La calçotada, toda una fiesta gastronómica que llega al centro
El restaurante El Aguador ofrece un menú especial donde las cebollas tiernas se convierten en las protagonistas, hasta que finalice la temporada a finales de marzo
Las calçotadas son, cuanto menos, divertidas y deliciosas, muchos las consideran una fiesta gastronómica en la que como mínimo hay que pringarse. De origen catalán su fama se extiende cada vez más por el territorio español. Estas cebollas comunes (Allium cepa), que se cultivan de una forma especial, también han llegado al centro de Granada. Precisamente al restaurante El Aguador, donde han elaborado un menú especial para los fines de semana -o por reserva para grupos entre semana-, que podrá consumirse mientras dura su temporada, el mes de abril.
Este restaurante ubicado en la plaza de la Romanilla, próximo a la emblemática escultura del aguador -de quien tomó el nombre-, abrió sus puertas en 2001, regentado por los hermanos Alejandro y Cristina Villanueva, cuenta con un salón interior de estilo rústico con una enorme vidriera en el techo, con capacidad para unas 80 personas y en temporada de terraza extiende su servicio a 120 comensales en el exterior.
"El chuletón de vaca vieja a la piedra y el pollo de corral campero a la leña" son dos de sus platos estrellas, según indica Alejandro Villanueva. En la carta también puedes elegir entre exquisitos arroces y pizzas. También cuenta con una cafetería anexa en el que la especialidad es el chocolate con churros.
Menú calçot
Además, estos días el restaurante El Aguador ha elaborado un menú especial calçotada en el que el calçot (una cebolleta tierna, blanca y dulce) asado a la brasa y acompañada de salsa romesco, es la base de la calçotada, que además se acompaña para abrir boca de piadina (base de pizza salpimentada) con tomate; seguido de una teja de barro con diez unidades de calçots por persona y, como plato fuerte, el pollo campero a la leña, una de las especialidades de la casa. Además, incluye un porrón de vino dulce y de postre, crema catalana o tarta de queso. Todo por 25 euros.
"Las calçots que servimos en el Aguador nos llegan desde el Valls (Tarragona)", comenta Alejandro Villanueva, gerente del restaurante junto a su hermana Cristina, que añade que se cocinan "a la brasa, a fuego vivo durante 5-10 minutos".
Quien se atreva con esta degustación tendrá que ensuciarse las manos, ponerse un babero de tela para evitar posibles manchas, reunirse con amigos, relajarse y desconectar.
La propuesta culinaria de este local del centro de la capital granadina "está teniendo muy buena aceptación", señala. Lo cierto es que los calçots son un producto con pocas calorías, una gran cantidad de hierro, calcio, fósforo y magnesio. Además, tienen una gran acción depurativa, y la presencia de flavonoides hace que tenga propiedades antioxidantes. Por lo que además de un menú divertido también es saludable.
De este modo, el restaurante El Aguador propone para estos meses (hasta abril) una auténtica verbena gastronómica de la que disfrutar con amigos y familia y en la que todos terminan chupándose los dedos.
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