Capileira, la Alpujarra hecha arte
Exposiciones
Artistas de la localidad han convertido las calles del municipio en un museo al aire libre
Granada/Capileira, en plena Alpujarra granadina, es un pueblo muy cercano a las cumbres de Sierra Nevada. El enclave donde se encuentra, a una altitud de casi mil quinientos metros sobre el nivel del mar regala a vista una vista inmejorable del Barranco de Poqueira y del Mulhacén y el Veleta. A esta imagen sobrecogedora que cautiva a cuantos visitantes se acercan al pueblo, se ha sumado la iniciativa de unos artistas que han decidido llenar de obras de arte las calles de la localidad hasta el cinco de septiembre, si el tiempo lo permite.
Los pintores de Capileira, Cristóbal Hoare (inglés afincado en el municipio desde hace tiempo) y Jaime Avilés, junto con el biólogo sevillano Francisco Hernández, se han propuesto una vez más mostrar, en esta ocasión en las calles de trazado irregular y cuasi laberíntico del municipio "cuanto hace de esta buena tierra el lugar mágico que es", según apunta Avilés.
"Mágico porque es capaz de influir en el ánimo y las emociones del visitante: la brisa de sus laderas, la fauna y flora, la nieve, la gente… todo cuanto sorprende al viajero ha penetrado previamente en nuestras almas, que saborean las estaciones a golpe de pincel, y hacen de esta tierra alpujarreña su fuente de inspiración y saber".
En efecto, Capileira es quizá uno de los pueblos más bellos que se puedan encontrar, su privilegiada situación geográfica y los menos de 600 habitantes del lugar, hacen de este municipio un oasis de calma. La tranquilidad casi se respira a cada paso. Además, pertenece a la Asociación de Pueblos más Bonitos de España, junto a Pampaneira y Bubión.
Para sorprender, más aún si cabe, a los visitantes que tienen a bien pasear por la noche por el municipio, los artistas han instalado faroles para iluminar los rincones del municipio.
"En la exposición hemos cuidado con esmero el juego de luces y sombras que rodean a unas obras que salen al encuentro en las esquinas y rincones. Pretendemos de esta manera un diálogo cuyo fin último es despertar la emoción".
Capileira viene de latín capillaris-e que significa cabellera, es decir la parte alta del cuerpo humano, por lo que no es de extrañar que este municipio reciba ese nombre por su situación. Aun teniendo un pasado heterogéneo en cuanto a lo cultural, la mayor influencia en el municipio es la bereber, y ello se puede comprobar por la arquitectura.
Las diversas pinturas que colorean las fachadas de cal blanca de las casas del municipio permanecerán en las paredes hasta el cinco de septiembre, "pero dado que toda la instalación esta expuesta a cualquier lluvia, si esto sucede la clausura habrá de ser inmediata", indica.
"Con este ya son 15 años exponiendo en Capileira, en el camino, el cáncer se llevó a dos pintores, Paco Bravo y Eduardo Barahona. De modo que ahora somos Cristobal y yo, pero donde haya sensibilidad, habrá arte y con esta herramienta los sueños siempre serán alcanzables" señala Avilés.
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