Modernidad y tradición: el Mirador de Tato abre sus puertas en el Bajo Albaicín con vistas a la Catedral de Granada
El nuevo restaurante se ubica una descocida plaza mirador de esta zona de la capital
Presenta una carta sencilla, con alimentos de temporada y una renovación de la cocina de toda la vida
Enclavado en una desconocida plaza mirador del Bajo Albaicín, el Mirador de Tato abres su puertas en Granada con una curiosa propuesta grastronómica que combina vistas a la Catedral y a una preciosa puesta de sol, junto a una cuidada cocina casera de temporada, productos de primera calidad cocinados con mucho respeto por la tradición sin perder la curiosidad por las nuevas técnicas y sabores de la cocina moderna.
La peculiaridad de esta nueva oferta gastronómica se basa en una carta sencilla, con una muy trabajada selección de materias primas de temporada que se elaboran de manera completamente artesanal, con respeto a las recetas de toda la vida, pero incorporando ciertos guiños a la cocina moderna que ensalzan los platos de toda la vida.
En la selección encontramos, dependiendo de la época del año, propuestas como el tomate RAF con aguacate, alcachofas de Granada con jamón ibérico y aceite de trufas, rabo de toro en salsa moscatel, presa ibérica de bellota cocinada a baja temperatura y sellada a la parrilla, atún rojo de almadraba de Barbate con verduras en escabeche, pulpo a la brasa sobre parmentier de patata trufada o tortilla de patata. El remate perfecto es una repostería completamente casera hecha a diario para sus clientes como la tarta de queso de cabra con streusel de almendra o la tarta de mousse de yogurt y amarena con peras al vino.
La acertada selección de vinos es otro de los puntos fuertes con una más que curiosa carta que propone caldos de distintas denominaciones de origen alejándose de vinos comerciales y explorando referencias muy interesantes que permiten al cliente probar y disfrutar de grandes descubrimientos.
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