Utilizan plantas de fresas para medir la contaminación de Granada
Estudio
El proyecto usará esta especie, sensible a los materiales pesados, para establecer un mapa del aire
Medio millar de personas participantes en el proyecto Vigilantes del Aire de ciencia ciudadana propuesto por la Fundación Descubre, envían esta semana muestras de las plantas de fresas que han cuidado desde noviembre y que han servido como estaciones para conocer ahora el nivel de contaminación ambiental.
El fresal, planta elegida para convertirse en indicador natural de la calidad del aire, es un organismo sensible a los materiales pesados que genera la contaminación, por lo que servirán para establecer un mapa del estado del aire.
La iniciativa arrancó el pasado mes de noviembre y permitirá ahora analizar la contaminación ambiental y la calidad del aire gracias a un proyecto de ciencia ciudadana al que Granada se sumó el pasado mes de noviembre con el reparto de 500 macetas de fresas. Los participantes han cuidado sus plantas en casa para que las hojas acumularan materiales asociados a la contaminación del aire y, desde ayer, enviarán una muestra de su planta para el análisis científico del material acumulado.
La iniciativa, que coordinada a nivel nacional la Fundación Ibercivis, se desarrolla de forma simultánea en otras cinco ciudades españolas, y está coordinada en Granada por la Fundación Descubre con financiación de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad y con la colaboración del Ayuntamiento de Granada y la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC).
Desde su puesta en marcha, el proyecto "Vigilantes del Aire" ha repartido 5.000 plantas de fresas que se han convertido en estaciones de monitorización de la contaminación ambiental distribuidas, en el caso de Granada, el centros cívicos, de participación activa de mayores, fundaciones y colectivos.
Este análisis científico de las muestras recogidas se realizará en el Instituto Pirenáico de Ecología (IPE-CSIC), que controlará los resultados registrados en Granada, Barcelona, Cambre (La Coruña), Vitoria y Burgos.
Además de medir la calidad del aire, el proyecto plantea impulsar la ciencia ciudadana, acercar la ciencia de un modo abierto y accesible al público y acercar a los participantes en el experimento los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
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