El padre Fran borró archivos del disco duro que podrían contener nuevas agresiones

Los investigadores han descubierto que el párroco se deshizo de material y tratan de averiguar si éste podría tener relación con los hechos delictivos.

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Vehículo de la Policía Nacional. / EFE
Vehículo de la Policía Nacional. / EFE
Carmen P. Acal

02 de octubre 2023 - 20:13

Los investigadores han comprobado que en el disco duro del párroco Fran, acusado de cuatro violaciones y cinco delitos contra la intimidad, se han borrado archivos que podrían corresponderse con material sexual grabado en el pasado.

La teoría de la Policía es que durante los ocho meses que transcurrieron entre que su pareja descubrió las imágenes y se atrevió a denunciarlo ante la Policía, él tuvo tiempo suficiente para eliminar cierto material que lo comprometiera.

Los hechos

Tras la denuncia a la Policía por el descubrimiento del disco duro, lo primero que hicieron los investigadores fue identificar a las víctimas. Unos días después confirmarían que dicho disco duro pertenecía al párroco. Fue él mismo quien denunció, el 6 de septiembre, que su pareja le había robado material informático, delatándose sin querer.

El 11 de septiembre se procedió a su detención tras la cual los investigadores registraron el domicilio del párroco y requisaron todo el material informático que encontraron para analizarlo.

Desde entonces los agentes se centran en averiguar si existen más víctimas y de lo han podido conocer ahora es que el cura habría borrado archivos. La hipótesis de la Policía es que el padre Fran sabría que estaba siendo investigado y que podría haber eliminado imágenes para deshacerse de pruebas. Ahora hay que esclarecer cuándo se produce el borrado de esas imágenes y si podrían corresponderse con material de tipo sexual.

A pesar de ello el párroco ya reúne los delitos suficientes como para ser considerado en juicio como un depredador sexual, lo que podría suponer la condena de prisión permanente revisable.

Entre las posibles sustancias que el padre pudo haber administrado a sus víctimas se baraja la posibilidad de que fuera éxtasis líquido por algunas alusiones que propio sacerdote hizo a conocidos. Sin embargo este dato va a ser difícil de averiguar ya que las agresiones se produjeron hace cuatro años.

Mientras tanto la Iglesia ya ha iniciado el proceso para suspenderlo como sacerdote. Además, la Diócesis de Málaga ha pedido personarse como acusación particular en la causa en la que se investiga al párroco por presuntas agresiones sexuales a cuatro mujeres de su entorno.

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