Maribel Verdú y la Semana Santa de Morón: "Con Enrique Urbizu se te va la olla..."

La serie de Max 'Cuando nadie nos ve' llega a su recta final para estar completa en esta plataforma y en Movistar Plus +

Esta es la serie sobre asesinatos en la Semana Santa de Morón, 'Cuando nadie nos ve'

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Maribel Verdú en 'Cuando nadie nos ve'
Maribel Verdú en 'Cuando nadie nos ve'

Maribel Verdú convierte en gran papel lo que se le ponga por delante pero también hay papeles indiscutibles, con proyección internacional, con los que muestra su pericia interpretativa para mejorar el resultado conjunto. Cuando nadie nos ve, la truculenta intriga entre la Base de Morón y la Semana Santa de esta localidad sevillana, la primera serie española bajo el sello de la plataforma Max, llega a su recta final en estas semanas. En breve se podrá ver completo este trabajo del siempre personal Enrique Urbizu en Max y Movistar Plus +. La actriz se mete en la piel de una sargento de la Guardia Civil que ha de resolver una serie de muertes en plena Semana Santa. Un personaje que, según ella misma confiesa, está en las antípodas de su personalidad. Verdú nos habla de su transformación, del peso del uniforme y de cómo el cine sigue cambiando su visión del mundo.

–Enrique Urbizu ha dicho de usted que por su empatía puedes moverse con naturalidad entre el drama, la comedia y el costumbrismo...

–Llevaba años deseando coincidir con Enrique en un set. Y cuando por fin se dio la oportunidad, lo entendí todo. Sin un buen director, puedes cumplir, puedes hacer las cosas. Pero con Enrique Urbizu se te va la olla, y en el mejor sentido. Es un genio absoluto. Me encanta prepararme mucho los personajes, soy puntillosa, obsesiva si hace falta. Y con un director así, que tiene las cosas tan claras, te puedes permitir ir aún más lejos.

–¿Cómo es convertirse en un sargento de la Guardia Civil?

–Es la primera vez y eso me emociona. Siempre piensas que ya has hecho de todo pero de repente llega un personaje como este y te descoloca. Enrique me dijo que desde el principio me tenía en la cabeza para este papel. Me dio muchísima seguridad. Lucía Gutiérrez es completamente opuesta a mí: es rígida, austera, no expresa cariño ni con abrazos ni con gestos. Es dura, dura de verdad.

–¿Cómo la construyó?

–Enrique y yo jugamos con la idea de que la sargento es un vaquero. Si habéis visto 1883, pensad en Sam Elliott con su bigote divino. Algo así. Me fascina hacer personajes que no tienen nada que ver conmigo, que me obligan a meterme en otro mundo.

–¿Cómo es enfundarse el uniforme?

–Te cambia por completo. Lo que me fastidia es que solo llevo en el primer capítulo. Yo querría haberlo llevado todo el tiempo. Te coloca en otro sitio. Te da seguridad, ganas de mandar. Las asesoras de la Guardia Civil me iban señalando aspectos para que me creyera y cayera dentro del personaje. Y llevar pistola, aunque no se vea en pantalla, te da otro peso, te cambia la manera de moverte. Ahora, el tricornio... eso sí que es duro...

–¿Y qué le parece cómo se vive la Semana Santa en Andalucía?

–Ha sido una revelación. Antes tenía prejuicios, veía esas imágenes de gente llorando y no entendía del todo la emoción. Al vivirlo de cerca, me ha tocado. Nunca había experimentado algo así y tengo clarísimo que este año veré procesiones. Es un silencio, una emoción que te atraviesa. Seas creyente o no.

–¿Se animará a venir en estos días, cuando resolveremos el caso de Cuando nadie nos ve?

–Me gustaría ver la Semana Santa de Morón, por supuesto. Óscar Higares me ha contado maravillas de la Semana Santa de Jerez; y en Málaga ya me ha dicho mi Antoñito Banderas que balcón no me va a faltar. En Sevilla también tengo promesa de sitio. Este año es diferente para mí.

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