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Curiosidades
Cualquier persona puede notar como da calambre al tocar a otra persona o al entrar en contacto con algún objeto concreto. Es habitual agarrarte a la baranda y sentir el cosquilleo inconfundible de la corriente. Tocas una barra de bar y ocurre exactamente lo mismo. Ofreces la mano a alguien... y lo mismo. Acaricias el hombro de alguien... y zurriagazo en la mano. Le ocurre a algunas personas más y a otras menos. Sin embargo, ocurre. ¿Por qué?
Todo se debe a la electricidad estática. Su nombre científico es efecto triboeléctrico. Todo está compuesto por átomos, y los mismos tienen un núcleo con partículas positivas (protones) rodeado por otras partículas negativas (electrones). Cuando el número protones y de electrones de un átomo es el mismo, la carga es neutra. Si, por el contrario, dos átomos entran en fricción, uno de ellos puede perder o ganar cargas negativas. El desequilibrio que se crea en este momento es la electricidad estática.
Los calambres al tocar a alguien no son más que una corriente de electrones pasando a un objeto con carga positiva para reconquistar el equilibrio eléctrico.
Lo habitual es que el exceso de carga eléctrica se acumule en materiales aislantes por los que la electricidad circula poco y mal. Cuando este material aislante entra en contacto con otro objeto que tiene carga positiva, libera electrones y ahí está el dichoso calambre.
Hay que tener en cuenta que en verano habrá más electricidad estática debido a la sequedad del aire. Incluso cuando no es verano el aire puede resecarse mucho en interiores si tenemos la calefacción o el aire acondicionado siempre encendidos.
La empresa energética Endesa ofrece varios trucos para enfrentarnos a estos calambres:
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