¿Cuándo abre la estación de esquí de Sierra Nevada?

Los que vienen de fuera ya empiezan a buscar alojamientos tanto en Pradollano como en la ciudad

Comer sin quitarse los esquís: restaurantes y bares en las pistas de Sierra Nevada

Imagen de plena temporada en Sierra Nevada.
Imagen de plena temporada en Sierra Nevada. / Archivo Cetursa Sierra Nevada.

Sierra Nevada ya está haciéndose notar para los granadinos y está lanzando sus señales inequívocas de que empieza el invierno. Como primera muestra, el macizo ya se alza ante la vista blanco y brillante al sol. Ha cambiado el gris del verano por su acostumbrado fulgor de invierno. Esa es la primera manifestación de la Sierra.

La segunda es algo que se nota ya, sobre todo, en las primeras y las últimas horas del día. Efectivamente hablamos de ese frío granadino reconocible para todo habitante de la ciudad y pueblos cercanos. El viento gélido que cae directo de una Sierra Nevada ya con nieve, que da la sensación de haber abierto la puerta del congelador estacional granadino.

¿Y qué quiere decir esto? que el ocio y deporte invernal de Granada está a punto de comenzar. Los que vienen de fuera ya empiezan a buscar alojamientos tanto en Pradollano como en la ciudad y los de aquí se frotan las manos enguantadas de cara al comienzo de temporada esquí.

Al parecer, la previsión de apertura de este año no ha cambiado: se acerca la fecha y todos los negocios, hoteles, tiendas, restaurantes y bares ya tienen la vista puesta en la inaguración de la temporada y empiezan a preparar sus grandes meses. Cuando Sierra Nevada pasa cada día de bote en bote.

El agua de la DANA pone la Sierra a punto

Aunque la DANA ha traído un golpe de nieve no previsto, desde la estación mantienen la fecha de apertura en el 30 de noviembre. Apenas dentro de dos semanas. Con las lluvias de la pasada semana, que para otras zonas fueron trágicas, a Sierra Nevada le llegó un manto de nieve que inyecta buenas perspectivas.

Aquella no fue la primera nevada de este otoño, dos semanas antes otra tormenta pintó de blanco la Sierra, aunque fue algo más efímera que en esta ocasión, donde aún se puede ver el macizo inmaculado. Tras unos días en los que las altas temperaturas posteriores fundieron aquella nieve, de nuevo se recupera el típico manto invernal que, esta vez, no se hace agua dado la bajada del mercurio que tiene ya a los granadinos sacando los abrigos 'gordos'.

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