Donde hubo fuego que queden las brasas

Hay muchos que ante la pregunta de si querrían ir al cielo o al infierno responderían sin dudar que bajarían a hacer el tour de Dante. Desde luego por allá abajo se encontrarían con Janis Joplin y los suyos, las mejores fiestas, lo mejor de la literatura -Bukowski o Henry Miller- y sobre todo, el olor imperante sería el de la carne a la brasa.
Hay un lugar en Granada donde la reina para los amantes de los cárnico, la ternera, comparte trono y cetro con otras que han tenido que sacar el pasaporte para llegar hasta su cocina. Hablamos de carnes exóticas como la de avestruz, cocodrilo o canguro, esta última según cuentan los dueños del restaurante Entrebrasas, Estefanía Zafra y Miguel Ángel López, tiene un sabor fuerte, muy parecido al de la ternera.
Este establecimiento no ofrece safaris gastronómicos, pero sí la garantía inexcusable de pasar una velada en la que tanto el ambiente como la comida y la bebida son de diez. El Entrebrasas es un local estrecho y largo, con dos puertas y una larga barra que lo recorre. La cocina está semi abierta a quien quiera echar una mirada furtiva a la gran brasa -donde el cocinero no para de añadir trozos de carne- y las paredes del interior son piedra y madera, con mesas altas y pequeñas barras en los laterales. En definitiva, un lugar que invita, ahora que llega el otoño, a pasar y guarecerse al abrigo de una copa de vino y la mejor comida.
Este restaurante está especializado en platos de carta, aunque no renuncian a la tapa: cuentan con cinco variedades que cambian cada día, salvo la primera, el secreto a la brasa, que en su bocado se deshace en la lengua. Estos aperitivos, según explican sus dueños, son "pequeños pero muy elaborados", y como muestra aparecen otras tapas como el salmorejo al caramelo, los aros de cebolla rellenos de queso y guacamole o la ensaladilla en pan de pita a la plancha.
En cuanto a sus platos, y antes de llegar a las carnes, en el Entrebrasas ofrecen también ensaladas tradicionales -como la caprese, la César o la de queso de cabra-, así como entrantes variados aunque con un claro toque 'carnívoro': jamón de pato, jamón ibérico de cebo cortado a cuchillo, queso curado de oveja, cecina de buey de León, o el surtido de ibéricos de cebo y queso viejo.
En terreno completamente 'salvaje' aparecen las carnes exóticas, encabezado por el solomillo de canguro australiano y el de avestruz sudafricano. Con menos kilómetros a sus espaldas se encuentra la picaña angus a la brasa, (variedad de buey de origen escocés); el tataki de buey; el medallón de buey; el más que recomendable lomo alto argentino; la black angus; el famoso de rubia gallega y el entrecot de esta misma variedad de animal.
En cuanto a los vinos, sin duda el mejor acompañamiento para la carne, en el Entrebrasas pueden presumir de tener una carta que pese a no ser muy extensa, sí contiene lo esencial de cada casa. El Muñana 3 cepas y el Vertijana 3 cepas son las etiquetas granadinas del local, mientras que en cuanto a Riojas Crianza están el Puerta Vieja, Luis Cañas y Baigorri. Pianna Fidelis, Pesquera, Pago de Capellanes, Emilio Moro y Pago de Carraovejas conforman el equipo de los Ribera. La carta enológica también contiene blancos y rosados como el Gran Feudo.
También te puede interesar
Lo último