Mucha historia en pocos metros. Granada como foco principal para los amantes de las antigüedades

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Al Rastro, Ruiz Linares, La Lonja y Antigüedades GR, cuatro negocios de antigüedades de la ciudad abren sus puertas a Granada Hoy para dar visibilidad a este tipo de negocios

"Mucha historia en pocos metros" : Granada como foco principal para los amantes de las antigüedades / José Velasco / Photographerssports
Paula Vera

08 de enero 2023 - 07:00

Granada/Granada se ha convertido en uno de los focos principales de atracción para los que aman las antigüedades. Cada vez son más los comercios que transportan a los clientes a otras épocas ofreciéndoles objetos de otros periodos históricos difíciles de encontrar, y que muchos recuerdan con nostalgia. La reciente crisis del retail, que no es más que crecimiento del comercio electrónico derivado de los cambios de hábitos en el consumo en detrimento del tradicional, ha puesto en alza estos negocios que llevaban años pasando desapercibidos en el mercado, los anticuarios.

Este tipo de comercios tiene un gran valor emocional para todas aquellas personas que van a las tiendas con el objetivo de reconocer objetos de su niñez, buscar piezas de arte de alto valor, y otras muy reclamadas por grupos de coleccionistas. Sin embargo, no son solo los más mayores los que han disfrutado de estos expositores sino también los más jóvenes amantes de lo retro han querido ser partícipes de este retorno a la historia.

El anticuario Ruiz Linares

Uno de los anticuarios más longevos de Granada es el de Ruiz Linares, que nació en la Alhambra en 1883 y abarca una gran galería que realiza exposiciones de arte antiguo, moderno y contemporáneo. Impresiona a los visitantes por su gran selección de pinturas y obras a papel que van desde los siglos XVI hasta el XX. Además, este negocio destaca por una selección exclusiva de objetos y mobiliarios que incluye el arte de la provincia de Granada y del resto de España.

En cuanto a la historia de este anticuario, tiene gran importancia por su longevidad, un negocio que como su encargado Fernando Carnicero Ruiz comenta a este periódico, "viene de la generación de su bisabuelo y se abrió en los años 60 en la calle Estribo".

Sus antigüedades proceden en su mayoría de Andalucía y siempre se intenta obtener piezas que provengan de particulares, a pesar de que en ocasiones puedan participar en ferias y subastas entre otros eventos, comenta Carnicero, quien además destaca la importancia de los productos granadinos: "Nos gusta tener piezas producidas en Granada, en relación con su historia o trabajos específicos granadinos".

Una talla de la Virgen en una tienda. / José Velasco / Photographerssports

Carnicero hace hincapié en que, generalmente, la venta de antigüedades en Granada y en toda España tiene una visibilidad bastante reducida porque es algo que solo le interesa a "unos pocos, normalmente es algo muy especifico de coleccionistas no de una mayoría". Sin embargo, históricamente hubo un tiempo entre los años 80 y 90 en el que este tipo de negocios se pusieron de moda, lo que hizo que todo el mundo quisiera tener en sus manos estas preciadas reliquias, explica.

"A las antigüedades se le daba valor e interés y hoy en día de forma general ha dejado de ser así", lamenta Carnicero Ruiz. "En realidad, este tipo de negocios, a pesar de ser ofrecido a todos, se destina a las personas que le interesan y saben sobre él", añade.

Ruiz Linares sigue manteniendo un tipo de negocio en el que prima la variedad, un anticuario tradicional: "Tenemos de todo no mezclado, sino distinguiendo cada cosa, la tendencia tiende a la especialización pero nosotros seguimos teniendo una gran variedad e cosas".

Al Rastro

Alejandro Mauri presenta su negocio como una tienda histórica de antigüedades que cumple quince años, aunque los once primeros se radicó en Padul para hace cuatro mudarse a la capital. La mayoría de los objetos de este tipo de negocios vienen de casas particulares, sin embargo, este concretamente, trata de viajar e ir a otros países como Francia, en los que han comprado a profesionales estos objetos para ampliar la oferta y fomentar la internacionalidad de los mismos.

En la tienda se pueden encontrar mobiliario, escultura y arte y curiosidades, entre otros. El dueño destaca la importancia de diferenciar esta tienda como un rastro constituido por materiales de anticuarios, es decir, cosas religiosas y de alta época. Se distingue de otros que se basan en albergar objetos de casa, materiales que ya no usan o lo que algunos denominan "basura en la que puedes encontrarte todo tipo de objetos".

Engloba a todo tipo de clientes, desde los más jóvenes a los más mayores, y que van a caza de muebles restaurados, objetos de diseño, hasta piezas de coleccionista. Mauri cuenta que tenían una tienda anterior a este establecimiento en la capital, que tenía 1.500 metros y que tuvieron que cerrar tras las "grandes perdidas" sufridas en la pandemia. Además resalta que no se suele promover este tipo de eventos en la ciudad, lamentando que muchas de las ferias celebradas los domingos orientadas a este tipo de objetos longevos han sido canceladas. "Si nos juntamos mucha gente a vender de diferentes ciudades esto crecería, pero no hay movimiento de ningún tipo, estamos un poco abandonados", ha argumentado Mauri.

