Cómo la amiga de la gallina Caponata terminó residiendo en 'La que se avecina'

El espacio infantil Cuentopos, donde aparecieron las canciones de Rosa León, se convirtió en refugio de actores como el sevillano Juan Diego que por su oposición al franquismo dejaron de aparecer en los espacios dramáticos (Estudio 1 y Novela) estelares de TVE, que eran vistos por decenas de millones de españoles, porque no había otra opción. En la programación infantil estaban guionistas y actores que no tenían otra oportunidad de aparecer en la televisión.

Una pareja que estaba en esa situación era la formada por Petri Martínez y Juan Margallo. Con experiencia y trayectoria en los escenarios, aparecer entonces en TVE era una cuestión casi anecdótica pero con su carácter reivindicativo, como sucedía entre líneas con Cuentopos. Como relata el reciente documental sobre Juan Diego estrenado en Imprescindibles en La 2, sólo los espacios infantiles se sumaron a la huelga de actores en la primavera del 75, en vísperas de la muerte de Franco.

Ya en plena democracia Petra Martínez y Juan Margallo disfrutaron del proyecto de Enrique Nicanor cuando en 1979 se produjo la primera versión española de Barrio Sésamo, el veterano espacio divulgativo de marionetas de Jin Henson que nació en 1967 en la cadena pública estadounidense, PBS. Los fragmentos de este espacio se estrenaron precisamente a TVE en noviembre 1975, en los días de la agonía de Franco, dentro de Un globo, dos globos, tres globos.

En la versión española se creaban dos personajes de felpa que convivían en el barrio descubriendo el mundo con sus vecinos. Estos seres diferentes eran por un lado el inmóvil y sabio (llegando a ser pedante) caracol Perezgil, a cargo de Jesús Alcaide; y una niña ingenua gigante, un ser diferente aceptado y querido por todos, la gallina Caponata, a cargo de Emma Cohen. La fallecida pareja de Fernando Fernán Gómez había sido un sex symbol en los años del destape. En el caso de Caponata no hay que confundir con el estadounidense Big Bird (Paco Pico en la traducción española).

En plena etapa de UCD este Barrio Sésamo era el programa más progresista de TVE y ahí estaba la que sería vecina de Montepinar y de la calle Contubernio, doña Fina. Para los niños españoles que se asomaban a a los años 80 Petri, Petra, era Ángela, amiga de Caponata, junto a Nisi, quienes regentaban el bar y almacén del barrio. Años antes del bar de Los Serrano Juan Margallo, el futuro presidente del equipo de Campeones, era quien servía el café a Julián el quiosquero (a cargo de José Riesgo, que se mantendría en el barrio con Espinete) o a Carmen.

Esta jovial vecina sería la mejor amiga de la gallina gigante a cargo de la también fallecida Conchita Goyanes, que aparecía en las películas de Rocío Dúrcal y de Marisol como chica ingenua y que recalaría en seriales como Arrayán. Y otro vecino de esta etapa sería Alfonso Vallejo, con sus barbas y melenas, el vecino más hippy del barrio y que con su aspecto daría idea a su posterior personaje: don Pimpón. ¿Qué animal era don Pimpón? Pues precisamente era una representación del propio actor y su aspecto ibicenco, antepasado de Pablo Iglesias.

En este vídeo del segundo programa de aquella etapa están todos los personajes, escuchando a Perezgil, que conversa con un reporteo de la radio.

Los mismos espectadores que contemplan las andanzas de doña Fina intrigando e hiriendo a sus convecinos en La que se avecina vieron de pequeños a la sonriente Ángela como la perfecta residente de Barrio Sésamo, la pareja del camarero Nisi.

Petra Martínez (tiene 79 años, nació en Linares por exilio interior de su padre en la posguerra), excelente secundaria y una gran actriz teatral, fue fichada por los hermanos Caballero de La que se avecina buscando un relevo de la inolvidable Mariví Bilbao. La veterana actriz que fue descubierta en Aquí no hay quien viva pasó al siguiente proyecto como Izaskun, amiga de Gemma Cuervo, Mari Tere.

Cuervo dejó La que se avecina en la tercera temporada y Bilbao, en la sexta, falleciendo al poco, en 2013. Fue entonces cuando el equipo buscó un personaje de su perfil y en la octava temporada la cruel doña Fina apareció en Montenipnar, autolesionándose para inculpar a sus vecinos, oponiéndose a todo y radiografiando con saña a los residentes. Fue un acierto de personaje muy en línea de lo que propone los guionistas. Los mayores son los que toman ventaja y venganza respecto a los jóvenes.

Mucho antes, treinta años antes, de hacerse popular como la siniestra doña Fina, personaje que además de ser querido (sí pese a todo) y hacerla merecedora de premios, formaba parte junto a su pareja en la vida real, y hasta hoy, Juan Margallo, de los vecinos de Barrio Sésamo.