El 'milagro' de Sierra Nevada: los trabajos contrarreloj permiten abrir la estación de esquí tras la riada de barro

Sierra Nevada ha vuelto a abrir sus puertas este martes después de que una lengua de agua, nieve y barro obligase a cerrar varias pistas. Según han informado a este periódico fuentes de Cetursa, empresa responsable de la estación, están disponibles 23 pistas (lo que supone 16 kilómetros) y 10 remontes, todo ello menos de 24 horas después del incidente, ocurrido sobre las 13:00 horas del lunes.

Así, según explican fuentes de Cetursa se han establecido dos turnos de trabajo. El primero, durante la tarde noche del lunes, se encargó de conducir y drenar el agua, haciendo acopio de nieve procedente de la zona entre las pistas de Alacranes y El Río, a la vez que trabajó con maquinas en esta última pista, que ha sido la que más tiempo ha tardado en estar operativa, pues a primera hora de este martes aún quedaban operarios realizando trabajos de consolidación, balizaje y señalización y sobre las 11:15 volvió a estar abierta.

Posteriormente, el turno de madrugada de maquinistas empezó a acondicionar la zona de Borreguiles, donde el episodio de lluvia de ayer también había producido embalsamientos de agua en algunas vaguadas y en tramos de pistas con poco desnivel.

Además, según ha informado la propia estación en sus redes sociales, Sierra Nevada activará dos telecabinas, cinco telesillas y tres alfombras para acceder a las áreas abiertas, que presentan hasta 70 kilómetros de espesor de nieve húmeda.

El accidente se generó a causa de "una corriente de agua, nieve y barro", de acuerdo a la información facilitada por Cetursa, iniciada desde "el conocido ventisquero Morón", situado en el área de Cauchiles-Parador, en la cara sur de la Sierra. Esta ha afectado a las pistas Maribel, Zaragatillo y al tramo final de El Río, así como al complejo de actividades Mirlo Blanco.

El gran caudal de agua y nieve licuada provocado por los dos fenómenos meteorológicos empezó a deslizarse desde el nevero montaña abajo de forma natural pero con tal cantidad que, al llegar al punto donde comienza el tubo, pasó por encima. Desde la gestora de la estación afirman que esta no pudo soportar la presión y terminó por desbordarse.