Las dos bibliotecas de la Universidad de Granada que te dejarán sin palabras
Vivir Ciudad
Granada/El patrimonio bibliográfico de la Universidad de Granada Universidad de Granadaes uno de los más importantes del país. Fundada en 1531 por Carlos V, lleva cinco siglos formando a profesionales altamente cualificados y generando conocimiento en el ámbito científico. La creación de estos documentos, así como la necesidad de salvaguardarlos y protegerlos forzó la creación de espacios destinados al almacenamiento del conocimiento pasado y futuro: las bibliotecas.
El espacio de las bibliotecas es multidisciplinar, y se ha ido adaptando a las necesidades de cada época. A día de hoy, son un lugar de encuentro entre el alumnado y el profesorado, que acuden a ellas para ampliar el conocimiento sobre algún campo científico, o simplemente por el placer del conocimiento. Su ambiente agradable y distendido favorece la concentración de los estudiantes, que posicionan las bibliotecas como el lugar predilecto para la elaboración de trabajos en grupo, puestas en común o simplemente para un rato de estudio individual o colectivo.
Asociar las bibliotecas a un silencio sepulcral es un concepto muy arcaico, y que escapa de la realidad. La calma no debe confundirse con la ausencia de actividad, ya que son el alma del conocimiento universitario. Entre sus muros atesoran los grandes tesoros del patrimonio bibliográfico que la Universidad custodia, con el firme propósito de favorecer las investigaciones del pasado, el presente y el futuro. Son espacios de cooperación, en los que la comunidad universitaria se involucra personalmente con los estudiantes y visitantes que desean obtener un ejemplar en concreto, consultar cualquier duda o simplemente observar.
Estas son algunas de las bibliotecas que sorprenderán a los curiosos que se animen a visitarlas. Su historia y las colecciones que custodian son auténticos tesoros que pasan desapercibidos para la mayoría de los granadinos.
La Biblioteca del Hospital Real
Tras la Reconquista, los Reyes Católicos idearon la construcción de un hospital que sustituyera el hospital de campaña primitivo, instalado en la Alhambra. Se requería de un lugar sin edificaciones cercanas, y que se encontrara a extramuros de la Granada de aquella época. Por este motivo, próximo a la popular Puerta de Elvira, se alza el imponente Hospital Real de Granada, sede del Rectorado de la Universidad.
El devenir del tiempo fue forzando la transformación del primitivo hospital en un espacio con diferentes funciones. Sobre una planta de cruz griega se presentan dos naves entrelazadas, delimitadas por cuatro claustros de gran valor arquitectónico: el Patio de la Capilla, el Patio de San Juan, el Patio de los Inocentes y el Patio de los Mármoles.
Uno de ellos da acceso a la magnífica e imponente Biblioteca del Hospital Real, centro del conocimiento de la Universidad. Los estantes de madera centenaria albergan auténticos tesoros bibliográficos de incalculable valor. Los fondos quedan expuestos en una de las estancias más bellas de la ciudad, que es un punto de referencia para los apasionados de la archivística y la documentación.
La Biblioteca Universitaria expone con frecuencia ejemplares de gran valor artístico para todos los visitantes que acuden a disfrutar de una auténtica joya monumental. Es un espacio multidisciplinar que representa perfectamente el alma de la Biblioteca, ya que conjuga el ambiente de estudio y concentración con el carácter histórico y expositivo.
Entre una gran cantidad de colecciones que se custodian en este lugar privilegiado, encontramos una de gran valor histórico: la Colección del Colegio de San Pablo de la Compañía de Jesús. Entre algunos de los ejemplares más representativos de esta colección encontramos “Genealogiae deorum. De montibus, silvis, fontibus…” de Giovanni Boccaccio, “Liber Chronicarum” de Hartmann Schedel y “Cosmographia” de Petrus Apianus. Este último destaca por la incorporación de placas móviles de papel en el ejemplar, representado el posicionamiento planetario y las fases lunares. Un atlas astronómico, revelador para la época.
La Biblioteca del Colegio Máximo de Cartuja
La portada del Colegio Máximo, junto a la arquitectura que presenta, es uno de los exponentes más destacados de la escuela neomudéjar granadina. Rodeado de una densa arboleda, se alza el edificio que fue ideado para albergar al Noviciado y al Colegio de la Compañía de Jesús de Granada.
El pasado de la construcción ha permanecido invariable en el tiempo, conservándose en su interior la estructura original del Colegio, así como elementos de la vida cotidiana de los Jesuítas que habitaban el lugar. Justamente, la vida de estos monjes se articulaba en dos centros neurálgicos principales: la Capilla y la Biblioteca.
El Salón Noble de la Biblioteca del Colegio Máximo es un deleite para todos los amantes de la lectura. Un total de tres plantas se elevan sobre una estructura de madera y escaleras, que traslada a los estudiantes a un espacio propio de una película de fantasía. Esta conexión con el mundo cinematográfico se mantiene también en el alumnado, ya que esta Biblioteca acoge los fondos de los grados de Comunicación Audiovisual, Odontología e Información y Documentación.
Una estancia entera alberga los fondos donados por el reconocido profesor Domínguez Ortiz, Premio Nacional de Historia de España y Premio Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales. Todos los ámbitos del conocimiento científico, histórico y cultural quedan recogidos en este fondo de gran valor, que paulatinamente se va renovando y adaptando a las necesidades de los usuarios.
Es uno de los espacios más recomendados por el alumnado de la Universidad. La tranquilidad del lugar y la gran profesionalidad del personal hacen que la experiencia en esta biblioteca sea muy gratificante, tanto para consultas bibliográficas y estudio como para una simple visita. Los usuarios quedan sorprendidos por un lugar que presenta una atmósfera muy particular. La nueva colección de novelas gráficas genera gran interés entre los curiosos, que deambulan con la mirada entre las innumerables estanterías que conforman este lugar.
La contemplación de estas bibliotecas dejará sin palabras a granadinos y visitantes. La historia del edificio y la de cada ejemplar que custodian conforman un auténtico museo, que fundamenta el legado más importante de la comunidad universitaria. Una comunidad que apuesta por el presente y el futuro académico, hoy y siempre.
También te puede interesar
Lo último
Luis Calabozo, director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil)
“Los productores de leche necesitan modernizarse para garantizar el aprovisionamiento”