La tribuna
¡Parad la guerra con Rusia!
Dispositivos inteligentes
La popularidad de los purificadores de aire se ha disparado por la pandemia. Antes del coronavirus, era un accesorio reservado a alérgicos y poco más, pero en los últimos meses todos estamos aprendiendo a marchas forzadas sobre la importancia de la ventilación en espacios cerrados y la calidad del aire que respiramos.
Los purificadores de aire eliminan todo eso que no vemos y que puede perjudicarnos. No solo alérgenos (polen, polvo, mascotas...), sino contaminación, dióxido de carbono, humo de tabaco, gases nocivos que no percibimos y, también, virus de transmisión aérea, como el SARS-CoV-2.
El Mi Air Purifier 3 tiene una CADR (Clean Air Delivery Rate, tasa de suministro de aire limpio) de 380 metros cúbicos de aire limpio por hora con respecto a partículas y de 60 metros cúbicos por hora de formaldehído, lo que cubre sin problemas cualquier habitación de una casa normal (de hasta 45 metros cuadrados, indica la ficha del producto), y es capaz de eliminar el 99,97% de las partículas de 0,3 micras.
El factor clave que debemos mirar al escoger un purificador de aire, sea para el hogar, la oficina o un comercio, es la CADR, que suele venir indicada en las especificaciones del producto.
Para saber si un determinado purificador con filtro HEPA (High-efficiency particulate absorbing, es decir, absorción de partículas de alta eficiencia) es capaz de satisfacer nuestras necesidades, podemos usar esta calculadora de filtros HEPA creada por Fernando Lobato a partir de un recurso facilitado por Pablo Fuente (al que recomendamos seguir) y que en esta cuenta de Dropbox ha recopilado multitud de documentos sobre el coronavirus, su transmisión por aerosoles y la ventilación, entre otros asuntos.
En esa calculadora introducimos las dimensiones del espacio en el que queremos colocar el purificador y si su ventilación natural es buena y nos facilitará la CADR mínimo que necesitamos en el aparato que busquemos para ese recinto.
Una vez hecho este inciso, necesario para no perdernos con siglas extrañas y poder escoger adecuadamente, seguimos con el Mi Air Purifier 3H. Aquí tienen más información sobre los filtros HEPA.
De un purificador de aire lo importante es que cumpla su función, así que se agradece que Xiaomi haya seguido la línea de diseño sobrio de su predecesor, y sus acertadas dimensiones (24x24 centímetros y 52 centímetros de altura). No es demasiado aparatoso ni chirría se ponga donde se ponga.
La única pega, por ponerle alguna, es la longitud del cable de alimentación. Metro y medio es una medida estándar, sí, pero condiciona la ubicación en la que podemos colocar el dispositivo, si no queremos alargaderas cruzando el salón, la oficina o el dormitorio.
En la parte frontal cuenta con una pantalla OLED circular y táctil, en la que aparecen los datos de la calidad del aire, la humedad, la temperatura y el modo, que se puede seleccionar desde el mismo panel (automático, nocturno, distintas velocidades...). También es posible controlar el purificador desde la aplicación Mi Home, que ofrece más opciones, aunque para el funcionamiento básico es más que suficiente con este panel.
En la parte trasera tiene una tapa extraíble a través de la que se accede al filtro HEPA, para cuando necesitemos cambiarlo (la ficha indica que con un uso doméstico puede durar hasta un año, pero el propio dispositivo indica cuánto tiempo de vida útil le queda; en la web de Xiaomi hay distintos tipos de filtros) y un sensor láser de alta precisión que detecta partículas microscópicas e informa de los cambios en la calidad del aire de la habitación en tiempo real.
El aire del entorno entra por los orificios que rodean el aparato, y pasa por el filtro HEPA cilíndrico de 360° y tres capas: la primera elimina pelo, polvo, fibras de algodón y otras partículas más grandes; la segunda es el filtro HEPA propiamente dicho, elimina del aire el 99,97% de las bacterias, virus, el humo del tabaco, las partículas PM2,5 (distintos tipos de polución, por resumir), el polen, el polvo, el pelo de las mascotas y otros alérgenos con un tamaño de hasta 0,3 micras; la tercera es un filtro de carbón activo que absorbe el formaldehído, los compuestos orgánicos volátiles y otros gases nocivos.
Del filtro el aire pasa a un ventilador centrífugo y de ahí, al conducto superior por el que sale el aire limpio con un flujo constante. La velocidad del ventilador dependerá del modo que hayamos seleccionado y de ello dependerá el ruido que emita. A máxima potencia son 64 decibelios y en el modo nocturno, 33, lo que traducido significa que es muy silencioso, tanto de día como de noche en el dormitorio. No perturba en absoluto el sueño y, como nota personal, añadiremos que el sutil zumbido puede incluso ayudar a conciliarlo.
En la pantalla de la parte frontal un indicador numérico, acompañado de colores (verde, naranja y rojo), marca la calidad del aire en la habitación. En una prueba doméstica, de un entorno bien ventilado y sin mascotas o humo de tabaco la cifra de entrada ya es baja, pero basta encenderlo unos minutos (pocos) para que baje a dos o tres, incluso uno, y se mantenga ahí. En otros análisis, con espacios menos limpios, baja también rápido de ciento y pico (aire de poca calidad) a 10-15.
Desde la aplicación Mi Home (disponible para iOS y Android), una vez conectado a nuestra red Wi-Fi, se puede manejar el dispositivo con comandos de voz con el asistente de Google o Alexa, seguir la calidad del aire de nuestra casa de forma remota, así como controlar el purificador, establecer una hora de encendido o apagado o que comience a funcionar cuando el nivel de la calidad del aire haya empeorado hasta cierto punto.
También, claro, podemos vincular el Mi Air Purifier con otros dispositivos inteligentes de Xiaomi.
Tiene un precio interesante (199 euros, con ofertas estos días), un diseño funcional, unas dimensiones acertadas y, por lo que hemos probado y hemos leído en otras pruebas más exigentes (espacios concurridos y peor ventilados), cumple con creces lo que promete. La única duda que puede tener un consumidor es si la CADR que ofrece es suficiente para lo que necesita. Podrán aclararla con esa calculadora que mencionábamos más arriba.
Dimensiones: 24×24×52 centímetros.
Color: Blanco.
Peso neto: aproximadamente 4,8 kilos.
Peso bruto: aproximadamente 6,1 kilos.
Área aplicable: 26 a 45 metros cuadrados.
Tensión nominal: 100 a 240 VCA.
Frecuencia nominal: 50/60 Hz.
Potencia nominal: 38 W.
CADR (partículas): 380 metros cúbicos por hora.
CADR (formaldehído): 60 metros cúbicos por hora.
Eliminación de partículas de 0,3 micras: 99,97%.
Potencia de sonido máxima: 33 a 64 decibelios.
Vida útil del filtro: 6 a 12 meses.
Longitud del cable de alimentación: 1,5 metros.
Conectividad Wi-Fi: IEEE 802.8 b/g/n de 2,4 GHz.
*El dispositivo ha sido cedido para una prueba de dos semanas
JOLHTM20201125_0009 / JOLHTM20201125_0009
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios