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Granada/Uno de los aspectos importantes de cara a visitar una ciudad es dónde comer bien, y en Granada han prosperado nuevos bares que complementan la oferta de aquellos que llevan décadas abiertos al público. Estos establecimientos, en muchas ocasiones, no son tan conocidos por no tener una trayectoria tan larga, ni el renombre de los más clásicos. Por eso centran su negocio en ofrecer al público un gran servicio y a la vez servir platos y tapas de excelente calidad, lo que hace que los granadinos los conozcan y visiten por el boca a boca.
A continuación se presentan algunos de de esos bares que merecen la pena ir.
Abierto originalmente en el municipio de Peligros, y expandirse posteriormente hasta Camino de Ronda, este bar ofrece una cocina en la que ingredientes mediterráneos pasan por el arte de la alta cocina para servir al comensal tapas de autor que no dejarán indiferente a nadie.
En el corazón de Granada, en la transitada calle Cárcel Baja, se encuentra este reconocido bar. Aunque el punto fuerte de este establecimiento reside en su variada carta, también se pueden degustar tapas muy interesantes, que serán el perfecto acompañamiento junto a una copa de vino.
No solo en la zona más céntrica de la capital de Granada se puede disfrutar de buenas y variadas tapas. El barrio de Zaidín aúna varios bares en el que se puede comer muy bien. Aquí una serie de clásicas tapas acompañarán a la bebida. Muy recomendable su pollo al limón.
Por la zona de Alhamar, en la esquina que hay entre la calle Mulhacén y la calle Conde Cifuentes, se encuentra este bar. Su principal atractivo reside en las sugerencias del día, en los que se puede encontrar desde el steak tartar o tostas de varios tipos.
A la altura de la plaza Carlos Cano, que está situada en la calle Varela, se emplaza este bar en el que uno puede tomar un buen vino a elegir entre su extensa variedad y disfrutar de vistosas tapas como acompañamiento. También cuenta con una carta de platos en donde la cocina tradicional y una cuidada presentación son los principales protagonistas.
Si transitamos por la calle San Jerónimo una parada obligatoria es este pequeño local en el que se puede degustar tapas inspiradas en la gastronomía de diferentes países de extremo oriente. A la vez existe un buen ambiente y una carta de platos en la línea de lo ya visto en las tapas.
En ocasiones la mejor estrategia es desmarcarte del resto y ofrecer algo distinto. Así, este bar, ubicado en el barrio de la Cruz, destaca por su buena cocina aplicada a cada tapa y por ofrecer Laing, una comida traída de la gastronomía filipina. También es recomendable acompañarlo con alguno de los vermú que sirven en este local.
Este pequeño establecimiento, que se puede encontrar en la calle Nueva San Antón, ofrece una variedad de tapas con un estilo gastronómico tradicional y sencillo. La empanadilla acompañada con salsa picante o las tiras de pollo rebozadas con cereales son solo algunos ejemplos de las tapas que se sirven con cada consumición.
Uno de los barrios que es famoso por sus tapas es La Chana. Aquí se cumple el dicho de que con dos consumiciones has comido. En este emplazamiento se puede encontrar una amplia variedad de tapas. Se puede elegir con cada consumición entre bocadillos, pescadito o alpargatas (berenjenas rellenas y rebozadas).
Este bar clásico se centra en ofrecer tapas sencillas, caseras y abundantes. Afincado en la calle Curro Cúchares lleva sirviendo tapas a los comensales granadinos más de treinta años. El concepto que caracteriza a este bar es que mientras haya una consumición en la mesa irán llegando tapas. De esta forma siempre habrá comida que llevarse a la boca.
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