El accidente con la tarjeta que le llevó a Mayra a inventar lo de "Y hasta aquí puedo leer"
Entrevista
En 2014, en una entrevista para este periódico con motivo del premio de la Academia de TV A Toda una vida, la fallecida presentadora recordó algunos secretos de su trabajo en 'Un, dos, tres'
Mayra, "y hasta aquí puedo leer"
Muere Mayra Gómez Kemp a los 76 años tras no recuperarse de una caída en su casa
La presentadora y actriz Mayra Gómez Kemp ha fallecido este domingo a los 76 años, una pérdida que han sentido todos los millones de españoles que en los años 80 veían en familia el concurso Un, dos, tres responda otra vez. Su presencia se hizo querida llevando con su sonrisa el programa más visto, un regalo en la noche de los viernes por parte de TVE cuando apenas había dos canales. Durante los últimos veinte años, cuando se le detectaron dos cánceres que le afectaron a la voz, tuvo un rol de colaboradora en distintos programas y además de escribir un libro de memorias, siempre estuvo dispuesta a remeorar sus mejores años en la pantalla.
En 2014, cuando la Academia de TV la distinguió con el premio A toda una vida, Mayra fue entrevistada por este periódico y entre otros recuerdos desgranó de qué manera acuñó su ya célebre y popular frase "Y hasta aquí puedo leer"
Pregunta.-Va a recibir el premio A toda una vida, pero condense en unos segundos lo que supuso esa vida en la TV.
Respuesta.-Me tendría que quedar con la primera vez que bajo las escaleras del Un, dos, tres… La gente en casa me estaba viendo a mí, pero de reojo yo estaba viendo a unos cincuenta profesionales y directivos, reunidos, examinándome en ese momento... A ver si me rompía la cara rodando por las escaleras o no.
P.-Kiko Ledgard, su antecesor en el programa, había dejado el listón muy alto en los años 70 en la memoria popular. En 1982 lo tuvo difícil, aunque pareciera que usted estaba ahí desde el primer momento.
R.-Sí, me estaban examinando con lupa. Me incorporé al programa deprisa y es verdad que todo parecía entonces muy complicado de levantar.
P.-Pasarán las generaciones y la gente en España seguirá diciendo ". .. Y hasta aquí puedo leer".
R.-Fue una cosa del primer programa. Las tarjetas no estaban terminadas. Había unos puntos suspensivos donde debía parar y en ese momento dije, ya para siempre, "y hasta aquí puedo leer". Me había incorporado sólo diez días antes, fue una cosa que pensé sobre la marcha.
P.-Felipe VI era fan suyo.
R.-Me dicen que el Príncipe nos veía todas las semanas junto a su madre.
P.-El Un, dos, tres lo dejamos en la repisa de los buenos recuerdos. Aunque Chicho lo intentó con poca fortuna en este siglo ¿Podría rescatarse aún?
R.-Yo soy de las que opino que todo lo que tuvo enorme éxito en su momento después no vuelve a funcionar. Cuando los recuerdos son agradables se agrandan y es lo que le pasa a este programa. Creemos que la gente era más alta, más guapa. Para recuperarlo de verdad habría que hacer otro programa y entonces ya sería el 4,5,6; no el 1,2,3.
P.-¿Cuánto hemos cambiado desde que usted llegó a España hace cuarenta años (1970, hace ahora 54 años)?
R.-Muchísimo. Esto es otro planeta. España ha mejorado mucho, es más igualitaria, más justa, no existe la censura de otros tiempos. Yo no podía ponerme un escote.
P.-Usted fue inmigrante, pero se siente española como la que más.
R.-Por supuesto. Y siempre me he sentido muy bien aquí. Yo a su vez soy nieta de emigrantes de Galicia y de Canarias en Cuba y en Florida. Mi abuelo era militar y nació en El Ferrol....
P.-Su debut en la tele, muy pequeñita, fue con los Aragón .
R.-Tenía dos años y los Aragón triunfaban en la televisión de Cuba. Mi madre me llevó al plató.
P.-Si Emilio Aragón hubiera debutado en el Un, dos, tres de 1982 en lugar de usted, la historia de la TV española sería al menos distinta.
R.-Y eso sería ciencia ficción. Emilio era muy joven entonces.
P.-Ding, dong, que usted presentó con Pajares, es bisabuelo de Masterchef.
R.-La censura se lo cargó diciendo que no gustaba al público.
P.-Fue injustamente tratado
R.-Nos adelantamos treinta años. Los programas de cocina necesitan cocinarse a fuego lento.
P.-Elija entre José Antonio Plaza e Ibáñez Serrador
R.-No puedo. Plaza con 625 líneas, Ding Dong o Sabadabadá tuvo la visión de confiar en mí y convertirme en presentadora. Y con él fui la primera voz matinal femenina de la radio en España, con Viva la gente. Con Chicho hice el doctorado.
P.-¿Cómo está Chicho Ibáñez?
R.-Pachucho. No tiene nada que ponga en riesgo su vida, pero no quiere que le vean en su estado.
P.-¿Y usted?
R.-Después de la última ITV, muy fuerte y bien. Con mis proyectos.
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