Balneario romano y hotel de la nobleza bajo un pantano: la historia milenaria de las pozas termales de Zújar, en el Geoparque

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Los baños conocieron a romanos, monjes del siglo XV, una desamortización, quiebras, un balneario de nobles... y a Felipe González

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Balneario romano y luego hotel de la nobleza bajo un pantano: la historia milenaria de las pozas termales de Zújar, en el Geoparque

Un hotel-balneario de lujo bajo las aguas de un pantano que, 2.000 años antes, en época romana, ya guardaba el espíritu curativo y de oda al cuerpo y el bienestar. Ya no queda nada de aquellos espacios bañados por aguas termales naturales en el Norte de la provincia de Granada, en Zújar, tan solo una lengua de agua caliente y a pleno cielo de que la que disfrutan los pocos visitantes que la conocen. Los que ahora se remojan en estas aguas las disfrutarían de forma distinta si supieran que nadan sobre cientos de años de historia a 40 grados. Este es el apasionante relato de los baños de Zújar.

En la actualidad queda una piscina natural de 30 por 12 metros aproximadamente de aguas color turquesa con una temperatura de unos 40 grados y con una profundidad máxima de 2 metros. Los bañistas pueden entrar libremente en estas aguas, ya que la entrada es completamente gratuita: se encuentra al aire libre, en un paraje natural. La perspectiva desde el agua es un plano de película futurista: un baño a 40 grados en mitad de Marte.

Otro balneario, mismas aguas

Balneario de Zújar, en la actualidad. Imagen del Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez, Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, Monográfico de Balneario y Baños Árabes

Un manantial de agua colmada de minerales que, según estudios elaborados por diferentes médicos a lo largo de la historia, son beneficiosas para la piel, las enfermedades endocrinas, reumatismo e incluso la gota. De hecho, en la actualidad existe un balneario que se nutre de dichas aguas, el Balneario de Zújar, que recuerda la historia milenaria de este paraje.

Romanos, monjes del siglo XV, una desamortización, quiebras, nobles... y Felipe González

Hace miles de años, Plinio el Viejo ya escribió sobre estas aguas y sus propiedades curativas, este es el comienzo de un relato que pasa por romanos, monjes del siglo XV, obispos, una desamortización en el siglo XIX y una historia de 'amor y lujo' de una rica familia.

El último 'habitante' del espíritu de estas aguas termales fue un hotel de lujo frecuentado por nobles, aristócratas, políticos y realeza en el 'boom' de los balnearios en los primeros años del siglo XX que consiguió 'hablar de tú' a los mejores balnearios europeos. Permaneció como tal hasta los años 80, luego todo ello fue anegado a consecuencia de la construcción del embalse del Negratín en 1985, con Felipe González como presidente del Gobierno.

Los datos de esta historia, recogida al completo en el Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez, Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, Monográfico de Balneario y Baños Árabes en su edición 27 de 2014, hablan de todo un pequeño mundo creado durante miles de años en torno a unas aguas termales y medicinales en el Geoparque granadino.

Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez, Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, Monográfico de Balneario y Baños Árabes
Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez, Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, Monográfico de Balneario y Baños Árabes

Un regalo a los monjes de la tía de Fernando el Católico

A juzgar por los textos de Plinio, las aguas de Zújar no solo eran conocidas sino también usadas en un balneario edificado sobre ellas. El siguiente testimonio llega miles de años después, con los devenires de la conquista de Granada por parte de los cristianos. El primer complejo post conquista que daba uso a las aguas de Zújar, conocida como Baños de Benzalema, en la finca La granja y fue gobernado por monjes Jerónimos que obtuvieron dichas tierras de la viuda de Enrique Enríquez, tío de Fernando el Católico y Gobernador de Baza.

Aún en manos de la Orden, en 1797, el obispo de Guadix, fray Bernardo de Lorca, comenzó en La granja lo que sería la primera gran restauración de las termas a lo que se sumó la construcción de una "hospedería y hospital para pobres" (una "obra pía") que se mantuvo como tal hasta principios del siglo XIX cuando el Ayuntamiento de Zújar comenzara a litigar con los Jerónimos y el obispo por su titularidad así como por el control de sus ingresos.

Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez, Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, Monográfico de Balneario y Baños Árabes

Ahí comenzó el calvario de los monjes y el obispo de Guadix por mantener su regalía, que culminó con la desamortización de Madoz en 1855. El complejo quedó afectado por la misma y acabó vendiéndose a un ubetense y un sanluqueño (José María Iturrabio y Antonio Lara, respectivamente) por 111.101 reales, señala el Boletín.

Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez, Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, Monográfico de Balneario y Baños Árabes

Siglo XIX: Quiebra del primer balneario en manos privadas

Pero el balneario vería otro cambio de manos en poco tiempo: los dueños llevaron a la quiebra el complejo y fue adquirido esta vez por un madrileño, Antonio Sánchez, quien sí supo darle el boato y el brillo de exclusividad al negocio: diseñó una potente campaña de márquetin que incluía informes de los tratamientos medicinales de las aguas y sus resultados, listas de visitantes (y clase social) así como información sobre las líneas de ferrocarril y vías de comunicación del momento para los interesados en probar las aguas de Zújar.

Siglo XX: la familia Almagro y una vida de 'amor y lujo'

Con el esplendor del siglo XX, la familia Almagro Sanmartín adquiere el complejo y realiza una reforma integral. Echan abajo la antigua hospedería pero mantienen los restos de "las termas romanas". Con esa remodelación proyectaron todo un complejo de "galerías y dependencias" consideradas de lo más puntero de la época: se comparaban entonces con los grandes balnearios de Europa. La moda de la alta sociedad de principios de siglo.

Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez, Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, Monográfico de Balneario y Baños Árabes
Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez, Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, Monográfico de Balneario y Baños Árabes

El hotel balneario de los Almagro se convirtió en una institución de la crema de la socialité, tanto que incluso se construyeron carreteras 'ad hoc' para llegar al complejo, que recibía visitantes célebres como fue, en su momento, el presidente del Gobierno, el Conde de Romanones. También la literatura cruzó sus pasillos: el Boletín apunta que se cree que Pedro Antonio de Alarcón escribió La pródiga en la finca cercana, La granja.

Pero la triste historia de este país cruzó el relato de esplendor, amor y lujo de este balneario. LLegó el Golpe de Estado militar en 1936 y con él la Guerra Civil. El hotel de lujo pasó a ser un hospital de sangre, como sucediera con el hotel Alhambra Palace de Granada y luego sirvió como escuela pública.

En 1940 la familia Almagro vendió por 250.000 pesetas las instalaciones, el balneario, el hotel, los jardines y terrenos a la familia Pitto Pagés que los disfrutaron y mantuvieron hasta los años 80, cuando todo fue expropiado por el Gobierno para la construcción del embalse del Negratín.

El resto es agua e historia: antes de que el fastuoso complejo fuera anegado, se demolieron los edificios a excepción de la piscina que siguió usándose para el baño. Después se quitaron los escombros juntos al nacimiento de agua de lo que surgió esta "especie de playa" natural de aguas termales.

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