La Ragua volverá a recibir turistas en 2026: el albergue se renovará con 1,4 millones

La diputaciones de Granada y Almería se unen para un importante proyecto de recuperación de uno de los puntos clave del deporte invernal

La estación de la Ragua busca salir de la hibernación tras años en blanco

Imagen de archivo de los accesos al Puerto de la Ragua sin nieve / J.J.M.

El Puerto de la Ragua, ubicado en la Sierra Nevada, ha sido durante años un punto clave para los deportes de invierno y actividades al aire libre en las provincias de Granada y Almería. Sin embargo, la falta de inversiones para renovar sus infraestructuras, sumada a la escasez de nieve en los últimos inviernos, ha contribuido a que esta área pierda parte de su atractivo.

A fin de revertir esta situación y devolverle al Puerto de la Ragua el protagonismo que alguna vez tuvo, las diputaciones de ambas provincias han firmado un acuerdo para llevar a cabo un renovador proyecto de recuperación. La principal inversión será la restauración del albergue, con un presupuesto de 1,4 millones de euros entre ambas administraciones. La reapertura está prevista para 2026, tras un largo proceso de planificación y ejecución de obras que abarcarán varias fases.

El albergue, que se renovará por completo, será dividido en dos secciones: la Diputación de Granada asumirá la reforma de la planta -1, que incluye los vestuarios, duchas y cocina, mientras que la de Almería se encargará de la planta baja, con un restaurante y áreas para personas con diversidad funcional. Esta reforma permitirá alojar a entre 60 y 100 personas, ofreciendo un espacio moderno y adaptado.

Además de la renovación del albergue, el proyecto contempla la revitalización de las instalaciones de la estación de esquí. Aunque la falta de nieve limita los deportes de invierno, se apuesta por actividades alternativas como senderismo y rutas de montaña. Estas opciones buscan posicionar al Puerto de la Ragua como un destino ideal durante todo el año, atrayendo tanto a turistas como a amantes de la naturaleza.

Otro aspecto clave del proyecto es la creación de una infraestructura accesible, promoviendo la sostenibilidad y la inclusión. Las áreas adaptadas para personas con movilidad reducida son prioritarias, al igual que la conservación del entorno natural, respetando la biodiversidad de la Sierra Nevada.

Este esfuerzo conjunto busca no solo recuperar el albergue y la estación, sino también impulsar el desarrollo económico de la región, que depende del turismo y actividades recreativas. La revitalización generará empleo y atraerá inversión pública y privada, consolidándose como un centro de referencia en el turismo rural.

Con este enfoque renovado, las administraciones esperan aumentar el número de visitantes y mejorar la calidad de los servicios. Han establecido colaboraciones con entidades como la Federación de Montaña y la de Deportes de Invierno, que apoyarán el desarrollo de nuevas actividades turísticas.

La inversión en el albergue es solo la primera fase de un ambicioso plan. Se esperan futuras mejoras en los accesos viales, zonas de aparcamientos y puntos de información para turistas, ofreciendo una experiencia más cómoda y adaptada.

Una vez completadas las obras, Puerto de la Ragua se posicionará como un destino más competitivo en el turismo de aventura y naturaleza en Andalucía. Con la colaboración de las diputaciones de Almería y Granada, el Puerto aspira a ser un modelo de sostenibilidad y desarrollo económico en el entorno rural.

"Queremos construir sobre algo sólido y hay que empezar por la cesión para poder actuar", aseguraba hace unos días el diputado granadino de Deportes e Instalaciones Deportivas Eric Escobedo, que confiaba en que la estación estrene nuevas opciones para el próximo invierno.

La estación, con cuatro rutas lineales o circulares y una exclusiva para trineos, logró el año pasado el acuerdo para reabrir las instalaciones, una propuesta que permite a la gente disfrutar de la nieve aunque sea sin pistas. El Consorcio afronta un nuevo intento de descongelar planes de futuro para exprimir las instalaciones de una estación que brilló en la década de los noventa y en los primeros años de este siglo, pero que necesita cambiar el paso para tener futuro.

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