La Alhambra de Barcelona: la leyenda de una 'réplica' nacida de la nostalgia de una granadina

En el exclusivo barrio barcelonés de San Gervasi- Galvany se alza un poderoso edificio que además de belleza arquitectónica e histórica, tiene en su ficha de honores unas cuantas leyendas en cuanto a su origen y por qué de su existencia.

Ahora enclaustrado entre otros tantos edificios más modernos del vecindario, y cuya exuberante portada remite al estilo neoárabe o neomudéjar tan aclamado en el siglo XIX, es un homenaje nacido, según cuentan, de la más pura de las nostalgias a Granada y su máximo exponente: La Alhambra.

La fachada, aunque ha sido remodelada en varias ocasiones a lo largo de las décadas, sigue haciendo ese guiño al monumento nazarí que también recuerda en ornamentos y formas a otro tributo arquitectónico, esta vez patrio: el hotel Alhambra Palace de Granada.

El edificio es privado y puede visitarse pidiendo permiso a los vecinos, explica la página web del Ayuntamiento de la ciudad, además, que "está considerado una joya oculta de la arquitectura de Barcelona" protegida por el Ayuntamiento de la ciudad, indican a su vez desde el sitio dedicado al Edificio Alhambra.

Este inmueble es muy conocido en Barcelona y su inspiración nazarí ha sido protagonista de diversos artículos de prensa y publicaciones especializadas, entre ellas National Geographic o El País o La Vanguardia.

Quizás lo más interesante de esta edificación es, además de las leyendas sobre su autoría y el leitmotiv tras su proyección, es que guarda en su interior una "réplica a escala del patio de los leones de la Alhambra", indican las mismas fuentes.

El edificio, obra atribuida al arquitecto Domènec Balet cuenta ahora con seis plantas aunque nació con solamente tres alturas, las otras tres fueron alzadas en 1930 por el arquitecto Juan Ventura Polit, según los planos aportados por la web del Edificio Alhambra de Barcelona.

El edificio, casi con 150 años de historia, cuentan en su web, "se han contado varias versiones sobre la construcción del Edificio Alhambra en Barcelona".

Las leyendas apuntan a la nostalgia de una granadina

La más extendida sostiene que un señor de origen berlinés, casado con una granadina, compró el terreno y se decantó por construir un edificio "inspirado en la arquitectura árabe", en concreto, en la Alhambra, para que su esposa no sintiera nostalgia de su tierra.

La segunda leyenda también tiene que ver con la nostalgia de una mujer nacida en Granada. Se cuenta, indican, que fue "el propietario de las tierras, Castelló Galvany quien decidió construir el Edificio Alhambra como un gesto para hacer sentir a su esposa más cerca de su ciudad natal, Granada". La tercera versión implica a otra andaluza, Rosario Pequeño, aunque no ha trascendido que fuera granadina. Se trata de la mujer del doctor Otto Streitberger que, añaden, fueron vecinos de este edificio donde "también tenían su consulta de electroterapia, aunque esto no ocurrió hasta varias décadas después de su construcción". 

El misterio de su autoría

Si bien el leitmotiv del proyecto está cargado de leyendas sobre la nostalgia granadina, su autoría está envuelta en misterio. Desde la web del edificio atribuyen el edificio a la cabeza del mencionado Domènec Balet basándose en las noticias de periodistas especializados así como en guías y en el Museo de Historia de Barcelona.

Otras versiones disparan a que el edificio fue construido en 1919 por el arquitecto Josep Maria Sagnier Vidal ya que "tanto los planos como la fotografía panorámica de principios del S.XX de más abajo, parecen evidenciar que el inicio de la obra fue durante esa época y no a finales del S.XIX", aportan desde su web que se apoya, además, en otros detalles urbanísticos y temporales.