Granada cuenta con numerosas rutas con puentes colgantes para vivir una experiencia de altura
Rutas
Conoce aquellas rutas en el que parte de su recorrido que transcurren por puentes colgantes
Recorre Granada a través de sus emplazamientos más cinematográficos
Granada/Recorrer el entorno natural de la provincia de Granada se puede convertir en toda una aventura gracias a los puentes colgantes que se encuentran dentro del recorrido. Esto hace que la experiencia cobre un atractivo singular gracias a estos pasadizos elevados.
Así es común encontrar bastantes rutas por las que poder caminar a lo largo del Parque Nacional de Sierra Nevada. Si hay un lugar que es famoso por disponer de esta curiosa construcción son Los Cahorros de Monachil.
Se trata de un impresionante desfiladero que está situado a 2 kilómetros del casco urbano del municipio. Dispone de desfiladeros de piedra caliza que a la vez propician zonas de escalada. Con el tiempo este recorrido se ha ido haciendo popular entre los senderistas, que han encontrado en este lugar su propio paraíso natural.
Hay diversos caminos por los que ir, variando en dificultad ya que hay algunos que son para aquellos aventureros a los que no les importe arrastrarse, escalar o cruzar largos puentes colgantes que atraviesan los desfiladeros que se han formado con el paso del tiempo.
También hay algunos paseos más tranquilos especialmente indicados para aquellas familias que solamente quieran dar un tranquilo paseo por el entorno natural. El recorrido se completa con increíbles vistas, cascadas, piscinas naturales hechas de roca, cuevas y túneles estrechos. Este camino llevará al visitante a través de algunos de los paisajes más espectaculares de Andalucía.
Otro de estos curiosos puentes se puede encontrar en Torrenueva. Se trata del Puente de Jolúcar, el primer puente colgante que se ubica en la costa mediterránea. Cuenta con 60 metros de largo y sus vistas dan directamente al mar.
Algunos visitantes pueden quedar un poco impresionados pues se encuentra a unos 35 metros de altura justo encima del mar. En mitad del trayecto cuenta con una parte acristalada en el suelo por el que se puede ver justamente lo que hay bajo el puente. Toda una aventura para los que no tienen vértigo.
Otra interesante opción está en el sendero de la Cerrada del Río Castril, en la que se puede atravesar el propio río por unas plataformas que están suspendidas. Un lugar único y muy recomendable tanto por su recorrido como por su paisaje. Para poder pasear por sus pasarelas se tiene que pagar una pequeña entrada de 2,5 euros.
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