El trineo, la estrella de la jornada de huelga en Sierra Nevada

Granada/El cierre de la estación de esquí de Sierra Nevada este sábado a consecuencia de la huelga mantenida por los empleados de Cetursa ha dejado una estampa que no se veía en las pistas de la estación de esquí granadina desde hace muchos años. Ante la imposibilidad de practicar deportes de invierno, han sido muchos los que han tirado de ingenio y han personificado la frase de "si la vida te da limones, haz limonada". Aunque en este caso, la han cambiado por "si la vida te cierra los remontes, coge un trineo y lánzate por la pista".

Cientos de turistas han aprovechado el cierre de la estación para hacer algo que normalmente está terminantemente prohibido en Sierra Nevada: usar un trineo de plástico para lanzarse por las pistas. Una actividad que se prohibió hace años pero que hoy ha proliferado entre quienes se negaban a irse de Pradollano sin ni siquiera pisar la nieve.

Normalmente, el personal de seguridad de la estación vigila que ninguna persona que no tenga unos esquís o una tabla de snowboard pueda acceder a pie a las pistas. Pero como este sábado la estación no está abierta, estos profesionales no se situaban a los pies de la escalera de acceso a la pista de El Río desde Pradollano, lo que ha dado vía libre a muchos para entrar andando hasta ella y a pisar la nieve. Para al menos tratar de sentir que el viaje no ha sido en balde.

"Somos cinco adultos con trineos tirándonos por la pista", se reía Elisa Difolco, una italiana residente en Córdoba que aprovechaba la festividad del Puente de Andalucía para ir a la nieve por primera vez. Pero debido a la huelga no podían esquiar, así que habían tirado de ingenio para aprovechar la mañana. Y como ellos cientos de personas que no perdían la oportunidad para hacer un plan de nieve distinto y con humor. "Al mal tiempo, buena cara", decían mientras disfrutaban como niños de un día distinto al habitual.

En la nieve se mezclaban todo tipo de personas. Desde adultos con trineos que volcaban al no saber manejarlos, pasando por niños con palas de plástico pasándoselo en grande, gente caminando y resbalando por la nieve, e incluso quienes sacaban de su mochila bolsas de plástico y ponían en riesgo su integridad física lanzándose de culo con ellas. Todos con los móviles en la mano inmortalizando el momento.

Mientras, en Pradollano, las tiendas que ofrecían la venta y alquiler de estos objetos no daban a basto. Las colas salían por la puerta de los establecimientos, y algunos clientes aguantaban pacientemente para hacerse con algo para entretenerse. Siempre hay quien saca beneficio de las malas situaciones.