ver cofradías), a quienes el bolsillo les agradecerá pedir ración o media.
En este apartado conviene destacar que en los últimos años han florecido en la ciudad una serie de bares low cost en los que por un módico precio se puede pedir un cubo de botellines acompañado de ciertas viandas. Eso sí, no se olvide llevar un omeprazol, pues el aceite de algunos de estos establecimientos se puede repetir tanto como el estribillo de algunas marchas de nuevo cuño.
GINDUMENTARIA. Lo económico no ha de ser un hándicap para la elegancia. Téngalo en cuenta. Aunque la tradición marca que hoy ha de estrenarse algo, ello no equivale a un gran despilfarro. Cualquier detalle es bueno para cumplir con el rito: unos gemelos, una corbata, un cinturón (o tirantes) y hasta unos calcetines en el caso de ellos. Para ellas, un complemento destacable (sin estridencias, por favor) puede constituir un buen estreno en esta jornada. Por cierto, para aquellas que ya posean la indumentaria completa de mantilla, nada mejor que hacer uso de ella -siguiendo los cánones clásicos- y rentabilizar el gasto de años anteriores.
GOTROS. Utilice el whatsapp para comunicarse, así evitará el costo de las llamadas. Aproveche el wifi de los establecimientos para conectarse a internet a través de su móvil. Tampoco gaste en comprar sillitas de los chinos, por mucho que le parezca una ganga hacerse con una de ellas. Rompen la filosofía de la celebración en Sevilla y suponen un peligro para la seguridad en muchos casos. Y, sobre todo, no escatime en disfrutar de cada instante de esta celebración para la que no hace falta tener las alforjas llenas, sólo colmatarla de sentimientos. Es Semana Santa, uno de los pocos lujos que permiten estos tiempos.
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