La tasación es algo fundamental en este tipo de negocios y está muy demandada. "Es esencial para no devaluar este tipo de artículos, ya que la gente, hoy en día, debido a la gran cantidad de plataformas presentes anuncian cosas de herencias sin ningún criterio, ya que verdaderamente no saben lo que vale, cuando cogemos un artículo valioso y lo vendemos, hacemos una milla en el mercado", argumenta el dueño de Al Rastro.

Mauri menciona que "pasar tanto por la infravaloración como por la hipervaloración de los mismos es algo que puede ser negativo". Por ello, una tasación correcta hace que el mercado sea real y básico para que el cliente no crea que está siendo estafado.

Varios productos en uno de los anticuarios de la capital. / José Velasco / Photographerssports

Antigüedades GR

Este negocio abrió sus puertas hace "muchos años", desde sus abuelos maternos, oriundos de Torredonjimeno y Porcuna (Jaén). "Mi abuelo entendía de antigüedades y esto se retomó en mi familia", ha comentado Gonzalo Reyes.

Después de tiempos de guerra sus padres empezaron con este negocio en diversas zonas de Andalucía: Córdoba, Jaén y Sevilla entre otras donde llevaron todo tipo de antigüedades. Al no terminar de encajar en estas ciudades probaron suerte en Granada y "aquí cuajaron tanto con el publico como con el gusto, por lo que había mucha actividad para ellos", comenta Reyes. Actualmente el negocio lleva con este tipo de anticuarios 77 años en Granada. Gonzalo Reyes como último propietario fue la tercera generación de su familia y su hijo Rafael ya ha iniciado la cuarta. Es por ello que hablan de que "echaron raíces en Granada".

"Cada uno interpreta las antigüedades y profundiza más a su manera", explica Reyes Muñoz. El, personalmente, profundiza en la talla de esculturas y pinturas. Especialmente menciona de su anticuario un Ecce Hommo del siglo XVII por su características y manera de esculpir el barro. Menciona además que el mueble hoy ha caído muchísimo pero que siguen existiendo unos barnices y pinturas especiales que abarcan del siglo XVII al XX.

Es notable que la crisis ha afectado muchísimo a este tipo de negocios, "había un nivel medio de clientes y una vez o dos veces al año dedicaban unos días a comprar, pintura o objetos de vitrina, pero cuando en 2007-2008 llegaron los recortes las personas dejaron de comprar y el termino medio de la gente en este tipo de negocios se han visto afectados, los coleccionistas se ven muy afectados por estos precios y por ello compran menos", ha explicado.

El propietario habla de lo importante que son los rastros y mercadillos para este tipo de negocios, ya que "si no compras vas a pasar una mañana agradable preguntando y curioseando objetos y al final te terminas aficionando por lo que un incentivo para le gente es el sacarla de sus casas". Este anticuario tiene una propuesta de mercadillos de arte donde pretenden sacar bisutería antigua, y cosas baratas que rocen en precio de 20 euros para que la gente curiosee ya que va a ser una iniciativa esencia de esta zona que podría incrementarlas ventas.

"Granada ha sido siempre muy importante en este mundo de antigüedades y desde hace muchos años salen de esta ciudad piezas muy importantes", menciona Gonzalo Reyes, quien comenta la existencia de reliquias como el palo Suizo, de los cuales solo hay dos en el mundo.

En cuanto a la tasación, comenta que cobra un dinero módico por "molestias e información" y por la realización de un estudio que habla de la calidad, época, madera etc. Se suelen hacer con dos precios uno "muy real, es decir, lo que yo compraría" y otro "si lo arreglas y barnizas para poder sacarlo a un precio mayor y darlo al comprador final para que se entiendan entre los familiares", explica.

La Lonja

Julián Moscoso habla de su negocio como una tienda que abrió hace quince años cuando terminó sus estudios de Historia de Arte, ya que le gustaba el tema de la decoración, el arte decorativo, el tema antigüedades, por lo que decidió montar la tienda.

Es una tienda de compra venta e objetos antiguos y vintage, algunos más antiguos y otros más modernos que abarcan desde los 50 hasta los 70. Es una actividad principal de particulares "que quieren deshacerse de cosas de sus hogares".

Para saber el valor de los objetos habla de una cuestión de experiencia y de oferta y de demanda "como cualquier otro articulo que está a la venta en este tipo de negocios". Los clientes suelen ser de todas las edades: "Con gustos especiales, enamorados de este tipo de decoración, personas con niveles culturales normalmente altos que se sensibilizan con este tipo de arte y hacia las antigüedades en general, coleccionistas o búsquedas de objetos concretos".

Son negocios con poca demanda de los cuales "es muy difícil vivir de ellos". A pesar de la visibilidad que pueda estar presente en Granada, son muy pocos los negocios que se encuentran, además detrás hay mucha carga fiscal o de alquiler, pago de impuestos y gastos que hacen que cueste trabajo vivir de ellos". Un hecho real y muy comentado por las diversas tiendas de antigüedades es que cada vez se da más en Internet, aunque no podemos olvidar que la "mayoría aparecen en las Páginas Amarillas, en las que muchos buscan cuando quieren adquirir alguna de estas reliquias especiales que solo en lugares así puedes encontrar".

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