Cafetería Nueva Estación, la esencia de San Antón en una taza de café

Hay lugares que son más que negocios. Son refugios donde la vida transcurre con el aroma del café y el sonido cálido de conversaciones entre amigos. La cafetería Nueva Estación, ubicada en el barrio de San Antón en Granada, es uno de esos lugares especiales. Su historia no comienza con Sara Trapiello, pero ella le ha dado un nuevo impulso sin perder su esencia. En menos de un año, ha logrado transformar este rincón en un espacio de convivencia y comunidad, manteniendo vivo su espíritu de siempre.

Sara, granadina de nacimiento pero con raíces leonesas, siempre estuvo ligada a la hostelería. Su camino fue una combinación de formación y trabajo constante, y el destino quiso que, tras trabajar esporádicamente en el local, terminara tomándolo en traspaso en julio del año pasado. A pesar del desafío de ser autónoma, su decisión fue firme: “Prefiero que me explote el gobierno a que me explote una empresa. Prefiero ser yo la dueña de mi hambre”. Con esta determinación, inició un proceso de renovación sin olvidar la esencia del negocio.

La Nueva Estación no es una cafetería cualquiera. Su historia se remonta a décadas atrás, cuando era parte de una cadena de cafeterías inspiradas en los trenes. A lo largo de los años, cambió de propietarios, hasta que Sara decidió coger el testigo de Cristina, la antigua dueña. Su meta era clara: mantener el alma del lugar, mejorar lo necesario y, sobre todo, fortalecer los lazos con el barrio.

“Este sitio funciona porque los desayunos son de clientes fijos, la gente de los negocios cercanos, los trabajadores que entran a las ocho de la mañana... Somos como una familia”, explica Sara. Esa familiaridad se respira en cada rincón del local, donde los clientes son conocidos por su nombre y reciben un trato cercano y amable. Para muchos, la Nueva Estación es “una madriguera”, un refugio en medio del ajetreo diario.

A pesar de su deseo de innovar, Sara ha sido cuidadosa con los cambios. “Si de repente le cambias toda la rutina a la gente, se descolocan”, dice. Por eso, la renovación ha sido progresiva: un lavado de cara estético, mejoras en la organización del trabajo y, poco a poco, una evolución en la oferta gastronómica. Actualmente, la cafetería ofrece tostadas, buenos cafés, crepes, gofres, batidos y bollos caseros. “No es nada innovador, pero lo hacemos todo con mucho cariño y dedicación”, asegura.

Su equipo está compuesto por cuatro empleadas, incluyendo a Cloti, quien lleva ocho años en el negocio y cuyo conocimiento de la clientela ha sido clave para mantener el espíritu acogedor del lugar. “Ha sido un golazo poder mantener a parte del equipo”, dice Sara, consciente de que la confianza entre empleados y clientes es un valor irremplazable.

La Nueva Estación también se ha convertido en un espacio cultural y de encuentro. Sara ha introducido eventos que van desde bingos y clubs de lectura hasta intercambios de ropa y talleres de divulgación científica para niños. “Queremos que esto sea un lugar de convivencia, de hacer comunidad y un espacio seguro”, afirma.

San Antón es un barrio en constante evolución, y la Nueva Estación está logrando reforzar su espíritu comunitario. Padres que esperan a sus hijos en la academia de inglés de al lado se encuentran aquí para tomar un café, niños que juegan en la plaza entran a ojear los libros infantiles disponibles y artistas locales encuentran un escaparate para sus exposiciones. La cafetería se ha convertido en un punto de encuentro donde el barrio cobra vida.

A pesar de las dificultades iniciales, Sara se muestra optimista sobre el futuro. “Espero dejar de trabajar 12 horas al día en algún momento”, dice entre risas. Sus planes incluyen consolidar la oferta gastronómica, mejorar la carta y fortalecer las actividades culturales. “Quiero que la gente siga participando en el club de lectura, en los eventos de citas, en todo lo que estamos creando”, explica.

Las redes sociales también juegan un papel fundamental en esta evolución. Con la ayuda de una compañera, Sara está potenciando la presencia digital de la cafetería, lo que ha permitido atraer a nuevos clientes sin perder la esencia del boca a boca. “Espero no llegar a cansarme en un año y medio y que siga siendo tan divertido como hasta ahora”, confiesa.

La Nueva Estación es mucho más que una cafetería. Es un hogar para quienes buscan un momento de paz en su día a día, un refugio donde se comparten historias y se construye comunidad. Y si algo está claro, es que bajo la dirección de Sara Trapiello, el viaje de esta estación solo acaba de empezar.

Cafetería Nueva Estación

C. Nueva de San Antón, 8, Centro, 18005 Granada.

Horario de lunes a viernes de 07:00 a 20:00. Sábado de 07:00 a 13:00. Domingo cerrado.

Teléfono: 685 414 925.

Instagram: @nuevaestaciongranada