El 'bosque encantado' de Granada increíble para una preciosa ruta invernal

En otoño e invierno las copas de sus árboles se tiñen de decenas de colores que van de los verdes a distintos ocres. Las vistas que ofrece embrujan a quien camina sus senderos y cuando el cuerpo se posa en este bello rincón de Granada, el alma coge más peso. Lo llaman el bosque encantado pero, más que contar con seres del mundo de lo desconocido, este paraje encanta.

No en vano es una de las rutas que más senderistas acoge durante todo el año, por eso cuenta durante algunos periodos con aforo diario. También por ello, para poder visitarlo, es necesario reservar plaza.

Naturalistas, fotógrafos y, en general, amantes de la naturaleza encuentran en 'el bosque encantado' de Lugros, la Dehesa del Camarate, un tesoro con una riqueza difícil de cuantificar. Se encuentra en el Parque Nacional de Sierra Nevada y alberga uno de los bosques mixtos mejor conservados de toda Andalucía con una biodiversidad sin igual.

Un mar de árboles

Desde la web de Turismo de la Diputación de Granada se explica que "el recorrido se inicia en el Horcajo, subiendo por el carril empedrado, atravesando la zona de reserva y ganando vistas a medida que se va ascendiendo" y, una vez allí, el recorrido se hace a través de una pista forestal donde "se realiza una visita por la cabecera del río Alhama que nos sumerge por un bosque de robles, salpicado de cerezos silvestres, arces, fresnos, mostajos, sauces y quejigos, que especialmente en otoño exhiben una variada gama de colores".

Ilustres compañeras de sendero

Una peculiaridad de esta ruta son las acompañantes de los senderistas: las vacas en libertad. Aunque es recomendable mantenerse a una buena distancia de las reses por precaución, desde luego estos espléndidos animales son otro regalo más para la vista en este paseo por la Sierra de Granada. La ruta de la Dehesa del Camarate finaliza tras unos 5 kilómetros, en el Tentadero, perteneciente a la antigua finca que en la actualidad está en desuso.