La Calahorra, el Pentos de la serie La Casa del Dragón

Dos poblaciones, ambas tienen el mismo castillo y aparecen en los mapas: una de ellas en el de la provincia de Granada y, la otra, en el de Las Ciudades Libres, las tierras del otro lado del Mar Angosto. La Calahorra y Pentos. Una real como la vida misma y, la otra, vive en los libros y la televisión. Se ha podido desdibujar la frontera de la identidad de estos dos enclaves gracias a una serie que ya en su primera temprada cogió el relevo de la primera gran revolución de la fantasía, con perdón del Señor de los Anillos. La Casa del Dragón, basada en el libro Fuego y Sangre de George R. R. Martin, es el primer y exitosísimo spin off del universo Juego de Tronos.

Su primera temporada llegó a ganar el Globo de Oro a mejor serie dramática y, ahora, en los primeros días desde el estreno de la segunda, está volviendo loco al público. La Calahorra, en Marquesado del Cenete, fue una de las protagonistas de la primera entrega del show, cuando su original castillo se convirtió en la fortaleza de la ciudad de Pentos, una de las Ciudades Libres más allá de Poniente, donde se desarrolla la mayoría de la trama.

Un enclave idóneo para la fantasía épica

En concreto, las cuatro exóticas e imponentes torres cilíndricas del Castillo de la Calahorra así como su recia estructura fueron sede de uno de los argumentos del capítulo seis y, ahora, con esta segunda temporada, el público aún no sabe si volverá a verlo en pantalla. Desde luego, las vistas de este castillo, su forma de dominar el horizonte árido a las faldas de Sierra Nevada y la originalidad de su diseño (que revolucionó la arquitectura española por ser la primera edificación renacentista de toda la Península Ibérica), lo hacen un enclave más que idóneo para cualquier relato de fantasía épica ya que, con el mero hecho de pasear por su colina y tocas sus sillares, la imaginación coge camino propio.

¿Qué partes interiores del castillo salen en la serie?

Pese a que en su exterior el castillo de la Calahorra parece toda una oda a la adustez por la severidad y robustez de sus muros, en su interior reina la delicadeza y el gusto por lo exquisito. El contraste resalta, precisamente, en las zonas donde tuvieron lugar las escenas interiores de La Casa del Dragón. Su elegante patio interior de dos pisos, con doble galería de arcos de siluetas delicadas y hermosas balaustradas de mármol italiano, de Carrara, además de una escalera claustral de alto valor artístico, al igual que los artesonados del resto de dependencias que llaman la atención por su gran tamaño.

De patio interior a sala de armas

En el episodio 6 de la primera temporada (escrito por Sara Hess y dirigido por Miguel Sapochnick) el castillo de la Calahorra se hallaba en Pentos, este patio interior era el patio de armas y en su centro tuvo lugar la cena entre un rico noble pentoshi, Daemon y su entonces esposa, Laena acompañados de sus hijas Baela y Rhaena. En el ágape presidido por la familia de Poniente, el noble de Pentos les ofrece quedarse a vivir a perpetuidad en la ciudad libre, ofrenda a la que añade tierra y total libertad... a cambio de contar con sus dragones como protectores.

También aparecen, minutos más tarde, las delicadas columnas de la galería superior, donde el matrimonio habla sobre la propuesta del noble. En esa escena se ven claramente los arcos del patio interior del castillo así como detalles como los escudos heráldicos originales.

Esta vez en el exterior, en la balconada de la muralla, aunque ataviada con antorchas encendidas, aparece una de las torres circulares del castillo. Ahí, el matrimonio, de nuevo, vuelve a tener una conversación sobre su futuro. Esta ubicación volverá a salir en la trama, en un encuentro entre Daemon y sus hijas. Las originales torres cilíndricas, además, son elementos que resaltan en las escenas exteriores donde se aprecia el castillo entero, algunas con dragón incluido.