El Hospital San Cecilio homenajea a trece profesionales jubilados que retomaron la bata en el peor momento
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Los facultativos han realizado tareas de rastreo y han sido el nexo de unión entre los pacientes y sus familiares
Noviembre de 2020. La segunda ola llenaba las UCI de pacientes por todo el país y se acercaba la Navidad menos dulce, con previsiones de una tercera ola adelantada por las esperadas reuniones familiares y el miedo a que no se respetaran las restricciones en fechas tan señaladas.
En este momento crítico, un gran número de facultativos que ya habían finalizado su vida laboral se ofrecen voluntariamente para enfrentar el virus que ha paralizado el mundo.
En respuesta a la solidaridad de estos profesionales, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y los colegios profesionales de médicos de Andalucía firmaron un convenio para que los facultativos jubilados que lo solicitaran pudieran desarrollar actividades voluntarias en el marco de saturación hospitalaria.
La incorporación de trece profesionales jubilados en el Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada fue posible gracias a la participación del Colegio de Médicos de Granada, que asumió funciones de coordinación con el centro médico para coordinar las solicitudes de colaboración de los profesionales jubilados y ponerlas a disposición del hospital, así como velar por el buen desarrollo del convenio.
Un total de ocho meses de trabajo voluntario en la peor crisis sanitaria de la historia reciente, ese es el reconocimiento que el Clínico San Cecilio ha ofrecido hoy a los trece facultativos, que en su mayoría disfrutarán ahora de un periodo vacacional del que puede ser que no vuelvan como voluntarios debido al exitoso avance de la vacunación.
Así lo expone Manuel Reyes, director gerente del Clínico San Cecilio: “La presión de la pandemia ha disminuido mucho, la vacunación está funcionando”. Además, Reyes destaca que “han hecho un alarde de generosidad cubriendo los puestos necesarios magníficamente” por lo que merecían un acto en el que “nos hemos dedicado unas palabras, nos hemos emocionado y les hemos hecho un regalo desde el hospital, para tener al menos un recuerdo bueno durante esta pandemia”.
Durante este periodo, los trece voluntarios han ejercido labores de rastreo clasificando test y ayudando a comunicar los resultados. La función más destacada por ellos mismos, debido a la importancia emocional y humana para los familiares de los ingresados, ha sido el ofrecimiento de información telefónica para los familiares de los ingresados en el hospital, generalmente por Covid, pero también por otras patologías, ya que las visitas no estaban permitidas en ningún caso.
María Jesús Sánchez, médico de atención primaria jubilada destaca que “para nosotros era gratificante hablar con los familiares, que no se veían en meses, éramos el contacto entre el hospital y ellos, es una situación muy dura porque ha habido personas ingresadas durante mucho tiempo”.
José Sorroche, médico de familia jubilado desde hace cuatro años, explica que “cuando vi la situación tan grave, quería ayudar como fuera”. Esperemos que no vuelva a ser necesario, pero por suerte, Granada ya sabe que cuenta con ellos, “estamos dispuestos a venir todas las veces que haga falta”, concluye Sorroche.
Alberto Jiménez “Con esta experiencia he completado mi vida laboral”
El cirujano maxilofacial jubilado destaca lo duro, a la vez que gratificante, de informar diariamente a los familiares de los ingresados. “Lo que menos nos gusta a los cirujanos es informar, lo que nos gusta es operar, ahora he tenido la oportunidad de hacer algo que casi nunca he hecho en profundidad y ha sido magnífico. He visto cosas que me han hecho irme de aquí llorando, yo presumo de ser fuerte, pero no, me he dado cuenta de que no, informando he completado mi vida profesional”, relata.
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