Granada se reencuentra con sus tradiciones en la romería de San Cecilio

Fiestas

La misa en la Abadía, las visitas a las Cuevas y los bailes en la explanada centran la primera celebración casi normal tras la pandemia aunque sin habas y salaíllas

Afluencia media de gente, que mantiene la precaución por el Covid

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Así está siendo el regreso 'light' de la festividad de San Cecilio

Granada tenía ganas de recuperar sus fiestas y tradiciones pero la prudencia aún por la incidencia elevada del Covid y el día, que amaneció plomizo aunque luego mejoró, hicieron que la romería de San Cecilio fuera una celebración 'light', a medio gas, con menos afluencia de gente, también por el hecho de que se suspendiera el reparto gratuito de habas y salaíllas, un claro aliciente de la jornada.

Pero la ciudad celebró a su patrón y no faltaron ni las caminatas a pie por las cuestas del Sacromonte, ni los bailes regionales, ni las visitas a las cuevas ni tampoco los picnic que se organizaron los asistentes, este año con más espacio que otros.

Porque la fiesta de San Cecilio fue la última en celebrarse en Granada antes de decretarse el estado de alarma allá por febrero de 2020, y ha sido la primera en recuperarse en un formato casi normal postpandemia aunque con restricciones.

Así, la fiesta del patrón ha sido la primera que se recupera en formato previo a la pandemia y no será la última porque el Ayuntamiento prepara una primavera casi normal en cuanto a fiestas y tradiciones.

La cancelación del reparto de salaíllas y habas se notó y la afluencia de gente fue menor que antes de la pandemia, aunque el goteo de gente era incesante por el camino del Sacromonte hacia arriba, que se vio incrementado a partir del mediodía cuando abrió el día y el sol permitió que subieran los más rezagados.

Cumpliendo la tradición, la ruta comenzaba en la Cuesta del Chapiz, para girar después a la derecha y comenzar a subir el camino del Sacromonte. De camino, se aprovechaba para echar un vistazo a las cuevas y los tablaos: La Canastera, la Rocío, la Venta del Gallo, la de Juan El Negro,... estos lugares típicos del Sacromonte reciben este día más visitas que el resto del año. Además, con la falta de las salaíllas, fueron muchos los que optaron por quedarse en una de las terrazas para vivir la jornada también con una tapa de habas y bacalao.

Arriba, en la Abadía, la jornada comenzó a las 12:00 con los actos institucionales, la recepción de autoridades por parte del alcalde, Paco Cuenca, y la misa tradicional por el rito mozárabe en la Abadía, presidida por el arzobispo, Javier Martínez. Después, las comisarias sacromontanas, este año las concejalas Ana Muñoz y Pepa Rubia, realizaron la ofrenda a las reliquias del santo y se hizo la visita oficial a las Santas Cuevas. Una vez realizadas, se abrió para la gente hasta las 18:00 horas.

En el acceso a la Abadía, la banda municipal interpretó los himnos ante las autoridades y en presencia de gran cantidad de público. Luego la policía fue controlando el acceso y sólo se podía acceder para seguir la misa y de forma controlada para no superar el aforo.

Y mientras, seguía el reguero de 'romeros'. Como pidió el Ayuntamiento, con zapatillas de deporte y su mochila al hombro, granadinos y visitantes se animaron a recuperar esta fiesta. Pero con una indumentaria más, la mascarilla, que todavía continúa la sexta ola y por eso muchos eran los que aseguraban que subían y bajaban sin quedarse a comer porque tampoco está la cosa como para mucha celebración todavía.

Mientras seguía la misa comenzaron los bailes en la explanada de acceso a la Abadía. El grupo municipal de bailes regionales comenzó las actuaciones con la Reja, el Vito y piezas clásicas de Granada. Después, los de las asociaciones de vecinos de Realejo-San Matías y de

Al faltar el reparto de habas y salaíllas había menos gente pero las viandas no faltaron y la gente se llevó su picnic y la estampa se repetía: mantas en el suelo, habas, salaíllas, bacalao, tortilla, vino, cerveza y mucha diversión para celebrar que se puede volver a la normalidad y que cada vez está más cerca.

"Siempre venimos y este año teníamos que volver después de la pandemia y aunque no haya habas las traemos en la mochila: bacalao, habas, jamón y salaíllas. Y cerveza Alhambra, de Granada", explican desde la puerta de la Abadía Carmen Ortega, Mari Ángeles y Antonio, que suben desde el Camino de Ronda

También hay quienes subieron por primer año acompañando a otros miembros de la familia. Visita a la Abadía, a las cuevas y al baile, el plan de Alba, Irene y Miguel para echar el domingo.

"Nosotros subimos todos los años antes de la pandemia pero este año no nos quedaremos mucho, solo es subir y bajar y ver un poco los bailes por precaución por el Covid", explicaba Laura con su mascarilla puesta y manteniendo las distancias de seguridad.

En la cola para entrar a la Abadía gente de Granada pero también de fuera acompañando a familiares. No en vano, esta fiesta es muy particular y granadina y con su recuperación no se podía faltar a la cita con uno de los días más tradicionales de la ciudad.

Fue la primera, un ensayo para las próximas, pero no será la última ya que Granada espera vivir una primavera normal, con permiso de la pandemia, y recuperar espacios y fiestas que en muchos casos llevan ya dos años en suspenso. La próxima cita ya será la Semana Santa y después las Cruces y el Corpus.

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